Ómicron en niños está generando una nueva dolencia, pero muy familiar para los padres
Reportes médicos en EE.UU. señalan que los menores de cinco años están experimentando una característica tos, propia de otras dolencias.
Aunque en Chile aún no hay casos reportados de niños con Ómicron, muchos médicos en EE.UU., donde la variante está más extendida, han cacarterizado los casos de menores con esta nueva cepa.
El Dr. Nathaniel Beers, pediatra del Children’s National Hospital y presidente del HSC Health Care System (Sistema de Asistenacia Sanitaria) de EE.UU. dijo en una entrevista que Ómicron puede afectar a los niños, especialmente a los más pequeños, de forma más severa debido a la localización de sus síntomas.
“La enfermedad tiene un aspecto diferente al de cepas anteriores, con muchos más síntomas en las vías respiratorias superiores, y los niños tienen vías respiratorias más pequeñas, sobre todo los más pequeños”, señaló. “Por lo tanto, la importancia de la enfermedad es mayor en los niños que son más jóvenes, debido a esa vía aérea más pequeña y a la inflamación de las vías respiratorias superiores relacionada con eso”.
De acuerdo a los reportes médicos, la nueva variante parece estar afectando de una manera muy distinta a los niños menores de cinco años con un síntoma que se está haciendo muy distintivo: una tos áspera, similar al ladrido de un perro y que en EE.UU. se conoce como crup, la que técnicamente se denomina laringotraqueobronquitis.
Esta tos, de acuerdo a la definición de Clínica Mayo, son el resultado de la hinchazón alrededor de las cuerdas vocales (laringe), la tráquea y los tubos bronquiales (bronquios). Cuando la tos obliga al aire a pasar a través de esta vía estrechada, las cuerdas vocales hinchadas producen un ruido similar a una foca que ladra. De la misma manera, respirar hondo generalmente produce un silbido agudo (estridor).
Si bien el crup generalmente no es grave, el sonido puede ser aterrador para los padres que ya están nerviosos por la evolución de la pandemia. Los médicos dicen que lo más probable es que esto ocurra porque Ómicron tiende a asentarse más arriba en el tracto respiratorio, en lugar de zonas más profundas de los pulmones.
“Las vías respiratorias de los niños pequeños son tan estrechas que se necesita mucha menos inflamación para obstruirlas”, dijo el Dr. Buddy Creech, experto en enfermedades infecciosas pediátricas y director del Programa de Investigación de Vacunas de Vanderbilt en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, citado en una nota de Today.
Cuando un niño con vías respiratorias diminutas e inflamadas respira, hace un ruido distintivo y puede provocar una tos que suena como la de un perro o una foca.
Creech dijo que él y varios médicos han notado “cuadros similares a un crup” en niños pequeños que dan positivo por Covid-19. La parte superior de las vías respiratorias de los niños se hincha mucho. “Cuando eso sucede”, dijo, “hay esa tos perruna característica”.
El coronavirus no es la única enfermedad que genera esta característica tos. Otros virus estacionales, como la parainfluenza y el virus sincitial respiratorio , pueden provocar crup y una infección del tracto respiratorio llamada bronquiolitis. Ahora parece que Ómicron, de acuerdo a estos médicos, debería agregarse a esa lista.
Según el Dr. Saif Al Qatarneh, neumólogo pediátrico de la Universidad de West Virginia, citado por el mismo artículo, él también ha notado un aumento en dichos diagnósticos junto con un aumento en los casos de Covid pediátricos.
Al Qatarneh dijo que él y sus colegas están preocupados por lo que pueda ocurrir en las próximas semanas, sobre todo en los menores, a medida que Ómicron continúa propagándose.
“Todavía estamos a dos o tres semanas del pico de Ómicron”, dijo. “La idea inteligente es prepararse para que más pacientes contraigan bronquiolitis en niños y bebés”, advirtió el médico.
Sin embargo, la la Dra. Alejandra King, inmunóloga infantil de Clínica Alemana y miembro del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei), dijo en una nota a Qué Pasa, que en Estados Unidos hay muchos niños que no están vacunados o que incluso aún no son aprobados para la inoculación, “y la mayoría no está con esquema completo” convirtiéndose en un grupo que es más susceptible al no estar vacunados”, lo que hace una gran diferencia con nuestro país.
Por eso, la doctora insistió en la importancia de la vacunación en Chile. “La idea es que los niños desde los tres años en adelante se vacunen”, recordando también que no sólo basta con una dosis, ya que “desde la segunda es cuando se está más protegido”.
Un pensamiento tranquilizador para los padres es que el crup y la bronquiolitis son bien conocidos por los médicos, que tienen décadas de experiencia en el tratamiento de estas afecciones.
“El crup es un diagnóstico pediátrico básico”, dijo el Dr. Mark Kline, médico en jefe del Children’s Hospital New Orleans. “El crup infeccioso es una de las primeras enfermedades que aprendes cuando eres un interno en pediatría”. El equipo de Kline también ha notado el repunte en el crup relacionado con Covid.
La Dra. Amy Edwards, experta en enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital Universitario Rainbow Babies & Children’s Hospital en Cleveland, estuvo de acuerdo.
“Como pediatras, ver a más niños con crup y bronquiolitis es extrañamente reconfortante”, dijo, “porque hemos estado lidiando con esas condiciones durante toda nuestra carrera”.
El crup puede ser “aterrador de escuchar, pero no significa que haya algún problema con los pulmones”, dijo. “El tratamiento principal es mantener las vías respiratorias superiores abiertas y despejadas hasta que la inflamación ceda”.
El crup puede requerir algunos días de esteroides, pero a menudo desaparece por sí solo. A veces, los niños con bronquiolitis necesitan apoyo con oxígeno o tratamientos respiratorios, dijo Edwards, antes de recuperarse por completo en general.
EE.UU vive una explosiva alza de niños hospitalizados. Casi el 40% de las hospitalizaciones pediátricas en el Texas Children’s Hospital en Houston incluyen a niños menores de cinco años, advirtió el Dr. Jim Versalovic.
Sin embargo, este aumento se debe den gran medida a que en ese país, los menores están muy retrasados con su proceso de vacunación. Si un menor no está inoculado, la mejor defensa para señalan los médicos, es “envolverlos”, es decir, rodearlos de adultos y niños mayores que estén vacunados.
“Para aquellos que no están vacunados, esto va a ser un camino difícil”, advirtió el doctor Creech.
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