El 11 de marzo de 2020, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunciaba que en los días subsiguientes esperaban ver que el número de casos, número de muertes y el número de países afectados por el coronavirus aumentarían dramáticamente.
Sus declaraciones fueron un preludio para anunciar lo que en ese minuto parecía evidente: declarar la actual crisis sanitaria por coronavirus como una pandemia. Era apenas la cuarta vez en lo que va de este siglo que la OMS declaraba este estado para una enfermedad.
En 2002, la organización declaró pandemia por el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (Sars), que generó 774 muertos, y repitió la medida en 2009, con la gripe A (H1N1), condición que también declaró con el Ébola (en 2014 y 2019) y el virus Zika en 2016.
Y el rápido aumento de casos en el actual brote de viruela del mono, predecían que la enfermedad también pudiera alcanzar esta categoría. Por eso, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) volverá a convocar al Comité de Emergencias para evaluar si la viruela del mono, supone una emergencia internacional.
El doctor Tedros Adhanom Gebreyesus dijo que sigue preocupado por la magnitud y la propagación del virus. “Las pruebas siguen siendo un reto y es muy probable que haya un número importante de casos que no se detectan. Europa es el actual epicentro del brote, registrando más del 80% de los casos a nivel mundial”, explicó.
En su anterior reunión, celebrada el 25 de junio, el Comité decidió que el brote, que también ha aumentado los casos en países africanos donde la enfermedad es endémica y en otros donde no se había detectado anteriormente, no era todavía una emergencia sanitaria.
El doctor Tedros anunció que el Comité se reunirá la semana del 18 de julio o antes si es necesario, sin que por ahora se haya precisado la fecha de esta reunión.
La agencia no declara pandemias, pero comenzó a usar el término para describir el Covid-19 en marzo de 2020.
“No creo que tardemos mucho”
El catedrático de Parasitología de la Universidad de La Laguna (ULL) y experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Santiago Mas-Coma, se ha mostrado pesimista a corto plazo sobre el control de la viruela del mono porque “los casos no paran de subir cada día” y ya ha llegado a Asia.
“No creo que tardemos mucho en declarar la pandemia”, señaló a los periodistas antes de impartir una conferencia en ‘Campus África’, subrayando que “gracias a dios le gente no muere pero el virus ha mutado y ha incrementado los casos, es un problema, por eso se transmite más fácilmente de humano a humano”.
De acuerdo a un reporte de la ONU, la OMS está trabajando con los países y los fabricantes para coordinar el reparto de las vacunas, que actualmente son escasas. La agencia de la ONU no recomienda la vacunación masiva contra la viruela del mono. En los pocos lugares en los que se dispone de vacunas, se están utilizando para proteger a quienes pueden estar expuestos, como los trabajadores sanitarios y el personal de laboratorio.
Además, está trabajando con la sociedad civil y la comunidad LGBTIQ+, para romper el estigma que rodea al virus y difundir información.
“Quiero elogiar especialmente a los que están compartiendo vídeos en línea a través de los canales de las redes sociales hablando de sus síntomas y experiencias con la viruela del mono. Es una forma positiva de acabar con el estigma de un virus que puede afectar a cualquiera”, apuntó Tedros.
La especialista en viruela Rosamund Lewis explicó que de los niños contagiados, un tercio son menores de diez años y la mitad tiene menos de cinco. “El modo de transmisión se cree que ha sido por exposición en su casa”, indicó.
El virus de la viruela del mono se transmite con mayor frecuencia a través del contacto directo con la erupción o las llagas de alguien que tiene el virus. También puede propagarse a través del contacto con la ropa, la ropa de cama y otros artículos utilizados por una persona con la enfermedad, o por las gotitas respiratorias que pueden transmitirse a través del contacto prolongado cara a cara. Aún no se conoce del todo el riesgo de transmisión por aerosol. La OMS recomienda que el personal sanitario que atiende a los pacientes con viruela del mono lleve una mascarilla.
Los síntomas suelen comenzar entre siete y 14 días después de la exposición, pero en algunos casos pueden no aparecer hasta los 21 días. El síntoma más común es una erupción o llagas en la piel. También pueden aparecer síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, ganglios linfáticos inflamados, dolor de cabeza y cansancio. En algunos casos, la viruela del mono puede causar una enfermedad grave.