OMS evalúa recomendar etiquetado chileno de alimentos

ley de etiquetados

El organismo trabaja en un borrador para presentar a sus estados miembros y así detener la fuerte epidemia de obesidad que en el planeta que hoy afecta a mil millones de personas.


La Ley de Etiquetados en Alimentos, la misma exportada desde Chile a otros países, ahora podría ser aplicada en Estados Unidos. Es posible que su comida pronto venga con advertencias como las que tenemos en el país hace casi una década.

Según un reportaje del Washington Post, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) planea proponer un etiquetado en las próximas semanas para el frente de los paquetes de alimentos y bebidas con exceso de ingredientes como el azúcar, sodio o grasas saturadas. Todo esto, para ayudar a los estadounidenses a tomar decisiones más saludables en un contexto de crecientes tasas de obesidad.

OMS evalúa recomendar etiquetado chileno de alimentos

Pero no sólo EE.UU. podría replicar el modelo chileno. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está diseñando un protocolo que buscar que sus estados miembros hagan recomendaciones de etiquetas de advertencia en sus envoltorios.

Según el el primer borrador de este plan, los alimentos y bebidas envasados deberían tener información nutricional fácil de leer en el frente de los productos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables.

El aumento del consumo de alimentos procesados con alto contenido de sal, azúcar y grasas es un factor clave de una crisis mundial de obesidad, con más de mil millones de personas viviendo con esta enfermedad y un estimado de ocho millones de muertes prematuras cada año debido a problemas de salud asociados como diabetes y enfermedades cardíacas, según muestran los datos de la OMS.

Sin embargo, los gobiernos han tenido dificultades para introducir políticas que frenan la epidemia. Actualmente, solo 43 estados miembros de la OMS tienen algún tipo de etiquetado frontal de los paquetes, ya sea obligatorio o voluntario, dijo la agencia de la ONU a Reuters, a pesar de la evidencia que muestra que las etiquetas pueden afectar el comportamiento de compra.

La OMS comenzó a trabajar en el borrador de las directrices, que no se habían informado anteriormente, en 2019. Su objetivo es “apoyar a los consumidores a tomar decisiones más saludables relacionadas con los alimentos”, dijo a Reuters por correo electrónico Katrin Engelhardt, científica del departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.

La consulta pública sobre las directrices se cerró el 11 de octubre y la versión final se publicará a principios de 2025.

La guía de la OMS recomienda que los gobiernos implementen etiquetas “interpretativas” que incluyan información nutricional y alguna explicación de lo que eso significa sobre la salubridad de un producto.

Un ejemplo sería NutriScore, desarrollado en Francia y utilizado en varios países europeos, que clasifica los alimentos de A (verde, que contiene nutrientes esenciales) a E (rojo, que contiene altos niveles de sales, azúcares, grasas o calorías añadidas).

Pero Chile y otros países de América Latina utilizan un sistema más estricto, con advertencias de que un alimento tiene “alto contenido de azúcar”, sal o grasa en el frente del paquete, en un octógono negro que se asemeja a una señal de pare.

Las etiquetas de advertencia en la parte frontal del paquete de Chile se asociaron con disminuciones significativas en las calorías totales, el azúcar, el sodio y las grasas saturadas contenidas en los alimentos comprados por los consumidores, según una investigación del equipo de la Universidad de Carolina del Norte (UNC).

La experta en etiquetado de alimentos Lindsey Smith Taillie, codirectora del Programa de Investigación Global de Alimentos de la Universidad de Chapel Hill, Carolina del Norte, y una de las autoras del estudio, dijo que la industria alimentaria se ha opuesto a las advertencias y favorece las etiquetas “no interpretativas”, que incluyen la información nutricional pero no una guía sobre cómo entender lo que eso significa, como las que se usan en los Estados Unidos.

Lindsey Smith Taillie, codirectora del Programa de Investigación Global de Alimentos de la Universidad de Chapel Hill, Carolina del Norte
Lindsey Smith Taillie, codirectora del Programa de Investigación Global de Alimentos de la Universidad de Chapel Hill, Carolina del Norte

Esta semana, el senador estadounidense Bernie Sanders anunció planes para una audiencia del Senado sobre un etiquetado más estricto de los alimentos en diciembre. Si bien la recomendación de la OMS va un paso más allá de la preferencia de la industria, “es bastante débil”, dijo Taillie.

“Lo más importante para la mayoría de los países del mundo será limitar el consumo excesivo de azúcares añadidos, sodio, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados en general, que es lo que mejor hacen las etiquetas de advertencia”.

Una investigación realizada este verano por Taillie mostró que las etiquetas de advertencia de Chile, junto con otras políticas como restricciones de marketing dirigidas a niños, significaron que los chilenos compraron un 37% menos de azúcar, un 22% menos de sodio, un 16% menos de grasas saturadas y un 23% menos de calorías totales en comparación con si la ley no se hubiera implementado.

Pero la OMS ha sido más cauta y dijo que no había suficiente evidencia para determinar el mejor sistema de etiquetado.

La Alianza Internacional de Alimentos y Bebidas, cuyos miembros incluyen a The Coca Cola Company y Mondelez International Inc., dijo que sus miembros ya tienen estándares mínimos a nivel mundial. Estos incluyen la inclusión de una lista de nutrientes en la parte posterior de los paquetes, además de un detalle en la parte frontal del paquete sobre al menos el contenido energético cuando sea posible, de acuerdo con el sistema internacional del Codex Alimentarius.

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“Esto es algo que las empresas globales pueden hacer, pero claramente no es suficiente porque, si tomamos como ejemplo a Nigeria o Pakistán… el mercado está dominado por productores locales”, dijo Rocco Renaldi, Secretario General de la IFBA. Agregó que los miembros de la alianza apoyan ampliamente las pautas de la OMS y las etiquetas basadas en nutrientes.

“Pero el diablo está en los detalles: en términos generales, no apoyamos enfoques que demonicen productos específicos”, dijo. “No creemos que las etiquetas de advertencia sanitaria deban colocarse en productos alimenticios que se consideran seguros, están aprobados y en el mercado y son apreciados por los consumidores”.

Las empresas de alimentos advierten que estos nuevos requisitos elevarían los precios de los alimentos. Además, cuestionan si la FDA tiene la autoridad para promulgar cambios tan radicales y dicen que las empresas tienen “motivos para demandar potencialmente al gobierno federal por limitar la libertad de expresión comercial”.

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Ley de etiquetados en Chile.

“Hay un fuerte argumento de que, en la medida en que la FDA impusiera los esquemas que está probando como requisitos de etiquetado obligatorios, serían vulnerables a un desafío constitucional”, escribió en una declaración la Asociación norteamericana de la Industria Alimentaria (FMI).

Ley de etiquetado de alimentos: ¿Cómo es en Chile?

Ha pasado por vetos, presiones de la industria y constantes cuestionamientos por especialistas en nutrición. Al mismo tiempo, también ha sido reconocida a nivel mundial, valorada por la ONU y replicada en varios países de Latinoamérica y otras latitudes. Esta norma ‘made in Chile’ cumplió una década desde su primera promulgación y ahora es nuevamente puesta bajo la lupa. ¿Por qué sellos negros y no otra simbología?

Guido Girardi
Guido Girardi ante la presentación de la Ley de etiquetado de alimentos en Chile. Foto: Agencia Uno.

La Ley 20.606 sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad comenzó a ser escrita en 2008 por el entonces parlamentario, Guido Girardi y por el médico especialista en Nutrición, profesor emérito de la U. de Chile y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas, Ricardo Uauy.

Dicho proyecto obliga a los fabricantes de alimentos envasados a, entre otras cosas, indicar en la etiqueta los ingredientes utilizados, incluyendo todos sus aditivos, su información nutricional y los contenidos de calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas y los demás que el Ministerio de Salud determine. Además, la legislación hizo que los alimentos que superen ciertos límites establecidos deben rotularse como “Alto en” dependiendo del caso.

A esto, también se sumaba la prohibición de publicidad dirigida a menores de 14 años de los alimentos con altos índices en ingredientes nocivos y la entrega de regalos, concursos, juguetes o caricaturas asociadas en productos con sellos. Fue el fin del “Kínder Sorpresa” en Chile, por dar un ejemplo.

“Cuando fui director del Sesma, en los 90, me tocó hacer cumplir que las industrias cumplieran con las normas de emisión. Ahí se me ocurrió clasificarlos en un semáforo y publicarlos en los medios de comunicación todas las semanas, para que se expusieran a la sanción pública. El 90% era amarilla y roja, y en seis meses no había ninguna roja, producto de la presión mediática”, recuerda en conversación con Qué Pasa, Guido Girardi, actual vicepresidente ejecutivo de Fundación Encuentros de Futuro. El político ocupó esa idea para replicarla en alimentos procesados, pero su visión era que fuera una especie de semáforo advirtiendo sobre los componentes más nocivos para la salud. ¿Por qué terminaron siendo octágonos negros?

Azúcares

“Fue la propia Presidenta Bachelet quien nos pidió que sacáramos el semáforo de la ley, debido a las presiones de la industria”, recuerda Girardi. Durante su primer gobierno, se les pidió modificar el proyecto para que no aparecieran estas señales de colores rotuladas en los envases. Luego de eso, la ley pudo ser promulgada en 2012, pero el mandatario de ese entonces, Sebastián Piñera, vetó la iniciativa.

El veto fue quitado en el segundo periodo de Michelle Bachelet, pero ahora se debía redactar el reglamento a la ley. Ésta decía que debía tener un etiquetado frontal, pero no especificaba cuál ¿Se debía volver a la simbología del semáforo? Girardi y Uauy estaban convencidos de que esa era la opción, pero una serie de focus groups a niños y niñas a lo largo de todo Chile les dijo otra cosa: “Les mostramos una serie de figuras, de todos colores y formas. Para nuestra sorpresa fueron los niños quienes nos dijeron que entendían el octágono negro mucho más efectivo que los semáforos”, recuerda el exsenador.

Fue así que la Ley de Etiquetado de alimentos entró en funcionamiento en 2016, y en el intertanto la idea se ha replicado en Perú, México, Brasil, Uruguay y muchos otros países de América Latina y el resto del mundo. Incluso, la norma obtuvo el reconocimiento por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Hasta 2019 la norma tuvo un avance progresivo en las cantidades máximas de sal, azúcar, grasas y calorías para no tener sellos. ¿Se debía contar por cada porción del producto o por 100 gramos del mismo? En la ley se optó por este último criterio, pero el debate sigue abierto hasta hoy.

Etiquetado de alimentos
Otros ejemplos de etiquetado de alimentos. Fuente: FAO

En Estados Unidos, se está planteando incorporar un sello que muestren cuando la cantidad de grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos por porción que contiene el alimento superan las dosis recomendadas. Sin embargo, el artículo del Washington Post destaca que estas versiones estadounidenses “son débiles y confusas en comparación con las etiquetas utilizadas en Chile, que ha emprendido uno de los esfuerzos más ambiciosos del mundo para combatir la obesidad”.

Al examinar los perfiles nutricionales de los productos en Chile antes y después de que las etiquetas entraran en vigor, encontraron una caída del 7% en el número de productos que estarían obligados a llevar etiquetas de advertencia, lo que indica que muchas empresas reformularon sus alimentos.

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Etiquetados en Chile.

La industria, según señala el medio, prefiere el sistema de etiquetado voluntario que se creó en 2011. Bajo ese sistema, las compañías de alimentos pueden optar por mostrar la información fácilmente disponible en la parte posterior de un paquete, como el recuento de calorías y fibra, en el frente.

Pero Girardi insiste que dichas experiencias se deben a que “el lobby está ganando la pelea. En todas partes del mundo están empezando a tener los discos negros y se están apurando para no tenerlos también. Si saben que Latinoamérica tiene los discos negros, y si la iniciativa está apoyada por la FAO y la ONU, se va a avanzar en esa dirección”, cierra el exsenador.

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