A pesar del esfuerzo realizado por numerosos investigadores, el conocimiento existente acerca del origen de la mayoría de los pueblos originarios chilenos continúa siendo incompleto y hasta cierto punto contradictorio
Necesidad que buscó atender el estudio llamado ¿Puede el ADN mitocondrial proporcionar información sobre la etnogénesis de los pueblos originarios chilenos?, para contribuir al esclarecimiento de este importante aspecto de la historia del pueblo chileno. Trabajo de los investigadores Francisco Rothhammer, Giannina Puddu y Macarena Fuentes-Guajardo, del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, del University College London, y del Departamento de Tecnología Médica de la Universidad de Tarapacá, respectivamente.
El propósito era aclarar el origen de los grupos originarios chilenos. Porque hay muchas ideas, pero nada concreto sobre el origen genético de quienes habitaron nuestro territorio, indica Francisco Rothhammer, investigador de la Universidad de Tarapacá. "Se sabía algo sobre los mapuches, pero no existía una visión en conjunto", señala.
Rothhammer destaca por sus investigaciones en genética y las ciencias en Chile y el extranjero. "Es un trabajo de toda la vida, llevo trabajando 40 años en el tema" reconoce. Labor por la cual en el año 2016 se le otorgó el Premio Nacional de Ciencia.
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En términos generales la distribución de haplogrupos (personas de perfiles genéticos similares que comparten un antepasado común) pan-americanos en Chile presenta un patrón de variación que indica un poblamiento inicial de norte a sur, dice el estudio.
Los resultados de la investigación revelan además, que en promedio un 86% de los chilenos podría tener una madre americana y un padre de origen europeo.
Genética histórica
El trabajo ofrece un enfoque desde la perspectiva de la genética histórica y examinó la variación que presentan los haplogrupos pan-americanos de ADN mitocondrial (A, B, C y D) de poblaciones actuales de cinco regiones naturales de Chile continental: norte grande, norte chico, zona central, zona sur y zona austral.
Luego los investigadores calcularon las distancias genéticas entre representantes de diferentes grupos originarios del cono sur, las regiones naturales de Chile y poblaciones mixtas de Brasil, Bolivia, Perú y Argentina. Las distancias genéticas obtenidas indican proximidad genética entre los pueblos quechua, aimara, y atacameño y el norte grande. En tanto, en la zona sur y austral, entre pehuenches, mapuches, huilliches, tehuelches, alacalufes, yaganes y onas. Además, se sugieren desplazamientos y mezcla poblacional de grupos de la Amazonia, los Andes Centrales, Chile y Argentina, que tomados en conjunto, contribuyen a entender con mayor claridad el origen geográfico de los grupos étnicos chilenos.
"Hay un vínculo genético indudable en todos los pueblos porque la corriente migracional desde el norte al sur, que es innegable, pero desde Argentina también hubo influencia en distintos niveles en la cuarta región, en Atacama, en Arica y Parinacota, Tarapacá Antofagasta, también es interesante a nivel central las migraciones desde el lado argentino y del sur", señala Rothhammer.
En el caso de los grupos mapuches se aprecian dos componentes genéticas aymara y quechua ,y del lado de Argentina de la foresta tropical. Desde ese último lugar bajaron grupos por el lado atlántico de América del sur, "pasaron por el Gran Chaco de Argentina y se desplazaron del lado chileno, porque en el sur de Chile hay muchos pasos que se pueden usar de un lado de otro, había una libre circulación de un lado a otro, que influyó en todo el grupo mapuche".
"Han habido investigadores que ya han planteado el tema del posible aporte de la población de la Amazonia, lo que nosotros hicimos fue demostrado de manera clara", resalta Rothhammer.
El trabajo dio respaldo y en parte reformuló hipótesis previamente planteadas con base en información arqueológica recurriendo a evidencia genética. Los resultados obtenidos utilizando ADNmt, refuerzan la importancia de la aplicación de diseños metodológicos multidisciplinarios, que si bien frecuentemente son de ejecución más compleja, pueden entregan resultados más concluyentes.
Ahora que ya se conoce el origen, los estudios siguientes, dice el investigador, indagarán por ejemplo, si ese aporte genético tiene que ver con las enfermedades hereditarias que tiene la población chilena. El tema es averiguar el nexo, ver si aparecen las mismas patologías de la regiones donde proceden. "Lo que hemos encontrado que los grupos mapuches tienen mayor presencia de cáncer de vesícula se demostró en un proyecto que tenemos con la Universidad de Heidelberg en Alemania, ha sido interesante determinar los genes que intervienen". Es la zona norte de la Región de la Araucanía la que posee la tasa de mortalidad más alta del mundo con 38,2 por 100 mil habitantes.