Otra misteriosa “ráfaga de radio rápida” visita el planeta: científicos nunca habían detectado una originada tan cerca de la Tierra

FRB
Realización artística de un FRB. Crédito: ESO

Los astrónomos están desconcertados con el origen de estos rayos, cuyas teorías sobre su origen van desde desde colisiones de agujeros negros hasta el envío de señales de civilizaciones extraterrestres. Ahora tienen una nueva teoría.


Las llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB, su sigla en inglés) son ondas de radio que provienen desde lo más profundo del espacio y son uno de los mayores misterios del Universo.

Descubiertas en 2007, las FRB son ráfagas de ondas de radio que duran apenas unos milisegundos en el espacio, originadas a millones o miles de millones de años luz de la Tierra.

La mayoría de estas ráfagas solo se detectan una vez, no se repiten y tampoco se pueden predecir, lo que dificulta su estudio, pero generan más energía en ese tiempo de lo que el Sol emana a la Tierra en un siglo.

Varias ráfagas de radio rápidas han sido captadas en los últimos años, aunque aún no se conoce qué las crea, lo que ha generado un sinúmero de teorías respecto a su origen.

Pero en 2019, investigadores detectaron una secuencia de 10 ráfagas idénticas, lo que permitió mejorar su estudio, el que podría finalmente resolver qué son estas enigmáticas señales y qué o quién las produce.

Y en enero, astrónomos captaron por segunda vez una enigmática ráfaga de radio rápida proveniente de una galaxia similar a la nuestra.

Ahora, un nuevo estudio, por primera vez pudo detectar el origen de una FRB, proveniente de una estrella muerta al otro lado de la Vía Láctea hace 30 mil años luz, la que emitió una poderosa mezcla de radio y energía de rayos X. El 28 de abril de 2020, esa exhalación llegó a la Tierra, generando alarma en observatorios de todo el mundo.

La señal llegó y desapareció en medio segundo, pero ese tiempo fue suficiente para que los científicos confirmaran la primera “ráfaga de radio rápida” originada de una estrella conocida dentro de la Vía Láctea, según un estudio publicado el 27 de julio en The Astrophysical Journal Letters.

El misterioso origen de las “ráfagas de radio rápidas”

Los científicos aún tienen que precisar qué causa estas explosiones, pero han propuesto todo, desde colisiones de agujeros negros hasta el pulso de naves extraterrestres como posibles explicaciones. Hasta ahora, cada FRB conocido se originó en otra galaxia, a cientos de millones de años luz de distancia.

Pero esta FRB es diferente. Las observaciones de los científicos sugieren que el estallido provino de una estrella de neutrones conocida: el núcleo compacto de una estrella muerta, a unos 30.000 años luz de la Tierra en la constelación Vulpecula.

El remanente estelar encaja con una clase de estrella aún más extraña llamada magnetar, llamada así por su campo magnético increíblemente poderoso, que es capaz de escupir cantidades intensas de energía mucho después de que la estrella misma haya muerto. Ahora parece que los magnetares son casi seguramente la fuente de al menos algunos de los muchos FRB misteriosos del Universo, escribieron los autores del estudio.

“Nunca antes habíamos visto un estallido de ondas de radio, parecido a un estallido de radio rápido, de un magnetar”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio Sandro Mereghetti, del Instituto Nacional de Astrofísica de Milán, Italia . “Esta es la primera conexión de observación entre magnetares y ráfagas de radio rápidas”.

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