El 11 de marzo de 2020, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunciaba que en los días subsiguientes esperaban ver que el número de casos, número de muertes y el número de países afectados por el coronavirus aumentarían dramáticamente.
Sus declaraciones fueron un preludio para anunciar lo que en ese minuto parecía evidente: declarar la actual crisis sanitaria por coronavirus como una pandemia. Era apenas la cuarta vez en lo que va de este siglo que la OMS declaraba este estado para una enfermedad.
En 2002, la organización declaró pandemia por el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (Sars), que generó 774 muertos, y repitió la medida en 2009, con la gripe A (H1N1), condición que también declaró con el Ébola (en 2014 y 2019) y el virus Zika en 2016.
Y el rápido aumento de casos en el actual brote de viruela del mono, predecían que la enfermedad también pudiera alcanzar esta categoría. Y así fue: este sábado 23 de julio la OMS decidió darle el estatus de “emergencia de salud pública de interés internacional” (PHEIC, por sus siglas en inglés), que es el nivel más alto de alerta de la organización.
La agencia no declara pandemias, pero comenzó a usar el término para describir el Covid-19 en marzo de 2020.
La decisión fue tomada en una reunión a puertas cerradas en Ginebra, en la sede de la organización, donde participaron, además de funcionarios y médicos de la organización, varios científicos.
Entre los detractores de la medida, tal declaración es una exageración, porque la viruela del mono no se propaga tan fácilmente como el Covid y hay vacunas y tratamientos disponibles, a diferencia de cuando surgió el coronavirus . Pero aún así, la organización decidió dar la alarma.
Decisión en la que concuerdan, especialmente algunos gobiernos, que apoyan que la decisión debe tomarse muy tempranamente, no como sucedió con el coronavirus. Según muchos, la declaración de emergencia para esta enfermedad debió tomarse en enero de 2020, y no en marzo de ese año, que resultó ser demasiado tarde para marcar la diferencia.
Una de las razones para tomar esta decisión es que entre el 1 de enero y el 20 de julio de 2022, se notificaron a la OMS 14.533 casos probables y confirmados por laboratorio (incluidas tres muertes en Nigeria y dos en la República Centroafricana) de 72 países de todo el mundo, un escenario muy diferente frente a los 3.040 casos notificados en 47 países a principios de mayo de 2022.
En el caso de Chile, de acuerdo al último informe de la cartera Sanitaria, hasta el 15 de julio se han reportado 20 casos confirmados y un caso probable y en estudio, de los cuales 12 ya se encuentran de alta médica. De ellos, el 100% corresponde a hombres entre los 22 y 46 años.
Lo que se suma a que la transmisión está ocurriendo en muchos países que no habían notificado previamente casos de viruela del mono, y los números más altos de casos se notifican actualmente en países de Europa y América.
Emergencia de Salud Pública Internacional
“A la luz de la evolución del brote, volví a reunir al comité el jueves de esta semana para revisar los últimos datos y asesorarme en consecuencia” dijo Tedros, y a pesar que en esta oportunidad, el comité no pudo llegar a un consenso sobre si el brote representa una PHEIC, la decisión se tomó debido a las razones entregadas por especialistas y los cinco elementos que constituyen una emergencia.
La etiqueta de la OMS, “emergencia de salud pública de interés internacional”, está diseñada para hacer sonar una alarma de que se necesita una respuesta internacional coordinada y podría desbloquear fondos y esfuerzos globales para colaborar en el intercambio de vacunas y tratamientos.
Hasta ahora, la etiqueta solo se había aplicado a la pandemia de coronavirus y los esfuerzos en curso para erradicar la poliomielitis.
Uno de los temas clave que impulsaron una reevaluación fue si los casos, que proliferan casi en su totalidad entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), se extenderían a otros grupos, particularmente niños u otras personas que han sido vulnerables al virus en brotes anteriores en países endémicos, reporta Reuters.
Durante la reunión del Comité, representantes de España, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Nigeria actualizaron sobre la situación epidemiológica en sus países. Con la excepción de Nigeria, los cuatro países restantes informaron que el 99 % de los casos ocurrían en HSH, y principalmente entre aquellos con múltiples parejas.
“Por lo tanto, es esencial que todos los países trabajen de cerca con las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres, para diseñar y brindar información y servicios efectivos, y para adoptar medidas que protejan la salud, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades afectadas” señaló el director de la OMS.
Reiterando que “el estigma y la discriminación pueden ser tan peligrosos como cualquier virus”.
Reglamento Sanitario Internacional
Tedros informó que según el Reglamento Sanitario Internacional, se deben considerar cinco elementos para decidir si un brote constituye una PHEIC, y que fueron las razones por las que decidió darle este estatus al brote viral.
El primero está relacionado a la información proporcionada por los países, que en este caso muestra que este virus efectivamente se ha propagado rápidamente a muchos lugares que no habían visto la enfermedad anteriormente.
En segundo lugar, existen tres criterios para declarar este estatus de la enfermedad, y “que se han cumplido” declaró el director.
Tercero, el consejo del Comité de Emergencia, que en esta oportunidad “no llegó a un consenso”.
En cuarto lugar, los principios científicos, la evidencia y otra información relevante, “que actualmente son insuficientes y nos dejan con muchas incógnitas”.
Y quinto, el riesgo para la salud humana, la propagación internacional y el potencial de interferencia con el tráfico internacional.
Por el momento, la evaluación de la OMS es que “el riesgo de viruela símica es moderado a nivel mundial, excepto en la región europea, donde evaluamos el riesgo como alto”.
Síntomas
La enfermedad viral, que causa síntomas similares a los de la gripe y lesiones en la piel, es endémica en partes de África. El continente ha registrado poco más de 1.500 casos sospechosos desde principios de 2022, de los cuales 66 han sido mortales, según datos oficiales.
Sus síntomas son similares a los de la viruela. Al comienzo se presentan fiebre, dolores de cabeza, fatiga, dolores musculares y ganglios linfáticos inflamados. Luego comienzan a aparecer las erupciones características asociadas a la viruela del mono. Inicialmente se ven como parches de piel descoloridos, después como protuberancias elevadas, ampollas y finalmente granos grandes llenos de pus, informan los CDC.
Las zonas donde aparecen estas erupciones tienden a ser, primero, alrededor de la cara y la cavidad oral, luego pueden extenderse a las extremidades, particularmente manos y pies. Pero ahora, los científicos que estudian la composición genética del virus, creen que este parece haber mutado mucho, mucho más de lo que normalmente se esperaría. Y algunos casos recientes de viruela del mono han desviado este patrón.
Las erupciones han aparecido alrededor de los genitales, el ano y en los revestimientos de la boca. En algunos casos se ha presenciado dolor en el ano y recto, sangrado rectal, inflamación dolorosa del revestimiento del recto (proctitis) y tenesmo, que es la sensación de evacuar las heces cuando los intestinos están vacíos.
Estos nuevos síntomas van en la línea con una nueva hipótesis de contagio del virus, que dice que podría transmitirse sexualmente. La mayoría de los casos actuales, centrados principalmente en Europa, se encuentran entre parejas sexuales homosexuales y bisexuales que han tenido contacto cercano.