Otro efecto de la cuarentena: mayo registra los menores niveles de contaminación en la Región Metropolitana en 30 años
Las últimas estadísticas emitidas por la Seremi de Medioambiente revelan el nivel más bajo de contaminantes en un mes de mayo desde que hay registros en Santiago.
Si bien en las últimas semanas han existido episodios de alertas ambientales y preemergencias, el confinamiento y cuarentena en Santiago durante gran parte del primer semestre, ha dado buenos resultados medioambientales.
Las últimas estadísticas emitidas por la Seremi de Medioambiente revelan que mayo fue el mes con la mejor calidad del aire desde que se tiene registro en la Región Metropolitana (1990).
Diego Riveaux, seremi de Medioambiente Región Metropolitana, explica que de los tres contaminantes más importantes de la Región Metropolitana en un año normal, “es decir, transporte (que aporta el 39% de la contaminación) y que se divide en maquinaria 20% y automóviles 19%, la leña (38%) y la industria (15%), en este momento, producto de la cuarentena, la industria y los automóviles se encuentran fuertemente disminuidos”, lo que explica la baja en los índices de esmog de la capital.
“Nosotros comenzamos a registrar calidad del aire desde 1990, es decir, hace 30 años. Este mes es el mejor de la historia desde que se mide la calidad del aire, quizás anteriormente hubo mejores índices, pero no lo sabemos”, añade Riveaux.
“Si comparamos el año 2019 con 2020, este año tenemos 56% menos de NOx (óxidos de nitrógeno), que es el contaminante de los autos y 16%menos de material particulado grueso”, explica el seremi de Medioambiente.
La restricción vehicular aún es necesaria
Producto de los últimos emergencias y preemergencia ambientales decretadas en Santiago, varios cuestionaron la eficacia de la restricción vehicular como método para disminuir la contaminación. Sin ir más lejos, este jueves hubo prohibición de circular a seis patentes: las terminadas en 2 y 3 para vehículos con sello verde, y las 4, 5, 6 y 7 para automóviles sin sello verde.
Ernesto Gramsch, profesor asociado de la Universidad de Santiago, también defiende la medida. “La restricción vehicular es necesaria, e incluso debe aumentarse y restringir más dígitos, por supuesto, estoy hablando en circunstancias normales. Los vehículos emiten muchos compuesto tóxicos, incluso algunos son cancerígenos”, señala el académico de la Usach.
“En estos días con cuarentena, probablemente la restricción no cambia la cantidad de vehículos que hay en las calles. Entonces no es necesaria. Pero si todo vuelve a la normalidad, entonces sí es necesaria”, explica Gramsch.
“Frente a eventos de baja ventilación y bajas temperaturas, la restricción vehicular, incluso en el contexto de la actual cuarentena, puede en algunos casos no ser suficiente para compensar los efectos producidos por factores ambientales, así como por el mayor uso de combustibles fósiles utilizados para calefaccionar”, añade Rodrigo Seguel, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2.
Uso de leña asociado al frío
A pesar de la importante disminución en la contaminación, debido al confinamiento que sigue la mayoría de las personas, este confinamiento trae consigo también un aumento del uso de la leña, especialmente considerando el frío en la capital. “Esto explica el decreto de preemergencias y alertas ambientales, sumado a malas condiciones de ventilación”, señala Riveaux.
Gramsch coincide con Riveaux. “Desde el 22 de mayo aumentaron las cifras. Ahora que comienza el frío, la gente pasa más tiempo en la casa y usa mucho más la calefacción a leña. Más que en años anteriores. El aumento es en la noche, no en el día. Eso indica que es la leña”.
Gramsch establece que en las noches se da un aumento mayor. “En la estación Cerro Navia, que normalmente es la que gatilla los eventos de contaminación, el material particulado MP2,5 en la hora punta de la mañana ha aumentado un 10% desde el 9 de mayo. Por otro lado, la concentración de MP2,5 en la noche (de 8 a 12 pm) ha aumentado un 112%”.
“Las dos alertas ambientales que se han registrado, coincidieron con días de mucho frío, entonces la gente prendió leña desde más temprano y hasta más tarde. Mientras tengamos más fríos, probablemente también aumente el uso de la leña. Es difícil predecir que el uso de leña compensará la disminución que se ha producido en transporte e industria”, señala Riveaux.
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