Si algo bueno trajo la pandemia de Covid-19, es la reducción de las otras enfermedades producidas por los virus respiratorios.
Desde que comenzó la circulación del nuevo coronavirus Sars-CoV-2 el año pasado y se implementaron las medidas de prevención, los casos de influenza, infecciones por adenovirus, rinovirus, parainfluenza, Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y metapneumovirus entre otros, han disminuido.
Estados Unidos dejó atrás su invierno con una cantidad de casos muy inferior a la de otros años. Las estadísticas muestran que en promedio, cada año, mueren entre 12 mi l y 49 mil personas en ese país a causa de algún virus de influenza. El brote de gripe porcina (AH1N1) de 2009 fue uno de los más grandes y más de 60 millones de estadounidenses enfermaron.
Hoy, en plena pandemia de Covid-19, la influenza y todos los otros virus respiratorios prácticamente no han circulado.
A modo de ejemplo, según el registro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), para la temporada 2017-2018, se contabilizaron 188 muertes pediátricas asociadas a influenza; entre 2018 y 2019 fueron 144 fallecimientos y entre 2019 y 2020, 198. Para esta temporada 2020-2021 va solo un caso.
Gregory Poland, especialista en enfermedades infecciosas y vacunas de Clínica Mayo (Rochester), en Estados Unidos, señaló en un conversatorio con medios latinoamericanos al que estuvo invitado Qué Pasa, que este año se ha visto muy poco, casi no ha habido circulación y adelanta que es probable que con el uso de la mascarilla, los casos no sean tantos. “Hay dos cosas, las altas tasas de inmunización y el uso de mascarillas que es muy importante. En Minnesota esperábamos miles de casos, pero quizas hay unos pocos cientos y esto es aplicable en todo el mundo”, indica.
El director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo, dijo que tras la pandemia de Covid es poco probable que ambos virus compitan, además uno no previene el otro por lo que la presencia de uno no implica menos casos del otro. “Lo que se ha visto es una doble pandemia, una infección simultánea en un paciente y que en muchos casos puede ser letal, aunque no todos. En otras partes se ha dado que la influenza B la que se da junto con el Covid, afectando sobre todo a los niños y a los adultos mayores”.
Situación en Chile
De acuerdo al último Informe de Circulación de Virus Respiratorios que prepara todas las semanas el Instituto de Salud Pública (ISP), en la semana Nº 18 (3 al 9 de mayo) se analizaron 529 casos para virus respiratorios, el 0,9% de ellas resultaron positivas (2 Adenovirus, 2 Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y 1 Influenza A.). Esto representa un comportamiento similar a la semana 17 de este año (1,1%). De los 529 casos estudiados, el 44,2% correspondió al grupo de 15 a 54 años.
El año pasado, en esta misma semana, se habían analizado 853 casos para virus respiratorios: el 2% de ellas resultaron positivas (8 adenovirus, 6 metapneumovirus, 1 parainfluenza, 1 VRS y 1 influenza A), casi un punto porcentual menos que la semana anteriores. De los 853 casos estudiados, el 47,2% correspondió al grupo de 15 a 54 años.
Para esta misma semana, pero del año 2019, sin pandemia la situación era completamente distinta. En esa semana, se analizaron 925 casos para virus respiratorios, pero el 26,5% de ellas resultaron positivas (85 parainfluenza, 67 influenza A, 49 adenovirus, 39 VRS, 3 metapneumovirus y 2 influenza B), comportamiento superior a la semana 17 (24,3%). Esta vez, los más afectados fueron los niños menores de 4 años.
El Laboratorio de Infectología y Virología Molecular del Centro de Investigaciones Médicas de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, tiene un panorama similar. Para la semana 17 (26 de abril al 2 mayo 2021) y de acuerdo a la información de dos centros centinelas, las consultas por síndromes respiratorios se mantienen bajas, y representan el 0,7% del total de las consultas. El porcentaje de positividad de las muestras estudiadas de los virus no SARS-CoV-2 fue 0,65% (1/155).
Cecilia Perret, infectóloga pediatra de la Red Salud UC Christus y académica de la Escuela de Medicina de la UC y quien está a cargo de este informe, señala que la influenza prácticamente dejó de circular desde el año pasado. Solo en el verano de 2020 se alcanzaron a registrar algunos casos durante el verano, casos importados de personas que venían llegando al país desde el hemisferio norte. “En marzo del año pasado comenzaron a bajar y en abril prácticamente desapareció el virus hasta ahora. Llevamos un años sin circulación de influenza”, dice la especialista.
Según Perret, además de las medidas de prevención existe también una hipótesis relacionada con las relaciones virológicas. Esto es una especie de competencia entre los virus y en este caso específico, como el virus causante de Covid-19 “es tan transmisible y lo ha invadido todo”, no permite la circulación de los otros virus.
Hasta la circulación de VRS ha disminuido. En el recuento, la infectóloga recuerda un caso en junio del año pasado y otro en septiembre, nada más. “Entre los virus compiten por el nicho, y como el Sars-CoV-2 se adapta más al ser humano”, gana.
La suspensión de clases en los niños y el cierre de salas cunas y jardines infantiles, es otra medida que podría explicar la baja de la circulación de virus. “La transmisión a nivel pediátrico es importante. Los niños son los grandes transmisores, si no comparten entre ellos no se enferman y no reparten el virus entre los otros miembros de sus familias”, insiste Perret.
¿Gran brote de influenza?
Pero la situación podría cambiar cuando bajen los casos de Covid-19 y se inicie la apertura, se inicien las clases y de a poco, se comiencen a retomar las actividades habituales. “Es probable que no este invierno, incluso no este año, sino que el próximo, se produzca un tremendo brote de influenza. No sabemos con qué fuerza volverá a aparecer. Es probable que incluso tengamos un brote primaveral”, dice Perret.
“Tampoco sabemos cuál será la cepa resultante en esta circulación. Las vacunas se adaptan a la cepa que están circulando es una apuesta a las que se espera podrían circular en la siguiente temporada, pero ahora no hay circulación, entonces puede ser que las vacunas no sean tan efectivas. No sabemos qué cepa circulará. Además, la inmunidad del virus influenza, ya sea por vacuna o por contagio con la enfermedad es transitoria, dura entre seis y ocho meses”, indica Perret.
Para Chile, con este invierno, ya son dos temporadas sin influenza, lo que deja a la población sin inmunidad. “Sería esperable una temporada de influenza más complicada”.
Vacunación al alza
En Chile y en Estados Unidos, la autoridades sanitarias han hecho esfuerzos importantes para aumentar la cobertura de vacunación. En el país del norte, por ejemplo, lograron vacunar a casi 194 millones de personas, el decir el 59% de la población. “En Estados Unidos aumentó mucho la inmunización, se hizo mucha campaña para evitar la coinfección de los dos virus, no sabemos qué pasará el próximo año”, cuenta Poland.
Javier Tinoco, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes, destaca que el año pasado la cobertura de influenza en Chile estuvo cerca del 98% y que este año, con la cifra alcanzada hasta ahora, es probable que llegue a esos mismos nivels de cobertura, considerando además, que para este año se amplió la cobertura a menores y personas con enfermedades crónicas.
“En la medida en que se vayan desconfinando las comunas, veremos no solo más casos de influenza sino también de otros virus, pero no con la msima magnitud que teníamos antes de la pandemia. Con el uso de mascarillas, el lavado de manos y la distancia física, debieran ser más controlados”, dice Tinoco.
Lo mismo ocurriría con los niños. Los otros virus que los suelen afecta, en la medida en que se retome la actividad pueden surgir, pero no con la misma casuística debido a las medidas sanitarias que se deberán mantener.
De acuerdo a las cifras informadas hoy por el Ministerio de Salud, en el país se han vacunado (hasta ayer en la noche) al menos 3.845.887 personas contra la influenza de un total de 8.512.292 personas al que se espera inocular.
La doctora Perret reconoce que se amplió la cobertura de vacunación contra influenza de manera importante y “probablemente se haya hecho así preparando un escenario difícil”. “Si no mantenemos la vacunación, la inmunidad de influenza va a caer mucho, se requiere de la vacuna y la infección natural, con eso se protege a la población”.
Aunque no haya virus circulando, sí es importante vacunarse contra la influenza, dice la especialista, y hacerlo todos los años. “La inmunidad es transitoria, incluso aunque circule la misma cepa que el año anterior, es probable que no se tenga inmunidad”, explica la infectóloga.