“Ozempic Face”: otro de los efectos no deseados del producto de moda para bajar de peso
Orientado al tratamiento de diabetes tipo 2, este fármaco es tendencia mundial. Pero debido a la rápida pérdida de kilos que provoca, ya se ha comenzado a hablar del término que describe las consecuencias que deja en el rostro.
Desde 1998, cuando salió al mercado el Viagra, del laboratorio Pfizer, que un medicamento no causaba tanto revuelo como el producido en el último año por los que contienen semaglutida.
En Chile, bajo el nombre de Ozempic, de Novo Nordisk Farmacéutica, y con valores sobre los 200 mil pesos, pese a estar indicado para la diabetes de tipo 2, está de moda. Todo gracias a que en sus efectos está la disminución de peso. Reduciría hasta un 15% el peso corporal. Si una persona de 90 kilos inicia un tratamiento en un año podría perder más de 13 kilos.
Es tal la demanda, que Novo Nordisk informó que por Ozempic y Wegovy (otro inyectable de semaglutida GLP-1 que producen), generaron 4.800 millones de dólares en ventas en el tercer trimestre de 2023.
Su popularidad aumenta, pese a sus reacciones adversas. En Chile, en enero de 2023, el Instituto de Salud Pública (ISP), advertía reacciones gastrointestinales como náuseas, diarrea y vómitos, junto a otras como pancreatitis aguda, hipoglicemia, aumento de frecuencia cardíaca y complicaciones por retinopatía diabética.
Pero junto a todos esos, existe otro, el denominado “Ozempic Face”: los cambios faciales relacionados con una reducción de la grasa facial, que resultan en flacidez y arrugas. Pese a no ser un término médico o un diagnóstico, aclara Leonardo Parada, cirujano plástico miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, especialista de Clínica MEDS y del Hospital del Trabador, es una consecuencia en aquellos que usan el fármaco para disminuir kilos. Un envejecimiento tan acelerado como el descenso de peso.
No está originalmente orientado a perder peso, pero hoy en día hay nuevas presentaciones de la semaglutida autorizadas para ese fin. Su uso debe ser siempre indicado y guiado por un especialista, recalca Parada.
“Ozempic Face”: Otro de los efectos no deseados del producto de moda para bajar de peso
Una disminución de peso abrupta puede hacer retroceder la edad biológica, quienes adelgazan se ven más jóvenes. Pero no sucede lo mismo con el rostro. Y todo por el rol de la grasa, explica el especialista de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica.
En el envejecimiento natural, a nivel facial ocurre una pérdida gradual del volumen de grasa. “Todos notamos cuando envejecemos que el rostro de algún modo se cae, y eso es porque pierde grasa”, dice sobre un cambio que los tratamientos de cirugía plástica buscan atenuar.
Sin embargo, ante una baja masiva y rápida, como con Ozempic, eso se acelera. Disminuye drásticamente la grasa en la cara, lo que produce una apariencia poco juvenil.
¿Dónde pierde grasa el rostro? En las órbitas de los ojos, indica Parada, sobre un declive que hace que se marquen las ojeras y que los ojos se vean más hundidos. También en las mejillas y en la mandíbula. Lo mismo ocurre con los surcos nasogenianos, líneas que van de la nariz a los labios. “La persona se verá más vieja de lo que corresponde para su edad, por haber bajado tan rápido de peso”, advierte.
Pero eso no es todo. Si la disminución es muy abrupta, puede estar acompañada de déficit nutricionales. Eso hace, dice Parada, que se pierda en poco tiempo colágeno, elastina y vitaminas, lo que daña la calidad de la piel y contribuye a más arrugas y flacidez.
Uso indebido
Actualmente, el fármaco es ocupado por quienes no tienen diabetes tipo 2. El ISP informó varias veces en 2023 sobre quiebre de stock. Lo usan quienes no necesitan drogas para disminuir de peso, por eso, dice Parada, los efectos son más notorios.
Las drogas que contienen semaglutida deben ser bien utilizadas. “Son diseñadas originalmente para el manejo de la diabetes tipo 2, que tuvo como efecto adverso la baja de peso. Hay otras formulaciones, que en Chile no están disponibles, orientadas a la baja de peso, como Wegovy. Por eso, deben ser adecuadamente indicadas y no automedicadas, ni compradas por internet y tampoco recetadas por médicos no especialistas”, subraya.
Si pese a las advertencias, son tomadas por pacientes que no están en tratamiento de diabetes tipo 2, y se presenta las consecuencias en el rostro, Parada dice que la cirugía plástica tiene algunas herramientas enfocadas en restaurar el volumen. Lo más frecuente es el uso de rellenos como el ácido hialurónico.
Contradictoriamente aquello que se combate, también es una solución: la grasa. “La grasa es una súper aliada para mantener un rostro más joven”, indica el especialista sobre procedimientos en los que se usa grasa de otro sector del cuerpo y se inyecta para restaurar volumen y darle un aspecto más juvenil.
También hay rellenos como la hidroxiapatita de calcio, o el ácido poliláctico, un polímero biodegradable derivado del ácido láctico. La ventaja en esos casos es que son bioestimuladores, es decir, aumentan la producción de colágeno y generan mayor tensión de la piel, favoreciendo su apariencia. “En otro extremo estarían cirugías como lifting, para levantar el rostro”, indica.
Para quienes sí están en tratamiento por diabetes tipo 2, y no quieren sufrir esas consecuencias, recomienda acciones preventivas. Los bioestimuladores de colágeno o colocar rellenos mientras se produce la baja de peso, son alternativas. A su vez, tecnologías como láser o radiofrecuencia, ayudan a mantener una piel en mejor estado.
Parada reconoce que ha tenido un par de pacientes que consultan por un rostro más caído y que han sido usuarios de Ozempic. “Pero probablemente es algo que todavía no estamos viendo tan frecuentemente, porque el uso no está tan desbordado como en Estados Unidos. Su alto valor lo vuelve muy restrictivo. Pero probablemente es algo que va a ir apareciendo cada vez más”.
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