Pamela Chávez Crooker es una de las científicas más prominentes a nivel nacional. A su haber tiene 20 patentes, tres productos puestos en el mercado y dos premios Avonni (2015 y 2018), por sus aportes a la innovación. Actualmente es CEO de Domolif, su tercera empresa de base científica y tecnológica, y fundadora de Women Board Up, asociación que busca aumentar la participación de las mujeres en directorios de compañías.
Ahora suma un nuevo hito a su carrera: es la nueva decana y fundadora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), que para 2023 impartirá sus dos primeras carreras: Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil en Informática.
“Siempre fui criada para ser científica”, resume Chávez, quien desde los 14 años, siempre soñó con ser profesora de una universidad “Era mi máxima meta en la vida”.
Comenzó sus estudios de pregrado en Ingeniería en Acuicultura en la U. de Antofagasta, en la década de los 80, cuando Chile era muy diferente a lo que se conoce hoy. Luego se especializó en microbiología marina y continuó su especialización en Japón, donde realizó un magister y doctorado en la Universidad de Kioto, para luego complementar con un postdoctorado en Estados Unidos.
Después “volví a la U. de Antofagasta porque quise devolver un poco el desarrollo en mi universidad” donde creo un centro de biotecnología y la carrera de biotecnología.
En conversación con Qué Pasa, la nueva decana, conversa sobre su trayectoria, la importancia de adaptar las carreras a los nuevos tiempos y los desafíos que vienen con su nuevo cargo.
-¿Cuál es la importancia de tener mujeres en cargos de poder?
Es super importante desde luego por los temas de liderazgo porque es difícil. Cuando no pones mujeres en las organizaciones, en distintos escaños de poder, están poniendo un techo hasta dónde pueden llegar las mujeres en este lenguaje de oportunidad, porque no te ves reflejada.
Cuando tu pones mujeres en escaños de liderazgo, hay una identificación, hay un efecto por imitación, por espejo, yo me veo en ese liderazgo también, yo quisiera llegar a ese puesto también, pero cuando ves que hay un limite, y que nunca en la vida ha habido una mujer, lo dejas de desear porque ¿Cómo vas a ser la primera? si nunca ha existido, entonces esa señal que mandan las organizaciones es muy importante.
-¿Considera que contar con una decana mujer puede eliminar el sesgo de género en las carreras?
Absolutamente. Cuando tu pones a cargo un liderazgo femenino sin duda estás llamando más mujeres, hay una identificación también de que el llamado de verdad es para todas y todos. Entonces, yo espero poder motivar e inspirar a tener una facultad desde la mirada del área femenina de la ingeniería, que es un área más amigable, consciente de su entorno, más preocupado del medioambiente, más conciliador, y eso creo que hace mucha falta.
Hoy, por ejemplo, la industria se está moviendo hacia la mayor incorporación de mujeres, y por lo tanto, requiere nuevos profesionales mujeres para ir complementando los equipos. Nosotros queremos ser una inspiración, atraer más mujeres a esta carrera con una malla que se hace cargo de los frenos que puedes tener como mujer en la vida del estudio. Si yo necesito un respiro, necesito parar un tiempo, que eso no sea causal de tener que perder la carrera, sino que pueda volver en cualquier momento.
Entonces, está esa flexibilidad de hacernos cargo no de la boca para afuera, sino desde el liderazgo, por eso la visión de tener una decana mujer fue muy importante, y además la primera vez que es una decana fundadora, que diseña y hace las carreras con un equipo femenino.
-¿Cómo se sintió con la asignación de este nuevo cargo?
Más que ser decana, lo que realmente encontré muy hermoso es poder armar una facultad de una escuela de ingeniería, esa es la gran oportunidad, ser una decana fundadora en una universidad que ha sido siempre humanista, y tener un primer paso hacia las carreras STEM encuentro que es un desafío súper bonito, porque es un desafío grande.
El desafío de armar una escuela donde no hay nada es fantástico, porque no tienes que lidiar con toda la inmovilidad que existe hoy en día para hacer cambios como en otras escuela de ingeniería. Puedes partir de cero y puedes partir con una visión super moderna de cómo deberían ser las ingenierías hoy día y eso es un desafío que a mi me motivó a probar el proyecto.
-¿Cuáles son sus principales objetivos como decana?
Mi objetivo es poder tener una oferta de una ingeniería mucho más atractiva para los jóvenes de hoy. Una ingeniería, una malla, que te permita trabajar, que te permita estudiar y estar en la industria desde la industria y ser parte de la industria no a los cinco años, sino desde el año dos.
También tener una malla flexible que además toma los nuevos desafíos de la ingeniería. No queremos más ingenieros para hacer más de lo mismo, queremos ingenieros que vengan a resolver la circularidad, que se venga a hacer cargo de los problemas de la basura, del agua, de todos aquellos problemas que la ingeniería no ha absuelto hoy día en Chile.
-¿Cree que su trayectoria profesional ha sido más difícil, no por ser mujer, sino por trabajar en el área de la ciencia?
Absolutamente, y nos falta mucho más, porque falta entender los financiamientos para la ciencia, porque nos necesitan para salir al desarrollo, no hay desarrollo si no hay ciencia. No una ciencia que quede sólo en papers, sino una ciencia que sirva para resolver nuestros propios problemas y además, hacer soluciones que puedan ser exportables.
Nosotros necesitamos usar el conocimiento para hacer tecnología, eso nos va a llevar al desarrollo, y requiere la ruta de un gobierno activa que invierta en ciencia y tecnología. Porque ya nos dimos cuenta que Chile puede hacer tecnología de clase mundial.
-¿Cuál es su mensaje e invitación desde su nuevo cargo?
Necesitamos más modelos a seguir, necesitamos más mujeres liderando, una aporta un grano de arena pero necesitamos muchos más. Entonces es una invitación a inspirar, a motivar a que entren a esta escuela que las va a acoger con mucho cariño, las va a acoger en un lugar seguro, en un entorno seguro para que puedan hacer florecer todos sus talento, y va a ser seguro porque hay otra mujer velando por ella.
Mi invitación es a que por cierto todos los jóvenes postularan a esta nueva apuesta de una ingeniería mucho más sustentable, más circular, una nueva forma de estudiar más amigable, más flexible.
Pero también a las mujeres, el mensaje es para ellas, que sientan con toda seguridad que aquí van a poder tener una escuela que las acoja con mucho cariño, con mucha seguridad, las va apoyar en todo lo que necesitan para desarrollar y entrar en la industria, no las vamos a dejar sola, vamos a insertarlas en la industria.
Necesitamos más mujeres programadoras y la programación se esta llenando de hombres y necesitamos mujeres, porque la forma en que hacemos las cosas es distinta y eso es importante para que tengamos más inclusión y más equidad.
-¿Qué espera de las nuevas carreras de ingeniería UAH?
Necesitamos más sostenibilidad, necesitamos una nueva ingeniería para traer un mundo más sostenible, traer la escolaridad a la industria. Hoy día tenemos que limitar la forma en que estamos botando la basura y tenemos que eliminar los vertederos, entonces ¿cómo le damos un nuevo uso a la basura? ¿con qué procesos? ¿Qué materiales podemos sacar de la basura, que nuevas energías podemos sacar de la basura?
Hoy día podríamos estar produciendo hidrógeno desde la basura y en vez de eso estamos pensando que la única solución es un vertedero, entonces la invitación es a los jóvenes a que si quieren participar en el cambio para realmente combatir el cambio climático, que lo hagan desde la ingeniería, porque la ingeniería es la traducción de la ciencia, de las ciencias básicas, de la ciencia aplicada en un proyecto concreto y cómo hacemos las cosas.