Por años se ha discutido qué efectos tiene la música en el cuerpo y la mente de las personas, incluso algunas investigaciones postularon en algún momento propiedades de cierto tipo de música específico.

Según Pedro Maldonado, investigador del Centro de Ciencias Instituto de Neurociencia Biomedica (BNI) y de la Facultad de Medicina de la U. de Chile se ha visto una relación entre música y aprendizaje, por cuando el entrenamiento musical favorece el aprendizaje en matemáticas y otras áreas. La explicación estaría en que el esfuerzo que se hace por aprender música, capacita el cerebro en competencias generales que le ayudan en otros aprendizajes, como la matemática. "No es la música en sí la que ayuda al aprendizaje, sino el trabajo que requiere aprenderla, el que sirve para otras cosas", dice.

La música, también puede impactar en las emociones de las personas, pero nuevamente, aclara Maldonado, no es el tipo de música específico, sino lo que la música –como estímulo- provoca en un determinado individuo.

"Se trata de una experiencia sensorial unificada. Las personas, aprenden, conocen por distintas vías. Por ejemplo, si conoces a una persona en un momento en que no tienes, hambre, no tienes frío y estás escuchando una música que te agrada, esa personas te parecerá más agradable. Lo mismo, si una persona debe estudiar: si lo hace con música que le agrada, el momento será más placentero". Algo similar ocurre con los recuerdos. A veces, una persona adulta escucha una canción que cantaba y bailaba cuando era joven. Esa canción le evocará recuerdos de entonces, los amigos de esos años, las actividades que realizaba y hasta situaciones que creía olvidadas.

En nuestro cerebro no existe una sola estructura que decodifique este estímulo, sino que son muchas las partes del cerebro que se activan cuando oímos música, por lo tanto, hacerlo genera una activación de diferentes lugares.

En todo caso, Maldonado descarto que se las llamadas "música para la concentración", o la "inteligencia", tengan algún efecto. A su juicio, lo que hace la música es generar sensaciones, al igual que otro estímulos como los sabores, olores. "La música en general, tiene varios efectos fisiológicos distintos, puede ayudar a reducir estrés o relajar, pero no es el tipo de música, sino que lo que no provoca. El que la música clásica relaja, por ejemplo, es más una acción aprendida que efecto directo como tal. De eso, no hay muchos estudios", señala.

Musicoterapia

El neurólogo de Clínica Las Condes, Marcelo Miranda, señala que en algunas situaciones médicas, la música puede ayudar aunque no está del todo claro el mecanismo por el que actúa. "De alguna manera, ayuda en personas con distintas enfermedades crónicas como demencia, parkinson, depresión, autismo, alzheimer, secuelas de accidente vascular, se ha visto que la música ayuda. No se sabe exactamente el mecanismo, pero hay referencias en ensayos terapéuticos (cada vez más serios), que sí pude ser útil", dice.

Respecto de las hipótesis que se han planteado para explicarlo, el especialista señala que la música favorece los recuerdos y las emociones. "Disfrutar de una música que nos guste ayuda a una mayor conexión de neuronas. En el caso de los pacientes con alzheimer, por ejemplo, escuchar una música que le recuerde su juventud ayuda a activar zonas del cerebro que aún no están afectada por el proceso de deterioro, pero no mejora su condición. Son momentos en los que el paciente puede estar más conectado. Si se trata de pacientes con accidente vascular, se hay visto que la música ayuda a la regeneración neuronal", cuenta.

Lo ideal, según Miranda, es que los recintos de salud, públicos y privados, puedan contar con musicoterapia como una pare de la rehabilitación.

Sergio Hazard es tecnólogo en sonido y musicoterapeuta de la U. de Chile. Lo primero que aclara que es la musicoterapia no es una pastilla mágica ni receta estándar en el que la música se pueda usar como complemento en cualquier terapia y con cualquier paciente. "Se trata de una terapia basada en la música y los elementos que la constituyen como sonido, melodía, ritmo y hasta el silencio. Puede aplicarse en forma individual o grupal" señala.

La música pueda ayudar en terapias relacionadas con la neuro rehabilitación, intervención de grupos, salud mental, calidad de vida y bienestar y varios otros ámbitos como prevención o promoción de salud.

En el caso del Parkinson, por ejemplo, la música no solo puede ayudar a la calidad vida sino también al ritmo de marcha de esa persona, a calmar en casos de estrés, alivio del dolor, en educación, situaciones de crisis (como después de un terremoto).

"El estímulo sonoro musical, tiene el poder de apelar a las funciones cerebrales siempre que sea significativa para las personas, tiene que estar relacionada con la banda sonora de la vida de ese paciente o grupo", insiste Hazard. En este tipo de terapia, el paciente puede escuchar determinado tipo de música o bien ejecutar ciertos instrumentes e improvisar.