Pastillas, laxantes y diuréticos: alertan fuerte aumento de niños automedicándose para bajar de peso

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De acuerdo a un nuevo estudio, 1 de cada 10 adolescentes se han automedicado para bajar de peso en el mundo.


Los medicamentos para el control del peso corporal se han vuelto populares durante el último tiempo, y su uso, que debe estar controlado por un especialista, no siempre concuerda con la realidad, a pesar de las consecuencias que su automedicación puede provocar en la salud de las personas.

Un nuevo estudio, publicado en la conocida revista JAMA, alertó sobre que al menos uno de cada diez adolescentes en todo el mundo ha utilizado a lo largo de su vida productos para bajar de peso no recetados, ineficaces y potencialmente dañinos.

Una revisión de más de 90 estudios con más de 600.000 participantes de entre 12,8 a 18 años, dirigida por la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash, Australia, calculó que entre los jóvenes a nivel mundial, el 2% había usado estos productos en la última semana, el 4,4% en el último mes, el 6,2% en el último año y el 8,9% en su vida hasta el momento.

Asimismo, evidenciaron que las pastillas para adelgazar, los laxantes y los diuréticos fueron los productos sin receta utilizados con más frecuencia.

Estos hallazgos sugieren que, dada la ineficacia de estos productos para bajar de peso, junto con sus consecuencias dañinas para la salud a largo plazo, se requieren intervenciones para reducir el uso de productos para bajar de peso en este grupo de edad.

Advierten fuerte aumento de niños automedicándose para bajar de peso

El exceso de peso en adolescentes ha ido en aumento y desde edades más tempranas en la vida. En Chile un 35% de los niños y niñas de primero básico presentaban obesidad en 2021 y el 14% de esos niños y niñas tenían obesidad severa, según datos del Mapa Nutricional de Junaeb 2022.

Tener exceso de peso en la infancia es un factor que añade una dificultad adicional a lograr una baja de peso en la adolescencia ya que el cuerpo tiende a conservar una especie de tendencia natural al exceso de peso.

En Chile, se conocen cifras que hablan de cerca de un 70% de automedicación para la población general y en relación a cualquier tipo de fármaco.

Ana Claudia Villarroel, académica y diabetóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, dice que en práctica clínica, siente haber percibido más menores de edad con un mayor reporte de estas conductas y coincide con los resultados del metaanálisis, en que la mayoría de las personas son niñas adolescentes de estratos sociales más altos.

Sumado a que el efecto rebote de estas prácticas es la regla en la mayoría de los casos y es entonces cuando los padres se plantean la consulta con un médico especialista.

“Para mi, más frecuente aún es la consulta por indicación de estos productos por parte de médicos que los prescriben como terapia única, siendo que el éxito de estas terapias se ha descrito en relación en atención a los estilos de vida saludable”, agrega la especialista.

Además, existen determinantes sociales que favorecen la ganancia de peso desde la infancia lo que indica que la responsabilidad es compartida entre la persona y familia que vive con exceso de peso y la necesidad de desarrollar políticas públicas eficientes.

Isidora Truffello, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Los Andes, señala que más que ver el aumento de pacientes menores de edad que se automedican, le llama la atención el fácil acceso a este tipo de medicamentos y medidas para bajar de peso.

Esto, porque de acuerdo a la académica, buscar soluciones rápidas es algo que está instaurado en la sociedad actual, y no se miden las repercusiones a futuro y el impacto que puede tener en la salud física y mental hacer uso de éstas medidas sin supervisión médica.

¿Cuáles son las consecuencias de la automedicación?

Según Truffello, es importante tomarle el peso a la educación en salud, que aborda la salud física y mental. “Debemos considerar y poner en práctica la promoción de una imagen corporal realista y sana, fomentar la aceptación, la diversidad y el autocuidado. Junto con esto normalizar la intervención temprana, pedir ayuda y acudir a terapia”.

Villarroel advierte que, lo primero que uno debiera cuestionarse ante estas conductas es si se está en presencia de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) en el adolescente. Este trastorno puede ser tanto la causa como la consecuencia de la automedicación.

“Algunas señales de alerta de que los problemas de peso corporal están evolucionando a un trastorno alimenticio son los cambios drásticos en la alimentación, una preocupación excesiva por la imagen corporal, la evitación de comidas, el aislamiento social, cambios en el estado de ánimo, en el rendimiento, disminución de la atención entre otros”, dice la académica de la U. de los Andes.

Villarroel añade que a corto plazo probablemente puede haber sentimientos de júbilo cuando logran bajar de peso, o bien, de extrema frustración cuando no se ven resultados. “Esto último es muy relevante considerando que la población adolescente es por definición vulnerable al correcto manejo de sus emociones”.

En relación a síntomas y signos, la automedicación de un fármaco para bajar de peso va a hacer más posible que se asistan a todos los efectos adversos descritos para estos, por nombrar algunos: palpitaciones, aumento de la presión arterial, náuseas, vómitos, dolor abdominal y trastornos digestivos.

A largo plazo, explica la diabetóloga, y en el caso que el medicamento funcione y se continúe en una restricción calórica sin la adecuada supervisión “podrían aparecer trastornos de deficiencia de vitaminas y micronutrientes, deficiencia del consumo proteico y pérdida de la masa muscular, por nombrar algunos”.

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¿Podría provocarse una intoxicación por medicamentos para bajar de peso?

De acuerdo a la especialista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, todo medicamento tiene la posibilidad de producir reacciones adversas y muchas de ellas son dosis dependientes. Esto refuerza la necesidad de supervisión del adolescente en relación al uso de estos fármacos. Este aspecto incluye estar muy atentos a la presencia de un TCA si ocurren estas conductas.

Las recomendaciones internacionales hablan de éxito en el contexto de un programa multidisciplinario que incluya:

-Médico con formación en nutrición o un nutricionista

-Especialista en salud mental en el área de la sicología y/o siquiatría

-Profesional de kinesioterapia.

Explica que se recomienda al menos 16 o más sesiones en un plazo de 6 meses y seguimiento por un período de un año o más si se necesita.

Agrega que, hay que abordar áreas de los estilos de vida como la calidad de sueño, el uso indiscriminado de las pantallas (PC, celular, similares) y el manejo del estrés que son altamente prevalentes en este grupo etario.

En la mayoría de los casos se deben realizar exámenes médicos para diagnosticar causas y consecuencias del exceso de peso debido a la alta tasa de síndrome metabólico con y sin diabetes o prediabetes y el aumento de riesgo de enfermedades cardio y cerebrovasculares.

Es ideal que se haya conversado en familia el tema y que se tenga una fuerte motivación tanto del adolescente como de sus padres o tutores ya que el correcto manejo del exceso de peso en un adolescente necesariamente va a involucrar cambios en toda la familia. Al respecto es muy importante recordar que a los adolescentes se les educa mucho con el ejemplo.

Más niñas en el mundo

El estudio internacional, también mostró que las niñas son significativamente más propensas que los niños a buscar estos productos: casi 1 de cada 10 niñas había usado un producto para bajar de peso no sólo durante su vida, sino también durante el último año de la investigación.

Sin embargo, cabe mencionar que la investigación, da cuenta que además de las mujeres los grupos de mayor riesgo son adolescentes con problemas de uso de sustancias, la comunidad LGTBQ+, adolescentes con enfermedades crónicas como diabetes tipo 1, desórdenes alimenticios y deportistas de elite, que muestran que igualmente han aumentado los problemas de estigma de peso en hombres.

Truffello señala que los problemas relacionados con el peso corporal pueden deberse a una combinación de factores socioculturales, presiones mediáticas, estándares de belleza poco realistas, cambios en los estilos de vida, específicamente en los hábitos alimenticios, esto le puede pasar a cualquiera, independientemente su sexo.

Marianela Riffo Morales, psicóloga encargada del Área de Salud Mental del Departamento de Salud Estudiantil de la Universidad de la Serena (USerena), añade que esta realidad sobre las niñas existe porque las mujeres reciben más comentarios públicos acerca de sus cuerpos. “Y eso ha sido  una realidad presente acá en nuestro país”.

Asimismo, el género femenino está expuesto a más imágenes de un ideal de cuerpo a través de los medios de comunicación cumplen un rol muy importante con respecto a transmitir los ideales y los estereotipos con respecto al género, incluyendo estereotipos del cuerpo y el género propiamente tal. “Desde el punto de vista de perspectiva de género, existe una autoconciencia que es un monitoreo vigilante constante en la apariencia externa del cuerpo que estaría en mayor medida hacia el género femenino” añade la psicóloga.

Existen estudios pilotos donde se muestra que, el 72,6% de las mujeres ha recibido comentarios negativos hacia su cuerpo de parte de familiares y amigos, mientras que 31% señaló haber recibido comentarios percibidos cómo molesto inadecuados de parte de un profesional de la salud.

“Por lo tanto, es un tema súper relevante porque no solamente implica a la persona de manera individual, sino al contexto social y cómo estos estereotipos sociales van incidiendo en el malestar emocional de la persona y eso se ve de alguna manera, más marcado en el en el sexo mujer” enfatiza la especialista de USerena.

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