Ómicron y sus variantes quizás puedan dejar de existir en los próximos meses y Delta, que en rigor nunca se ha desvanecido, podría resurgir con más fuerza. Es lo que sugieren científicos israelíes que analizaron la circulación de Delta durante el ascenso de Ómicron y el que fue publicado en la revista Science of the Total Environment.
Para ello, los científicos de la Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU) en Israel, desarrollaron un sistema para diferenciar variantes que aún circulan en aguas residuales, lo que entrega indicaciones más precisas de dónde está activo el Sars-CoV-2, incluso cuando los PCR y las pruebas rápidas de personas disminuyen.
Durante el estudio, supervisaron las aguas residuales en la ciudad de Beer-Sheva desde diciembre de 2021 hasta enero de 2022 y notaron una “interacción perturbadora” entre las variantes Ómicron y Delta.
“La circulación continua del Sars-CoV-2 da como resultado mutaciones y la aparición de varias variantes. Hasta ahora, cada vez que aparecía una nueva variante dominante, superaba a su predecesora después de un breve período paralelo”, señaló el equipo liderado por el académico de la Universidad Ben-Gurion del Negev, Ariel Kushmaro y la Dra. Karin Yaniv.
Por eso, contradiciendo la dinámica esperada, en la que la variante Delta disminuye a medida que aumenta la variante Ómicron, los resultados recibidos de la detección de aguas residuales indicaron una circulación críptica de Delta incluso con los niveles aumentados de Ómicron, dijeron.
Kushmaro y sus colegas,escribieron que, según su modelo de análisis, se espera que Delta continúe circulando en gran medida sin ser detectado, lo que ellos llaman circulación críptica, hasta que provoque una nueva ola.
Después de monitorear los patrones de las dos variantes, los investigadores concluyeron que es probable que Omicron y sus subvariantes desaparezcan pronto, pero Delta ha mostrado una resistencia tan fuerte que bien podría resurgir.
“Por supuesto, hay muchos factores involucrados, pero nuestro modelo indica que podría haber otro brote de Delta u otra variante de coronavirus este verano (invierno en Chile)”, advirtió Kushmaro.
“En este estudio, identificamos que incluso cuando Ómicron estaba en su punto más alto en las aguas residuales, Delta todavía estaba circulando”, agregó. “Los patrones que vemos indican que Ómicron está en desaparición, pero Delta ha sobrevivido y está posicionado para posiblemente resurgir”.
Nicolás Muena, virólogo e investigador de Fundación Ciencia y Vida, explica que lo más relevante de este estudio, es que los investigadores proponen una herramienta súper potente, pero como se utiliza a partir de un modelo predictivo, “podría no necesariamente cumplirse (lo que se plantea)”.
Porque detectar por mucho tiempo una variante en agua residual, no significa obligatoriamente “que la variante se encuentra en un alto porcentaje de la población” y puede ser que se mantenga en números muy bajos. Además, lo que estudiaron fue específicamente aguas residuales de Israel, y “no necesariamente puede pasar en todo el mundo o Chile”, añade Muena.
En cualquier caso, el equipo científico israelí recomendó la epidemiología basada en aguas residuales como una “herramienta conveniente y representativa para la contención de una pandemia”.
Muena señala que una variante en particular se mantenga durante mucho tiempo, “personalmente, creo que es improbable, porque el virus a medida que avanza va a seguir mutando”.
¿Nueva ola de Delta?
A pesar que el estudio muestra que la circulación de Delta permanece, son muchos los estudios que muestran que la variante ya ha sido reemplazada por Ómicron en gran parte de la población, como es el caso de Reino Unido, donde un estudio publicado en Science Translational Medicine, muestra que Delta había sido reemplazado casi por completo en aquel país un mes después del primer caso doméstico secuenciado de BA.1.
El investigador de Ciencia y Vida, señala que aunque la población conoció Delta con ciertas características, como que podía producir una enfermedad más grave, y que podía derivar en una mayor tasa de hospitalización, en el caso hipotético de que resurgiera, “la enfermedad no solo va a depender de la variante, sino también de la persona a la que se infecta”.
Pero los investigadores israelíes señalaron que los hallazgos de su investigación se extienden mucho más allá de Israel e indicaron que, a nivel internacional, Delta aún representa una amenaza mayor de lo que se supone en general. “Delta podría resurgir en su forma actual, o podría extenderse en forma de una nueva subvariante”, predijo Kushmaro.
Agregó que la resiliencia de Delta sorprendió a su equipo. “Antes veíamos que cuando sube una variante desaparecen otras; pero esto no parece haber sucedido con Delta, que parece tener cierta capacidad de supervivencia”, dijo.
Muena dice que si regresara, aunque en forma de un sublinaje de la cepa original o con ciertas mutaciones, esta variante “no se va enfrentar a la misma población a la que se enfrentó cuando surgió Delta hace bastante meses atrás”.
“Ello no quiere decir que nuevamente vamos a tener nuevas olas de Delta”, señala el Dr. Carlos Pérez, infectólogo Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián. Porque en primer lugar, muchos ya se contagiaron con esta cepa, “así que con algún grado de protección debieran quedar al reinfectarse con la misma variante”.
Por otro lado, están las vacunas, que ya es de público conocimiento que efectivamente protegen contra enfermedades graves, tanto para la variante Delta como también lo hacen con Ómicron en menor grado, explica el especialista.
De hecho, dice Muena, una misma variante “no va a generar la misma enfermedad en dos individuos distintos, y tampoco va a generar la misma enfermedad en el mismo individuo en dos periodos distintos”.
En tanto, con el cambio de contexto en la población ya sea por los contagios y/o inmunización, “no me parece que exista un riesgo de que tengamos nuevas olas de variante Delta, pero no me extraña que delta siga circulando como lo muestra este estudio”, comenta el Dr. Pérez.