PlayStation 5 vs Xbox Series, frente a frente: ¿Cuál elegir y por qué?
Si bien las versiones más costosas son técnicamente similares -no así en su costo-, es en las ediciones digitales donde se ven las verdaderas diferencias, con gustos para todo tipo de jugadores.
La mesa ya está servida. Tras ocho años de espera desde el lanzamiento de PlayStation 4 y Xbox One, la nueva generación protagonizada por PlayStation 5 y Xbox Series ya se encuentra disponible para los usuarios de todo el mundo, con pocos juegos exclusivos hasta ahora, pero con atractivas características nuevas para entusiasmar a los fanáticos.
Estas dos consolas son extremadamente potentes, capaces de jugar en calidad 4K a hasta 120 cuadros por segundo, con soporte para “Ray Tracing” (‘trazado de rayos’ en español, tecnología que se encarga de mejorar las iluminaciones, sombras y reflejos de los videojuegos), y tiempos de carga súper rápidos.
Y aunque ambas consolas son innovadoras, avanzadas y muy diferentes en apariencia, ¿Cuál es la más adecuada para lo que buscamos?
Etapa de transición
En cuanto a especificaciones internas, PlayStation 5 y Xbox Series X no están muy distanciadas, aunque en el papel Microsoft parece tener la ventaja en poder de procesamiento.
En los últimos meses hemos visto a ambas compañías intentar diferenciar sus consolas, particularmente en términos de diseño. PlayStation 5 se erige como una máquina imponente, la más grande que jamás haya fabricado Sony, mientras que Xbox Series X tiene similitudes con un PC para juegos gracias a su forma cuboide. Independiente del diseño, en funcionamiento ambas logran mantenerse frescas y silenciosas, a diferencia de generaciones anteriores.
Así, Sony se ha enfocado en aumentar la sensación de inmersión en los juegos con su nuevo controlador DualSense y sus movimientos hápticos, además de continuar brindando juegos exclusivos. Por otro lado, Microsoft confía en la pura propuesta de valor de Xbox Game Pass para atraer usuarios a su ecosistema.
Por suerte para los coleccionistas, ambos sistemas son compatibles con versiones anteriores. Sin embargo, PlayStation 5 sólo admite títulos de PlayStation 4, mientras que Xbox Series X es compatible con juegos de todas las generaciones de Xbox.
¿Y qué podremos jugar? Por lado y lado hemos visto juegos como Marvel’s Spider-Man Miles Morales, actualizaciones de Gears 5, y títulos de otras empresas como Assassin’s Creed Valhalla, nuevas entregas de Call of Duty, y otros por llegar como Cyberpunk 2077 o Halo Infinite. Es importante recalcar que por ahora, tanto la octava como la novena generación se encuentran compartiendo terreno, y al menos hasta la Navidad de 2021 estaremos en una etapa de transición, por lo que los juegos serán compatibles en todos los sistemas hasta que comiencen a llegar las exclusivas.
Lo anterior adquiere relevancia si consideramos los precios por acceder a una tecnología nueva, pero que para muchos, aún no justifica su precio. ¿La razón? los desarrolladores toman tiempo para acostumbrarse y sacar el máximo potencial al aparato, algo que veremos a medida que pasen los años.
Cambio de mando
Como nunca había ocurrido antes, tanto Sony como Microsoft han adoptado un enfoque similar en sus especificaciones técnicas, una herramienta más del marketing que a su manera, cada empresa decidió impulsar pero que no deja de sonar compleja para quienes no manejen estas terminologías.
PlayStation 5 funciona con una versión personalizada del chipset AMD Ryzen de tercera generación, con ocho núcleos con la nueva arquitectura Zen 2 y gráficos Navi de la compañía. Su procesador funciona a 3,5 GHz, y su procesador gráfico ofrece 36 unidades de cómputo que se ejecutan a 2,23 GHz y ofrecen 10,28TFLOP. Esas partes están emparejadas con 16 GB de GDDR6 con un ancho de banda de 448 GB/s, lo que implica que PS5 puede admitir funciones como el ya mencionado trazado de rayos, técnica de iluminación de alto rendimiento que anteriormente se reservaba a las costosas tarjetas gráficas de PC de alta gama, y que ahora sabemos que estará integrada en la consola de Sony.
Además, PS5 admitirá resoluciones de pantalla de hasta 8K, mucho más altas que la HD estándar de 1080p de los televisores de la mayoría de las personas, y mucho menos que el cada vez más popular 4K. También funcionará a frecuencias de actualización de 120Hz, lo que permite un movimiento mucho más suave en los juegos si es que contamos con una pantalla compatible con HDMI 2.1. Se trata de especificaciones increíblemente potentes en rendimiento, pero no esperemos a que un juego alcance estos estándares con regularidad, ya que se requiere un televisor muy costoso. Aún así, al menos PS5 hará que 4K/60fps sea más común, algo que no ocurría con la generación pasada de consolas.
Quizás el elemento más interesante de PS5 es el almacenamiento SSD. Esta unidad de estado sólido es una pieza de hardware hecha a medida, que ofrece hasta 825 GB de almacenamiento con un rendimiento bruto de 5,5 GB/s (y hasta 9 GB/s de datos comprimidos). Esto da como resultado tiempos de carga excepcionalmente rápidos al iniciar un juego, permitiendo a los desarrolladores superar muchos cuellos de botella de transmisión y datos.
La consola de Sony también admite audio 3D inmersivo en sus auriculares a través del llamado Tempest Engine, tecnología que puede manejar cientos de fuentes de sonido para un entorno de audio más realista. Además, el controlador DualSense emplea retroalimentación háptica, reemplazando la tecnología de vibración del DualShock 4, pudiendo simular todo tipo de vibraciones sutiles en la mano. La retroalimentación háptica permite a los desarrolladores ajustar las sensaciones que experimentan los jugadores, como la sensación de lluvia o correr por una playa.
El control también cuenta con activadores adaptativos, que permiten a los desarrolladores programar la resistencia para simular acciones con mayor precisión. Así, podemos sentir la tensión de tirar hacia atrás de la cuerda de un arco, el retroceso de una pistola o golpear un balón en un juego de fútbol.
Sin embargo, esto hace que el antiguo controlador DualShock 4 no sea compatible con los nuevos juegos exclusivos de PS5. Si bien seguirá funcionando con los juegos de PS4, gracias a la compatibilidad con versiones anteriores, no podremos usarlo con títulos de la próxima generación.
Más potente
Técnicamente, Xbox Series X también utiliza componentes internos de AMD personalizados con la misma arquitectura Zen 2 y RDNA 2 de PS5, lo que la hace dos veces más potente que Xbox One X. Su tarjeta gráfica cuenta con 12 teraflops de rendimiento, con 3328 sombreadores asignados a 52 unidades. Funciona a 1.825 GHz bloqueados y, a diferencia de la mayoría de los procesadores gráficos, no fluctúa entre velocidades. En cambio, ofrece la misma velocidad de reloj independientemente de la temperatura de la unidad o del juego que esté jugando.
El procesador es una CPU AMD Zen 2 personalizada, con ocho núcleos y 16 hilos. Los desarrolladores pueden modificar algunos parámetros para alcanzar una velocidad máxima de 3.8GHz.
Xbox Series X admite una resolución de 8K y una frecuencia de actualización de 120Hz a 4K, pero nuevamente considerando un televisor compatible con HDMI 2.1. La consola también coincide con PS5 al ofrecer capacidades de trazado de rayos DirectX, y está equipada con un SSD NVMe interno de 1TB súper rápido expandible.
La RAM estándar será de la variedad GDDR6, y la Xbox Series X incluye 16 GB, una mejora agradable sobre la GDDR5 de 12 GB de Xbox One X. Estas especificaciones muestran una ligera ventaja para la Xbox Series X sobre PS5 en términos de rendimiento en bruto, pero hasta ahora la brecha en el rendimiento en el mundo real, por quienes la han probado, ha sido indistinguible.
Fuera de estos tecnicismos, Microsoft ha asegurado que Xbox Series X funcionará con todos los controladores de Xbox en todos sus juegos, y añadió una función para compartir contenido que fue muy solicitada por los usuarios.
También tiene una función llamada Quick Resume, que permite suspender varios juegos a la vez, para que podamos comenzar con otro título y luego retomar donde dejamos el juego anterior en cuestión de segundos.
Además, Microsoft añadió algunas características nuevas e ingeniosas como Smart Delivery, que actualizará el juego a la “mejor versión posible” cuando lleguen en el futuro. Así, por ejemplo, podremos adquirir un juego como Cyberpunk 2077 para Xbox One, con la seguridad que podremos jugar la versión mejorada en Xbox Series X sin costo adicional.
¿Cuál elegir?
La elección de la consola, como mencionamos al inicio, depende de lo que estemos dispuestos a gastar, así como si nos interesan ciertas exclusivas -el fuerte de PS5-, o bien tener un catálogo de dónde elegir desde el primer día, como ocurre con Xbox Game Pass. Cabe señalar que muchos juegos están disponibles en ambas consolas, por lo que ni siquiera podremos inclinarnos por ese lado.
Es entonces cuando vale la pena mencionar las ediciones digitales de las consolas, que sí hacen una diferencia con respecto a sus hermanas mayores, mucho más parejas técnicamente.
En este caso, Xbox Series S aparece como una alternativa más asequible, aunque menos poderosa en cuanto a imagen, no tiene lector de disco, y es más pequeña. Sony ofrece una versión completamente digital de PS5, técnicamente y en diseño igual a su versión con disco, pero algo más cara que su par de Microsoft.
Una de las razones por las que la PS4 demostró ser la consola más popular durante la última generación fue el hecho de que se lanzó a un precio más atractivo que Xbox One. Esta última llegó un año más tarde en mercados como Chile, y su precio aumentó al incluir el alguna vez popular sensor de movimiento Kinect, eliminado en revisiones posteriores de la consola.
Hoy como sabemos, las fuerzas están más equilibradas y ambas ya pueden ser adquiridas en línea. En Chile PlayStation 5 tiene un costo de $649.990; y su “edición digital” a $499.990. Por otro lado, Xbox Series X llega a un precio de $529.990, y Xbox Series S por $319.990.
Dicho esto y dejando a los gamers más exigentes, Xbox Series S parece la más adecuada para quienes no se interesen por los juegos físicos, quieran tener un amplio catálogo con juegos de anteriores generaciones (pagando la suscripción a Xbox Game Pass), y no dispongan de tanto dinero al principio.
En caso de ser fanático de los juegos de PlayStation, su edición digital es igualmente atractiva, pero sumando la potencia de imagen. Aún así, cabe recordar que en este último caso, estas consolas pierden la capacidad de reproducir discos Blu-Ray 4K.
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