En el cuento de Liu Cixin, La Tierra Errante, se expone un escenario en que los líderes del planeta acuerdan expulsarla del Sistema Solar, para así escapar de una llamarada solar que espera engulla a los planetas.
El portal Live Science se preguntó si ese escenario es posoble, es decir si ¿la Tierra podría abandonar el Sistema Solar? Aunque “es muy poco probable”, dijo al portal Matteo Ceriotti, ingeniero aeroespacial y profesor de ingeniería de sistemas espaciales en la Universidad de Glasgow en el Reino Unido, poco probable no es sinónimo de imposible, aseguró.
Aunque el escenario propuesto por Cixin responde solo a una historia de ficción, Ceriotti asegurpó que no es “imposible”, y explicó a Live Science que si un objeto interestelar masivo volara a través del espacio entrando en nuestro Sistema Solar y pasando cerca de la Tierra, este podría hacer que se alejara de su órbita a través de la acción del objeto.
El hecho es conocido como sobrevuelo, y pasaría que “la Tierra y el objeto intercambiarían energía e impulso, y la órbita de la Tierra se interrumpiría. Si el objeto fuera rápido, masivo y lo suficientemente cercano, podría proyectar la Tierra en un órbita de escape dirigida fuera del Sistema Solar”, sostuvo el ingeniero espacial.
En la misma línea, Timothy Davis, profesor titular de física y astronomía en la Universidad de Cardiff en el Reino Unido, señaló que si bien es un escenario factible, es muy dudoso que suceda, al menos en un futuro cercano.
Davis dijo al sitio WordsSidekick.com que está de acuerdo en que teóricamente la Tierra sí podría ser expulsada y tiene su propia hipótesis de cómo podría suceder.
“Los planetas, tal como existen en este momento, están en órbitas estables alrededor del Sol. Sin embargo, si el Sol tuviera un encuentro cercano con otra estrella, entonces las interacciones gravitatorias de estos cuerpos podrían perturbar estas órbitas y potencialmente causar que la Tierra sea expulsada del Sistema Solar”, dijo Davis al portal.
Aunque aquellos encuentros estelares son inusuales, se sabe que la estrella Gliese 710 se acercará bastante al Sol, pero en alrededor de un millón de años, e incluso es poco probable que ese sobrevuelo perturbe a los planetas, dijo Davis, profesor de Física y Astronomía.
Parece poco probable y muy lejano que una fuerza externa obligue al planeta Tierra a salir del Sistema Solar, al menos en un futuro previsible. Pero si esto llegara a pasar, “la Tierra volaría al espacio interestelar hasta que otra estrella o un agujero negro la capturara o la tragara”, dijo Ceriotti, y pobablemente resultaría en la aniquilación de gran parte, si no toda, la vida del planeta, agregó.
Lo anterior debido a que sin el Sol, el clima global de la Tierra se desequilibraría variando en las temperaturas drásticamente. Davis agregó que “cuanto más se alejara la Tierra del Sol, más baja sería su temperatura. Eventualmente se congelaría por completo. La única fuente natural de calor que quedaría sería la descomposición de los elementos radiactivos en la corteza terrestre que quedaron de la formación del Sistema Solar”.
El académico agregó que algunos extremófilos (animales o plantas que pueden vivir en ambientes extremos) podrían resistir con la poca energía restante de la Tierra, pero la vida compleja se terminaría por completo, ya que el calor radiactivo solo podría mantener al planeta en una temperatura alrededor de menor 230 grados Celsius. " A estas temperaturas, la mayor parte de la atmósfera también se congelaría, dejando a la Tierra como un mundo muerto y helado que se precipita entre las estrellas”, dijo Davis.
Certezas sobre el futuro de la Tierra y el Sol
Una investigación de la Agencia Espacial Europea afirma que durante sus últimos años el Sol tiene casi 4.570 millones de años, y en unos cinco mil millones de años más, dentro de su último tiempo de vida devorará planetas cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra.
En sus últimos años perderá todos sus poderes vitales. “A medida que el combustible de hidrógeno se agota en su núcleo y comienzan los cambios en el proceso de fusión, esperamos que se hinche hasta convertirse en una estrella gigante roja, bajando la temperatura de su superficie en el proceso”, explica el estudio.
El estudio concluyó que el Sol alcanzará temperaturas máximas en unos 8 mil millones de años en el futuro y luego disminuirá la temperatura de la superficie y aumentará su tamaño. Convirtiéndose en una gigante roja en torno a los 10 mil u 11 mil millones de años de edad, tragándose a los planetas cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra. Finalmente después de esta fase, terminará en una tenue enana blanca.
Este proceso se conoce como “sumersión planetaria”, y es común en el ciclo de vida de los sistemas estelares. “Lo más probable es que éste sea el final de nuestro propio Sistema Solar y con él, de la Tierra misma”, indicó Becky Ferreria, periodista de ciencia en The New York Times.