Un grupo de científicos chilenos publicó una carta en la revista Science donde hacen un llamado al Gobierno a conceder la administración de la isla Guafo y sus aguas circundantes a las comunidades indígenas lafkenches que históricamente han desarrollado actividades culturales y de subsistencia en la zona. De esta manera, se podría proteger estos ecosistemas y, a la vez, ceder la isla a los pueblos indígenas que la reclaman, argumentan los investigadores.
La isla Guafo es un lugar paradigmático desde el punto de vista de la conservación. Uno de los investigadores que firma la carta, el biólogo marino del Programa Austral Patagonia de la UACh, Rodrigo Hucke, ha trabajado en los alrededores de isla Guafo identificando ballenas azules, jorobadas y sei. Hucke cuenta que a Guafo la llaman “la mini Galápagos de Chile”, porque “es uno de los pocos bastiones relativamente intactos que van quedando, producto de su difícil acceso. Es super importante conservar la isla y sus aguas adyacentes lo mejor posible”, señala. El investigador explica que Guafo tiene la mayor población reproductiva de la fardela negra (Ardenna grisea), especie de ave marina que nidifica en esa isla, además de chungungos, poblaciones de lobo fino austral y lobo marino común, y la visitan delfines y ballenas.
Hucke asegura que esta isla es representativa respecto de los problemas ambientales que enfrenta toda la Patagonia. “Si perdiéramos ese lugar, la verdad es que quedarían pocas opciones para resguardar sitios prístinos en nuestra Patagonia, en particular con industrias que se están expandiendo en forma considerable, como la salmonicultura. Esta actividad ha traído un incremento en el tráfico marítimo y sabemos que eso tiene incidencia directa con las ballenas, por los potenciales choques con estos animales. Ya hay varios registros al respecto en la zona, sin perjuicio de los efectos ecosistémicos de esa actividad”, apunta el investigador.
Según el Premio Nacional de Ciencias 2010, Juan Carlos Castilla, en la Patagonia es necesario hacer esfuerzos de conservación mixtos, entre el Estado y las comunidades, y esta es una ocasión propicia para llevarlo a cabo. “Acá hay una oportunidad de conservación ligada a los pueblos originarios, eso es lo bonito de este cuento”, agrega el científico, quien es otro de los firmantes de la carta. Por eso, insisten los científicos, es fundamental que se apuren los procesos de la ECMPO (Espacios Costeros Marinos Pueblos Originarios) que solicitaron los pueblos originarios, con apoyo de WWF Chile. Esto se refiere a un mecanismo que establece la ley 20.249 de Áreas Marinas y Costeras para los Pueblos Indígenas Mapuche-Lafkenche para destinar un Espacio Costero Marítimo (ECMPO) para la preservación de los usos y costumbres indígenas.
Los autores de la carta son el biólogo del Instituto de Ecología & Biodiversidad, Pablo Marquet; la bióloga y académica de la UC, Aurora Gaxiola, y el sociólogo del Centre National de la Recherche Scientifique Institut Interdisciplinaire d’Anthropologie du Contemporain (Francia), Alfredo Pena-Vega, además de Castilla y Hucke.
Hace unas semanas salió a la luz pública la puesta en venta de la isla Guafo por US $ 20 millones. “Esta isla fue adquirida por empresarios porque tiene carbón, pero nunca lo explotaron”, dice Castilla. La agenda para lograr la carbono neutralidad del país al 2050 afectó seriamente los planes de desarrollar minería de carbón en la zona y, con ello, su valor comercial, por lo que los dueños decidieron ponerla a la venta.
Los firmantes recalcan en la carta que “al gobierno chileno le corresponde dar un ejemplo de política patagónica protegiendo la isla Guafo y su ecosistema marino circundante, exigiendo que la industria salmonera retire sus operaciones de las aguas protegidas adyacentes a áreas protegidas y otorgando a los pueblos indígenas los derechos sobre sus tierras ancestrales”.