La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta a aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo, sin importar la edad. En la infancia y la adolescencia, la epilepsia puede tener un impacto significativo en el desarrollo y la calidad de vida.
Oran Knowlson, de 13 años, padecía de ataques epilépticos graves e incluso necesitaba reanimación con frecuencia debido a las convulsiones. El adolescente fue el primero del Reino Unido en recibir un implante cerebral para tratar la epilepsia, entregando resultados prometedores: sus convulsiones diurnas han reducido en un 80%.
Por primera vez niño recibe un implante cerebral para combatir epilepsia: resultados son muy prometedores
Oran padece el síndrome de Lennox-Gastaut, una forma severa de epilepsia que generalmente comienza en la infancia, con frecuencia entre los tres y cinco años de edad. Se caracteriza por varios tipos de convulsiones, que a menudo son difíciles de controlar, y por un retraso en el desarrollo o problemas de aprendizaje. Es una de las formas más graves de epilepsia y puede ser resistente a muchos tratamientos.
En el caso de Oran, su enfermedad comenzó a los tres años, y desde entonces ha sufrido convulsiones diarias, que podían superar las 100 en un día. En ocasiones, incluso dejaba de respirar y necesitaba reanimación. Esto significaba que Oran necesitaba atención las 24 horas del día, ya que las convulsiones podían ocurrir en cualquier momento del día, y tenía un riesgo significativamente mayor de muerte súbita inesperada en epilepsia (SUDEP).
Martin Tisdall, profesor asociado honorario de la University College London (UCL) y neurocirujano pediátrico consultor del Hospital Great Ormond Street (GOSH), dijo en un comunicado: “Todos los días vemos los impactos de la epilepsia incontrolable que amenazan y limitan la vida. Puede hacer que la escuela, los pasatiempos o incluso simplemente ver un programa de televisión favorito sea absolutamente imposible”.
Por su condición, forma parte del proyecto CADET (sigla en inglés de ensayo de estimulación cerebral profunda adaptativa infantil para la epilepsia), que consta de una serie de ensayos que evalúan la seguridad y eficacia de la estimulación cerebral profunda para la epilepsia grave.
En octubre de 2023, cuando tenía 12 años, recibió el neurotransmisor Picostim, fabricado por la empresa británica Amber Therapeutics, en el GOSH. El dispositivo recargable se monta en el cráneo y se conecta a electrodos en lo profundo del cerebro para reducir la actividad convulsiva.
El neuroestimulador ha reducido las convulsiones diurnas de Oran Knowlson en 80%. Su madre, Justine, dijo en el comunicado que su hijo era más feliz, más hablador y tenía una calidad de vida mucho mejor desde que recibió el dispositivo. “El futuro parece esperanzador, cosa que ni se me hubiera ocurrido decir hace seis meses”, afirmó.
La estimulación cerebral profunda (DBS) es un tratamiento que implica cirugía para insertar un pequeño dispositivo que estimula partes específicas del cerebro, dice el comunicado. El equipo insertó dos electrodos profundamente en el cerebro de Oran hasta llegar al tálamo, que es un centro de señales eléctricas en el cerebro.
Los extremos de los cables se conectaron al neuroestimulador, un dispositivo cuadrado de 3,5 cm y 0,6 cm de grosor que se colocó en un hueco del cráneo de Oran donde se había extraído el hueso y se ancló mediante tornillos. Se espera que el dispositivo bloquee las vías eléctricas y, en consecuencia, detenga la propagación de las convulsiones.
El dispositivo se recarga a través de auriculares portátiles, que se pueden utilizar mientras se mira un vídeo o se interactúa con una tableta. Esto también significa que no requiere cirugía para reemplazarlo cada tres a cinco años.
Ahora Oran ha tenido una mejora considerable, está más alerta y ya no tiene convulsiones en el día. Sus convulsiones nocturnas también se han reducido y son más breves y menos graves, dijo su madre a la BBC. “Definitivamente lo recuperaré lentamente”.
“Para Oran y su familia, la epilepsia cambió completamente sus vidas y, por eso, verlo montar a caballo y recuperar su independencia es absolutamente asombroso. No podríamos estar más felices de ser parte de su viaje”, dijo Tisdall en el comunicado.
El proyecto CADETE ahora reclutará a tres pacientes más con síndrome de Lennox-Gastaut, con el propósito de reclutar 22 pacientes que participen en un ensayo completo.
“La estimulación cerebral profunda nos acerca más que nunca a detener las crisis epilépticas en pacientes que tienen opciones de tratamiento efectivas muy limitadas. Estamos entusiasmados de construir la base de evidencia para demostrar la capacidad de la estimulación cerebral profunda para tratar la epilepsia pediátrica y esperamos que en los años que vengan sea un tratamiento estándar que podremos ofrecer”, dijo Tisdall.
El equipo planea hacer que el neuroestimulador responda en tiempo real a los cambios en su actividad cerebral, en un intento de bloquear las convulsiones cuando estén a punto de ocurrir, informó la BBC. Justine dijo que estaba muy entusiasmada con la siguiente fase del ensayo: “El equipo de Great Ormond Street nos devolvió la esperanza... ahora el futuro parece más brillante”.