Por qué algunas personas envejecen como las orquídeas y otros como dientes de león

A medida que la población mundial envejece, resulta cada vez más importante comprender la variabilidad del envejecimiento cognitivo. ¿Por qué algunas personas conservan su agudeza cognitiva mientras que otras experimentan un deterioro significativo?

Esta pregunta ha sido central en mi investigación doctoral. Estudios recientes introducen el fenómeno de la “orquídea y el diente de león” en el envejecimiento cognitivo, lo que sugiere que algunas personas, como las orquídeas, son muy sensibles a su entorno y prosperan o se deterioran en función de las condiciones externas. Otras, como los dientes de león, muestran resiliencia y mantienen el rendimiento cognitivo independientemente de su entorno.

Este marco podría reformular nuestro enfoque de las intervenciones de salud cognitiva en adultos mayores, dando lugar a estrategias más personalizadas y efectivas para mitigar el deterioro cognitivo.

La metáfora de la orquídea y el diente de león se introdujo en el campo de la psicología del desarrollo y describe cómo los individuos difieren en su sensibilidad a las condiciones ambientales.

Las “orquídeas” representan a individuos que se ven fuertemente afectados por su entorno y que prosperan en entornos óptimos, pero que tienen dificultades en entornos menos propicios. Por el contrario, los “dientes de león” representan a individuos resilientes que son capaces de mantener su salud independientemente de las condiciones externas.

Nuestra investigación ha explorado las diferencias en la interacción entre los factores ambientales y el rendimiento cognitivo en adultos mayores. Los resultados sugieren que algunos individuos -las “orquídeas” cognitivas- son más susceptibles a las influencias ambientales sobre la salud cognitiva. Los “dientes de león” cognitivos, si bien son resistentes a los efectos perjudiciales del medio ambiente, tampoco se benefician tanto de los entornos propicios.

La metáfora de la orquídea y el diente de león proporciona una nueva perspectiva sobre por qué las elecciones de estilo de vida no siempre predicen los resultados de salud.

Pensemos en las personas que tienen conductas poco saludables, como fumar, llevar un estilo de vida sedentario, aislarse socialmente o vivir en entornos perjudiciales. Sorprendentemente, algunas de estas personas viven vidas largas y cognitivamente (relativamente) saludables, posiblemente debido a su resiliencia en forma de “diente de león”.

Por otro lado, otras personas que siguen hábitos saludables (hacer ejercicio regularmente, comer bien, evitar sustancias nocivas) aún pueden experimentar un deterioro cognitivo, lo que refleja la vulnerabilidad de las “orquídeas” cognitivas.

Por ejemplo, una “orquídea” podría experimentar un deterioro significativo después de un evento vital estresante, pero en un entorno enriquecido y de apoyo, podría tener un mejor desempeño que un “diente de león” que se mantiene cognitivamente estable en la mayoría de las condiciones. Estos ejemplos resaltan las limitaciones de un enfoque de salud que se adapte a todos y muestran la necesidad de intervenciones personalizadas.

Las investigaciones indican que existe un debate en curso sobre la eficacia de las intervenciones destinadas a promover la buena salud cognitiva en las personas mayores. Explorar el proceso de envejecimiento cognitivo desde esta perspectiva podría tener implicaciones significativas para el diseño de las intervenciones necesarias para apoyar la salud cognitiva de los adultos mayores.

En el caso de las “orquídeas” cognitivas, las estrategias específicas, como la promoción de la actividad física, el entrenamiento cognitivo o la interacción social, podrían resultar beneficiosas. Por otro lado, los “dientes de león” cognitivos pueden beneficiarse más de las estrategias generales de mantenimiento de la salud.

Al reconocer estas diferencias individuales, los proveedores de atención médica pueden desarrollar enfoques más efectivos y personalizados para la salud cognitiva, mejorando potencialmente los resultados cognitivos de los adultos mayores.

Dada la tendencia mundial hacia el envejecimiento de la población, los hallazgos de nuestro equipo de investigación son oportunos. A medida que la población viva más, se espera que aumente la prevalencia del deterioro cognitivo y la demencia, lo que plantea desafíos para las personas, las familias y los sistemas de atención de la salud.

El enfoque actual de la salud cognitiva, que a menudo trata a todos por igual, puede no ser suficiente para abordar las complejidades del envejecimiento cognitivo . Al adoptar una comprensión más detallada de cómo varía la salud cognitiva entre las personas, podemos desarrollar intervenciones que se adapten mejor a las necesidades de cada persona.

En el desarrollo infantil, se estima que entre el 15 y el 20 por ciento de los niños padecen más de la mitad de las enfermedades cognitivas registradas. Es probable que estos niños representen individuos “orquídea” en entornos perjudiciales.

Si bien no está claro si esta proporción significativa se traslada a edades más avanzadas y cuál puede ser el impacto a largo plazo, es fundamental reconocer y abordar las necesidades específicas de estas personas. Al identificar a los “dientes de león” que son más resistentes a los cambios negativos y centrar las intervenciones tempranas, como la prescripción social personalizada , en las “orquídeas”, podríamos mitigar potencialmente el deterioro cognitivo.

Este enfoque no sólo puede mejorar los resultados de salud individuales, sino también generar ahorros significativos en costos relacionados con la salud, lo que lo convierte en una consideración vital en la planificación de la salud pública.

El fenómeno de las orquídeas y los dientes de león ofrece un nuevo marco para comprender las diversas experiencias del envejecimiento cognitivo. Al reconocer la sensibilidad ambiental única que pueden experimentar las personas, podemos desarrollar intervenciones que respalden de manera más eficaz la salud cognitiva en los adultos mayores.

Se necesita más investigación para comprender mejor las implicaciones de estos hallazgos, pero este enfoque personalizado podría ser clave para ayudar a más personas a mantener la función cognitiva y la calidad de vida en sus últimos años.

*Emma A. Rodrigues, candidato a doctor en Neurociencia Computacional, Universidad Simon Fraser