“Los que firmamos esta carta hemos sido testigos que el trabajo realizado y liderado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación durante esta pandemia ha permitido poner la capacidad científica desarrollada por décadas al servicio de la situación más crítica que nos haya tocado vivir en la historia de nuestro país y el mundo”. Así parte la declaración que se empezó a difundir por correo pasadas las 22 horas de anoche por distintos Premios Nacionales, investigadores y académicos, y que al cierre de esta edición ya suma más de 300 firmas en apoyo a la continuidad del ministro Andrés Couve en la cartera de Ciencia.
La declaración se origina por conversaciones que se tenían desde hace días entre algunos científicos y fue escrita en conjunto por Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2002 y director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso de la UV; Alejandro Maas, director del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la U. de Chile; Francisca Bronfman, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la UNAB, y Mario Rosemblatt, director ejecutivo Fundación Ciencia y Vida. Fue este último, según explica Latorre, quien articuló al grupo.
Ramón Latorre, Pablo Valenzuela, María Teresa Ruiz, Cecilia Hidalgo, Juan Asenjo, Carlos Conca, Fernando Lund, Guido Garay, Jorge Allende y Nibaldo Inestrosa son los Premios Nacionales que han firmado la declaración, hasta el cierre de esta edición.
En la declaración se plantea que el liderazgo del ministro Couve “ha permitido además sumar actores a un problema de naturaleza interdisciplinaria en tiempo récord (biología molecular, matemáticas, ingeniería). Muchas de las acciones coordinadas por este joven Ministerio permitirán crear las bases de una relación virtuosa que debe existir entre el Estado y las instituciones científicas”.
Por eso, sigue la declaración, “agradecemos el liderazgo antes descrito y llamamos humildemente a profundizar esta relación de manera que en esta fase de la epidemia demos lo mejor que Chile ha creado y puede seguir aportando en ciencia para mirar la complejidad del problema con todas las herramientas de que disponemos”
Este escrito es un nuevo ingrediente en el debate de los científicos sobre la labor de Couve. Hace unos días y a través de una declaración pública, más de cien académicos e investigadores pidieron la salida de Couve por respaldar “las malas prácticas” del exministro de Salud, Jaime Mañalich. En respuesta a eso, la Academia Chilena de la Ciencia difundió una carta donde respalda al ministro, argumentando que no hay evidencia de “manejo fraudulento” de datos.
“Creemos que las acusaciones no son reales”, dice Mario Rosemblatt, y agrega: “Me parece que es un pésimo momento para entrar en esta especie de guerrilla acerca de cómo se manejaron los datos y la información que hemos tenido acerca de la pandemia, de la cual creo que el ministro Couve no tiene mucha responsabilidad”.
No es verdad que el ministro no tenga piso, y no porque yo lo diga, porque lo dicen estos más de 300 científicos que han firmado en menos de 24 horas.
Francisca Bronfman.
La presente declaración tiene un tono más moderado que las anteriores defensas públicas a Couve: “Después de todo lo que ha pasado en las últimas semanas, es momento de cerrar la polémica y la carta tiene un tono conciliador, porque pensamos que hay que aunar esfuerzos en los momentos críticos que estamos viviendo y, sin desmerecer la actitud de otros colegas, la historia va a juzgar el trabajo del ministro en esta pandemia. Es un poco prematuro sacar conclusiones con la información que tenemos hoy en día”, dice el director ejecutivo Fundación Ciencia y Vida.
Sobre una eventual salida de Couve, Rosemblatt dice que si eso llegara a ocurrir “quedaríamos con un enorme vacío en el Ministerio de Ciencia, que ha costado tanto trabajo y tanto tiempo para consolidar. Quedaríamos en el aire sin saber quién podría reemplazarlo y no sabemos si eso va a mejorar las condiciones de trabajo del ministerio o a empeorarlas”. Sobre ese punto, Latorre explica que “cambiar un ministro en este momento significa desbaratar todo un ministerio”, y agrega que “a diferencia de los otros ministerios, tú necesitas a una persona que tenga una cierta empatía con la comunidad científica, que la conozca desde adentro, y si Andrés se va no sabemos qué va a hacer el gobierno y cómo va a reaccionar. No sabemos en manos de quién quedaría el ministerio”.
Francisca Bronfman, una de las artífices de esta idea, explica que “la comunidad científica es muy crítica, y está bien, pero de ahí a acusar a una persona éticamente es un gran paso”. Esa es, dice esta investigadora, la motivación que tuvo para ver qué opinaban otros científicos sobre este tema y coordinar en conjunto los pasos a seguir. “Por mucho tiempo los científicos hemos querido poner la ciencia a disposición de los problemas país y, sin duda, a través de esta terrible catástrofe ha quedado en evidencia que necesitamos a la mejor gente y más capacitada para tomar las decisiones técnicas. Ése el punto”, reflexiona. Añade que “los gobiernos van a pasar y lo que los científicos queremos que esta capacidad quede instalada en el gobierno que sea. Este es un proyecto país. Y yo, por lo menos, no quiero que ese proyecto se caiga, menos en este momento crítico”.
Bronfman dice entender las críticas y el disenso ente la comunidad científica, pero el desafío es encontrar un punto medio. “No se trata de apoyar todo lo que haga el ministerio en forma ciega, pero si le vamos a pedir la renuncia al ministro porque no estoy de acuerdo, también me parece extremo. Todos sabemos que los extremos no nos permiten reflexionar y tomar la mejor decisión”.
Esperemos que pase la pandemia y después nos vemos las caras nuevamente. Al final, estimado, todos vamos a tener que rendir cuentas de nuestras acciones
Ramón Latorre.
Para Sergio Lavandero, profesor titular de la U. de Chile y uno de los firmantes, la relación que existe entre la ciencia y la sociedad tiene que ser reconstruida, y “este es el momento de apoyar con todos nuestros conocimientos y, por lo tanto, son tiempos de unidad y de terminar las guerrillas. El mundo científico fue un comentarista oculto de lo que pasaba en Chile y por eso hoy es tiempo de despertar, unirnos y construir”. Lavandero dice que el grupo de los 100 científicos que critican a Couve “tienen derecho a hacerlo, los científicos estamos acostumbrados a disentir unos de otros (…) Está bien que haya diferencias, pero construyamos. Eso es lo más importante”.
Ramón Latorre explica que pese a los problemas que puede haber dentro de un ministerio nuevo y con una persona que viene del ámbito científico, que es totalmente diferente del político, “Andrés se ha manejado muy bien”. “A diferencia de otros colegas que llegaban a ser director de Conicyt y se engolosinaban con la política, Andrés realmente ha convocado a muchos científicos y hay muchas científicas trabajando en su ministerio, yo creo que eso ha sido un avance enorme”, dice. “Nos pusimos pantalones largos y pasamos a ser parte del Estado. Eso es lo que hay que cuidar”.
Sobre la polémica de los datos, y a diferencia de la carta de la Academia de Ciencias -que dijo: “nos han expresado que existe evidencia de manejo fraudulento de los mismos”-, esta declaración no se refiere a ese tema. “Nosotros somos científicos que estamos afuera del ministerio y no podemos poner las manos al fuego por nadie en estos momentos, ni siquiera por el ministro, francamente, pero la impresión que yo tengo desde afuera es que si a ti de entregan un mal dato, usas mal el dato. Es de público conocimiento que de parte del Ministerio de Salud los datos no se entregaron adecuadamente, entonces, ¿quién es el culpable?”, se pregunta el Premio Nacional.
Latorre es crítico respecto del manejo político de esta crisis sanitaria. “Lo que estamos viendo en esta pandemia es la pobreza política que hemos tenido durante los últimos 20 o 30 años. Y es la pobreza que existe en las poblaciones de Santiago la que está provocando todo el descalabro con los contagios. Cuando paras Roma, Roma se cierra”, dice, y agrega: “Aquí hubo un muy mal manejo el Ministerio de Salud y por algo salió Mañalich, ¿cierto? Y creo que Andrés se vio metido en esta vorágine, es una persona que está dando sus primeros pasos es una cuestión que es despiadada”, dice. Y sigue con una reflexión: “Esperemos que pase la pandemia y después nos vemos las caras nuevamente. Al final, estimado, todos vamos a tener que rendir cuentas de nuestras acciones”.
Sobre la ausencia de investigadores de ciencias sociales y humanidades en la confección de la declaración, Latorre invita a esos científicos a firmarla y les concede una frase: “Las ciencias y las humanidades unidas, jamás serán vencidas”.