Una alimentación equilibrada debe proporcionar las calorías y nutrientes necesarios para garantizar el crecimiento acelerado en esta etapa de la vida y aumentar las funciones cognitivas durante la jornada escolar.

Una alimentación rica en azúcar refinada y grasas saturadas, no sólo trae como consecuencia un aumento en el peso corporal, sino que también se asocia a una disminución en la atención y capacidad funcional. Por el contrario, incluir alimentos de bajo índice glicémico parecen mejorar la memoria y la concentración.

En cuanto a las grasas; una ingesta elevada de grasas saturadas se relaciona con deterioro cognitivo y un mayor consumo de ácidos grasos polinsaturados -omega 3- tiene efectos beneficiosos en su prevención.

Otro aspecto importante en la alimentación es el aporte de aminoácidos para la síntesis de neurotransmisores cerebrales; vitaminas del complejo B y minerales ejercen funciones de neuroprotección que mejoran el rendimiento intelectual.

Para poder lograr estos objetivos saludables y potenciar el rendimiento académico es importante generar acciones que nos permitan ofrecer a nuestros hijos una alimentación variada y equilibrada durante todo el día.

El desayuno es fundamental y debe aportar aproximadamente el 25% de los requerimientos de energía. Un desayuno equilibrado y nutritivo debe considerar una porción de lácteos, una de cereales y una de fruta, ya que esto permite entregar el sustrato necesario para rendir en el aula las primeras 2 a 3 horas de jornada escolar.

Pasado este periodo de tiempo, es primordial que consuman alguna colación que aporte el 10 al 15% de las necesidades energéticas individuales (< 130 Kcal). Es importante recalcar que no es necesario enviar una colación para cada recreo ya que esto promueve malos hábitos alimentarios, se recomienda que el menor consuma solo una alternativa de colación antes de la hora del almuerzo.

Debido a la nueva normativa de la Ley de etiquetado que prohíbe la venta y publicidad de alimentos “Altos en” en los establecimientos de educación. Es importante que como padres nos organicemos para mantener este entorno escolar saludable, mejorando la calidad de las colaciones enviadas desde hogar. Evite las colaciones con sellos de advertencia en la parte frontal y siga estos pequeños consejos:

· Planificar las colaciones de la semana antes de ir de compras para evitar improvisaciones.

· Hacer partícipe de esta planificación a nuestros hijos para que sepan con antelación las colaciones programadas.

· Evitar los “snacks”, estos pueden aportar incluso el 1/3 de las calorías totales de la dieta.

· Restringir la ingesta de productos con menor valor nutricional como dulces, pastelería, bebidas gaseosas, caramelos, chocolates de leche, postres comerciales etc. ya que contienen elevadas cantidades de grasa saturada, azúcar, colesterol, energía, sal y con ninguno o pocos micronutrientes.

· Preferir colaciones que contengan alimentos como: lácteos semi o descremados, cereales bajos en azúcar, frutas, verduras, huevos y líquidos sin azúcar añadida, eligiendo 2 alternativas para 1 tiempo de colación.

· Además de las colaciones enviar agua en una botella reutilizable, reforzando la importancia de su consumo como principal líquido de hidratación.

Ejemplo de minuta de colaciones semanal

Lunes:

3 galletas de naranja y zanahoria

+

1 jugo sin azúcar añadida

Martes:

1 sandwich con jamón de pavo y lechuga

+

1 caja de leche

Miércoles:

Bastones de zanahoria con tomate cherry y huevo duro

+

1 cuadrado de chocolate 75% cacao

Jueves:

1 barra de cereal

(60 a 90 kcal)

+

1 yogurt bajo en grasa

Viernes:

1 fruta

+ 1 caja de leche

* Nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad Red de Salud UC CHRISTUS Magister en Nutrición, Pontificia Universidad Católica de Chile