¿Por qué hay ruido en Marte? Sonda de la Nasa detecta inusual actividad bajo la superficie del planeta
El módulo InSight Mars, que arribó al planeta rojo en 2018, detectó la presencia de actividad sísmica. Se trata de 47 episodios telúricos en una región llamada Cerberus Fossae. Publicada en la revista científica Nature, la investigación también detectó la presencia de magna bajo la superficie marciana.
Marte se ha transformado en la última obsesión astronómica de las agencias y empresarios espaciales. Si hace décadas atrás el gran objetivo era conquistar la Luna, actualmente es el denominado planeta rojo.
Prueba de esto son las recientes misiones, y planes de trabajo científico y de investigación. La Nasa es uno de los protagonistas de este desafío astronómico. Un ejemplo concreto de esto es el rover Perseverance, que recientemente cumplió un año en Marte.
Y justamente la Nasa es la responsable de un nuevo hallazgo espacial. El módulo de aterrizaje InSight Mars, detectó una inusual actividad en la superficie del planeta; “escuchó” un extraño ruido en tierra marciana.
La investigación, publicada en Nature Communications y dirigida por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Australia, sugiere que la explicación es un mar de magma debajo de su superficie, así como también se evidenció la existencia de terremotos, causados justamente por la actividad volcánica.
Saber que el manto marciano todavía está activo es crucial para nuestra comprensión de cómo evolucionó Marte como planeta. “Puede ayudarnos a responder preguntas fundamentales sobre el Sistema Solar y el estado del núcleo y el manto de Marte, y la evolución de su campo magnético actualmente ausente”, señaló el geofísico Hrvoje Tkalčić de la Universidad Nacional Australiana en Australia.
Cuando el módulo de aterrizaje InSight de la Nasa llegó en noviembre de 2018 y comenzó a “tomar el pulso a Marte”, inicialmente descubrió que el planeta estaba retumbando, a lo que se suman estos nuevos antecedentes.
En Marte se han detectado movimientos sísmicos, pero a diferencia de la Tierra que tiene varias placas tectónicas, Marte tiene solo una gran placa. “Inicialmente, existieron varias posibles causas para movimientos sísmicos que fueron descartadas, como las fuentes de origen de éstos. Por ejemplo, ciertos “tirones” gravitacionales de las lunas marcianas, pero al ver que no había relación entre la posición relativa de estas lunas y cuando se produjeron los eventos, se desestimaron”, señala Juan Carlos Beamin astrónomo de la Universidad Autónoma.
Otra opción eran cambios bruscos de temperatura que generan pequeños movimientos, “pero éstos solo se dan alrededor de dos horas del amanecer y atardecer, lo que no fue observado”, explica Beamin.
Mejor entendimiento de la evolución de planetas
Tkalčić, junto al también geofísico Weijia Sun de la Academia de Ciencias de China, realizaron la investigación utilizando dos técnicas no convencionales, aplicadas recientemente a la geofísica, lo que significó la detección de 47 nuevos eventos sísmicos provenientes de una región en Marte llamada Cerberus Fossae.
Mientras buscaban establecer la causa de los terremotos, los científicos descubrieron que no había un patrón en el momento de los mismos, lo que descartó que la luna marciana Fobos tuviera influencia.
“Descubrimos que estos Marsquakes ocurrieron repetidamente en todo momento del día marciano, mientras que los Marsquakes detectados e informados por la Nasa en el pasado parecían haber ocurrido solo durante la oscuridad de la noche cuando el planeta está más tranquilo”, dijo Tkalčić.
El astrónomo de la U. Autónoma, Juan Carlos Beamin, explica que los científicos proponen que una explicación razonable sería la de que hubiese movimiento de magma en la zona conocida como manto superior del planeta rojo. “De comprobarse definitivamente esta hipótesis serían noticias muy interesantes ya que se comprobaría la existencia de cierta actividad magmática, algo que hasta ahora se desconocía. Aunque existen otras posibilidades para movimientos tectónicos que no se discuten en el artículo, como por ejemplo que un gran meteorito se haya estrellado en el pasado en la zona y esté aún “hundiéndose” en la corteza y genere ciertos movimientos”.
Estos estudios son muy importantes porque nos permiten entender mejor la evolución de planetas un poco distintos al nuestro, dice Beamin, “por ejemplo, sabemos que en el pasado remoto, Marte tuvo un núcleo líquido y que generaba un campo magnético, pero hoy ya no existe, a pesar de que aún no sabemos si el núcleo se solidificó o sigue aún estando líquido, solo que sin grandes movimientos. Esto es muy relevante porque en el caso de la Tierra, el campo magnético nos protege de la llegada de partículas y radiación cósmica que podría terminar con la vida en el planeta”, añade Beamin.
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