Un peligro permanente durante la pandemia de coronavirus son los contagiados asintomáticos. Se sabe hace tiempo que pueden propagar la enfermedad, pero qué tan peligrosos son para el resto de la población. ¿Por qué ocurre que un porcentaje de quienes portan un virus no desarrolla la enfermedad? Y tal vez lo más importante es saber si ser un enfermo sin saberlo puede traer consecuencias a la propia salud.
Primero, de qué se habla cuando las autoridades contabilizan los enfermos asintomáticos. ¿No sienten nada o tienen síntomas, pero muy suaves?
El doctor Héctor Fernández, jefe de Infecciones Intrahospitalarias y delegado de Epidemiología de la Clínica Biobío, explica que “los pacientes o personas asintomáticas, efectivamente, no tienen los síntomas que normalmente se asocian a una enfermedad. Los síntomas, en general, son la respuesta que desarrolla el organismo a esa enfermedad", explica. Por eso, agrega, muchos hablan de presintomáticos, ya que no alcanzan a manifestar síntomas, "porque el organismo los controló antes. La capacidad de defensa del organismo evita la aparición de la sintomatología”.
Este período presintomático puede durar más de una semana antes de comenzar con la fiebre y la tos distintiva del Covid-19.
Qué tipo de personas llegan a ser asintomáticos. Qué tipo de ventajas tienen estas personas, ¿suerte, genes, ambiente, predisposiciones? El doctor Leonardo Siri, infectólogo de la Clínica Vespucio, señala que “es probablemente una mezcla entre predisposición e inmunidad. Por ejemplo, se ha visto una proporción más alta de asintomáticos en niños y embarazadas, no así en adultos mayores, donde la gran mayoría de los infectados hace algún tipo de síntomas”.
De acuerdo a los médicos, es poco probable que se tenga algún tipo de daño si no hay síntomas. Es decir, el coronavirus no es un peligro silencioso: si está haciendo daño, el cuerpo lo delatará. Aunque hay excepciones.
Al respecto, el doctor Fernández dice que es difícil saber si hace daño silenciosamente, por la poca evidencia que se tiene en este poco tiempo de historia de la enfermedad. "Lo que sí se ha evidenciado es que hay pacientes con alteración pulmonar importante, demostrado a través de la hipoxemia medida, y sin presentar síntomas”.
Siri concuerda. Explica que “el no tener síntomas implica que probablemente el virus no alcanzó a ingresar al organismo en una gran proporción, y la multiplicación en órganos importantes, como el pulmón, tiende a ser mucho menor, por lo que el daño severo no debería ocurrir”.
Sin embargo, agrega que por lo general, alguien sin síntomas no debería hacer complicaciones, salvo el tema de los eventos trombóticos, donde hay casos de pacientes con trombosis pulmonar o infartos, "en los cuales no hay antecedentes de una fase viral sintomática previa”.
Como desde el inicio de la pandemia las recomendaciones indican que quienes tengan síntomas deben hacerse los exámenes para detectar la enfermedad, se asume que el número de contagiados asintomáticos será siempre una cifra fantasma.
Así lo confirma el doctor Siri. “Es complejo saber el número, ya que para eso habría que hacer un estudio poblacional completo. En Islandia, donde testearon a una parte importante de la población, encontraron que hasta un 30% de los infectados podía ser asintomático. Estas personas son portadoras del virus y lo pueden excretar por la vía respiratoria”, advierte el médico.
Fernández dice que los asintomáticos pueden ir de un 10% a un 40%. Como dato, "en la gripe los asintomáticos pueden llegar a un 25%”.
Los casos asintomáticos, por lo comunes que son, continuarán complicando los esfuerzos para controlar la pandemia.