¿Por qué posponer la alarma puede ser dañino para tu salud, según los expertos?
Posponer la alarma una y otra vez puede parecer inofensivo, pero ¿qué efectos tiene realmente en nuestro día a día? Este hábito matutino, tan común y reconfortante, podría estar ocultando una verdad inquietante sobre nuestro bienestar. ¿Será hora de replantearnos cómo despertar cada día?
Es temprano por la mañana y llegó la hora de levantarse. El despertador suena por primera vez, pero decides darle un golpecito al botón de “posponer”. Una, dos, tres... varias veces, hasta que finalmente te levantas. Este ritual, aparentemente inofensivo de posponer la alarma es una práctica que muchos realizan para poder comenzar el día. Sin embargo, según una enfermera, esta rutina podría estar saboteando su salud.
Jordan Bruss, conocida en TikTok como @jordan.bruss, es una enfermera que dice ayudar a la gente a adaptarse a una vida saludable conectando la mente el cuerpo y el espíritu. En un reciente video reveló por qué no deberías configurar múltiples alarmas matutinas: “Si eres de los que pone varias alarmas, tengo malas noticias”, dijo. ¿Será hora de replantearnos cómo despertar cada día?
¿Por qué posponer la alarma puede ser dañino para tu salud, según los expertos?
En el video de TikTok de 37 segundos, que tiene más de 10 millones de visitas, Bruss explicó que “despertarse con múltiples alarmas todas las mañanas realmente altera con frecuencia el ciclo de movimientos oculares rápidos (REM), lo que en realidad causa inercia del sueño, mayor somnolencia, fatiga, cambios de humor y también aumenta los niveles de cortisol”, reveló la enfermera.
El sueño REM es una fase del ciclo del sueño que ocurre aproximadamente cada 90 minutos y es crucial para la restauración mental y emocional. Durante esta fase, el cerebro es muy activo, los sueños son más vívidos y el cuerpo experimenta una serie de procesos que ayudan a consolidar la memoria, regular las emociones y restaurar la energía. Al interrumpir este ciclo con múltiples alarmas, se corta el sueño REM antes de que pueda completarse, lo que impide que el cuerpo y el cerebro realicen estas funciones reparadoras.
Al sonar múltiples alarmas, Bruss explicó que se desencadena una “respuesta de lucha o huída”, lo que puede considerarse estresante para el cuerpo. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Industrial, reveló que los participantes que se despertaron con una alarma fuerte tenían una presión arterial y una frecuencia cardíaca más altas. “Con el tiempo, una respuesta crónica de adrenalina de “lucha o huida” matutina puede causar estrés a largo plazo, depresión y problemas cardiovasculares”, señaló el sitio The Joint Chiropractic.
Cuando las alarmas interrumpen el sueño REM, el cuerpo no tiene la oportunidad de despertarse de manera natural. Esto puede provocar un fenómeno conocido como inercia del sueño, que se refiere al estado de aturdimiento y desorientación que se experimenta al despertar, especialmente si se interrumpe el sueño profundo, dejando a las personas con una sensación de lentitud y disminución de la función cognitiva que puede durar desde unos minutos hasta cuatro horas después de despertar.
El sueño REM también está estrechamente relacionado con la regulación emocional. La interrupción frecuente de este ciclo puede dificultar el manejo de las emociones, lo que puede provocar irritabilidad, cambios de humor y una menor capacidad para lidiar con el estrés. La falta de sueño reparador afecta los neurotransmisores y hormonas en el cerebro, que son esenciales para mantener un estado de ánimo equilibrado.
El cortisol es una hormona del estrés que sigue un ritmo circadiano, alcanzando su punto máximo por la mañana para ayudarnos a despertarnos y prepararnos para el día. Sin embargo, interrumpir el sueño puede alterar este ritmo natural y aumentar los niveles de cortisol de manera inadecuada. Los niveles crónicamente altos de cortisol pueden tener efectos negativos en la salud, como un aumento de la presión arterial, problemas de concentración y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.
Además, “los niveles excesivos de cortisol hacen que ganes peso y lo mantengas. Así que cuando suene la alarma, es hora de levantarse. ¡Te verás y te sentirás mejor!”, dijo Bruss.
Para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la calidad de vida, es recomendable establecer una rutina de sueño consistente que permita un despertar más natural y menos fragmentado. The Joint Chiropractic explicó que muchos médicos del sueño recomiendan usar una alarma luminosa (que utiliza la luz para simular el amanecer y hacer que se levante más rápido) o una alarma que lo despierte lentamente durante un período de 10 minutos con sonidos progresivamente más fuertes. Esto permitirá que su cuerpo comience el proceso natural de despertarse lentamente, en lugar de alertarse en medio del sueño.
Otros consejos señalan establecer una rutina de sueño consistente, como ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días, esto ayuda a regular el reloj interno del cuerpo, facilitando un despertar más natural. También, dejar entrar la luz natural por la mañana ayuda a regular el ritmo circadiano y a reducir la somnolencia.
“¡No sigas traumatizándote!”, declaró Bruss. “¡Cuando suene esa alarma por la mañana, levántate!”.
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