Temor por expansión de contagiosa gripe que ataca a perros y que en algunos casos puede ser fatal

Según explica los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés), la influenza canina, también conocida como influenza del perro, es una enfermedad respiratoria contagiosa de estos animales y que es ocasionada por los virus específicos de la influenza de tipo A, que se sabe que infectan a los perros. Estos se denominan “virus de la influenza canina”.

De acuerdo a los CDC, nunca se han informado casos de infección en seres humanos por los virus de la influenza canina. Existen dos virus diferentes de la influenza del perro que derivan de la influenza A: uno es un virus H3N8 y el otro es un virus H3N2. Los virus de la influenza canina A(H3N2) son diferentes a los virus de la influenza estacional A(H3N2) que se diseminan anualmente entre las personas.

Actualmente, varias zonas de EE.UU. han reportado brotes de esta enfermedad, poniendo en riesgo a muchos perros doméstivos. Por ejemplo, Filadelfia ha estado en medio de un brote inusual de influenza canina, que es altamente contagiosa y puede reflejar los síntomas de la tos de las perreras. La tendencia de perros que dieron positivo se notó a principios de enero.

ACCT Philly, el principal refugio de animales de la ciudad, dijo que se ha visto abrumado por un brote de influenza canina y necesita encontrar una ubicación inmediata para más de 70 perros para el próximo lunes.

La organización sin fines de lucro que administra ACCT Philly a través de un contrato con la ciudad dijo que necesita crear un segundo refugio temporal para separar a los perros expuestos de los perros que ingresan, y el espacio temporal solo puede acomodar a 50 perros. Un promedio de 100 perros ingresan al refugio cada semana, dijo ACCT Philly.

Los perros que no pueden ser colocados podrían estar en riesgo de eutanasia, pero a partir del lunes por la noche, solo nueve perros figuraban en el sitio web de ACCT Philly como “marcados con el tiempo”, lo que significa que el tiempo corre para ellos.

“No preveo que practiquemos la eutanasia a 70 perros, pero soy reacio a dar garantías porque, como refugio de animales de admisión abierta, podríamos terminar con 30 perros ingresando el domingo, lo que nos pondría en una posición muy difícil”, reconoció Sarah Barnett, directora ejecutiva de ACCT Philly, en un comunicado.

Según The New York Times, el año pasado, el virus se afianzó en Los Ángeles, lo que resultó en más de 1.300 casos entre julio de 2021 hasta enero de 2022.

Este verano, apareció en Birmingham, Alabama. “Y explotó”, dijo la Dra. Lindy Alverson, directora veterinaria de Greater Birmingham Humane Society. “Las guarderías estaban cerrando, los peluqueros estaban cerrando”.

La Sociedad Protectora de Animales, que suspendió las adopciones caninas durante seis semanas, tuvo que sacrificar a varios perros gravemente enfermos antes de que el brote disminuyera, dijo el Dr. Alverson. Ahora, después de un breve respiro, el virus ha regresado, agregó.

En las últimas semanas, Charlotte Animal Referral & Emergency, un hospital veterinario, ha visto una avalancha de perros con infecciones respiratorias que han resultado en una neumonía grave. “Nos estamos quedando sin espacio para colocar animales, nos estamos quedando sin oxígeno para colocarlos”, dijo la Dra. Kelly Lang, veterinaria de cuidados intensivos y emergencias en la instalación. “Nunca había lidiado con algo así antes”.

La situación también se repite en Oklahoma, ciudad que ha informado haber visto casi 300 casos de perros con síntomas similares a los de la gripe. La Dra. Jessica Hodes, DVM de la Clínica Veterinaria Hodes en Rose Hill, dijo en una nota al canal local 12 News, que la mayor preocupación son los refugios y las guarderías para perros donde el virus puede propagarse rápidamente. “La influenza canina, al igual que la humana que conocemos, es una enfermedad bastante contagiosa”, dijo la Dra. Hodes. “Al igual que los humanos, algunos perros son más propensos a enfermarse”.

El Dr. Eric Ruhland, propietario de la clínica veterinaria St. Paul Pet Hospital, dice que ha visto un aumento en las llamadas a sus clínicas, luego de la noticia de un presunto brote de influenza canina que infectó a 200 perros en tres refugios de Twin Cities, Mineápolis.

El porcentaje de casos que conducen a la muerte son muy pequeños, según los CDC. Aún así, puede afectar más gravemente a los perros mayores e inmunocomprometidos, agregó Ruhland, y recomienda hablar con el veterinario de su mascota. Si tu mascota actúa de manera diferente o no duerme ni come, eso podría ser una señal de algo más serio.

Dallas es otra de las ciudades que ha reportado un peligroso aumento de esta enfermedad. La Dra. Ashley Priddy de la Clínica Veterinaria de Dallas dijo que los picos coinciden con tiempos de viaje pesados e incluso con el crecimiento de la población.

En Chile, según el Dr. Christopher Hamilton-West, académico especialista en Epidemiología Veterinaria de Favet, Universidad de Chile, hasta ahora no se han detectado brotes de influenza canina en el país ni en otro país de Sudamérica. “Las únicas evidencias de infección en Sudamérica las ha generado nuestro grupo de investigación, identificándose que un 43% de los perros y un 23% de los gatos muestreados han tenido contacto con virus influenza. En este estudio solo se pudo detectar la infección con el virus de influenza humana pH1N1″, explica el especialista.

Agrega que los primeros reportes de virus de influenza canina datan desde principios de los años 2000, asociándose a virus H3N8 y H3N2. Estos virus se consideran endémicos en Estados Unidos, predominando los cosos asociados al subtipo H3N2. Asimismo, señala que debe considerarse que los perros pueden infectarse con otros subtipos de virus influenza, pero no necesariamente implica que estos virus puedan transmitirse y establecerse en poblaciones de perros o gatos.

En general, se considera que los virus de la influenza canina representan una amenaza baja para los humanos. Según los CDC, a la fecha no existe evidencia del contagio de los virus de influenza canina de los perros a las personas, y no se ha reportado ningún caso de infección en seres humanos con el virus de la influenza canina en los EE.UU. o en otras partes del mundo.

En 2016, los CDC usaron la Herramienta de evaluación del riesgo de influenza para evaluar el potencial de riesgo pandémico de los virus de influenza canina H3N2 y se demostró que era bajo.

Sin embargo, los virus de influenza están en constante cambio y es posible que los virus de influenza canina sufran modificaciones y puedan infectar a los seres humanos y diseminarse fácilmente entre las personas. Las infecciones en humanos con nuevos virus de la influenza A (nuevos, no humanos) contra los que la población humana tiene poca inmunidad resultan preocupantes debido a la posibilidad de que se desate una pandemia. Es por esta razón que el sistema de vigilancia global de la Organización Mundial de la Salud ha detectado infecciones en humanos con nuevos virus de influenza A de origen animal (tales como los virus de influenza A aviar o porcina) pero, a la fecha, no se han identificado infecciones en humanos con los virus de la influenza A canina.

Los síntomas de esta enfermedad en perros son tos, abundante secreción nasal, fiebre, letargo, secreción ocular y disminución del apetito, aunque no todos los perros pueden mostrar signos de enfermedad. La gravedad de la enfermedad asociada a la influenza canina en perros puede variar desde la ausencia de síntomas hasta una enfermedad grave que resulta en neumonía y, a veces, la muerte.

La mayoría de los perros se recupera dentro de las 2 a 3 semanas. Sin embargo, algunos perros pueden desarrollar infecciones bacterianas secundarias que pueden provocar enfermedades más graves y neumonía. Cualquier persona que esté preocupada por la salud de su mascota, o si la mascota muestra síntomas de influenza canina, debe consultar con su veterinario.

Según el doctor Hamilton-West, el riesgo de contagio debiese ser mayor en lugares con mayores densidades poblacionales, como por ejemplo los refugios o centros de rescate. Los signos clínicos que se asocian a la infección con virus de influenza canina son principalmente respiratorios, incluyendo fiebre y tos. Signos más severos se asocian a infección con otros patógenos concomitantes (ya sean virus o bacterias)

El porcentaje de perros infectados con esta enfermedad que muere es muy pequeña. Algunos perros presentan infecciones asintomáticas (sin síntomas de enfermedad) mientras que en otros, son graves. La enfermedad grave se caracteriza por la aparición de síntomas de neumonía.

Casi todos los perros son susceptibles a la infección por los virus de la influenza canina; y la infección por el virus tiende a propagarse entre los perros alojados en perreras y refugios. Se piensa que la influenza canina se disemina principalmente entre perros a través de gotitas producidas al toser o estornudar y viajan por el aire desde un perro infectado, o mediante el contacto con superficies contaminadas. Por lo tanto, los dueños de los perros que tienen tos u otros síntomas de enfermedades respiratorias deberían evitar exponer sus perros a otros perros o gatos. Se debe lavar y desinfectar la ropa, equipos, superficies y manos después de la exposición a perros que presentan síntomas de enfermedades respiratorias.

Según el doctor Hamilton-West, existen algunos registros de transmisión de virus de influenza canina a gatos, pero en general los gatos parecen ser menos susceptibles a la infección con diferentes subtipos de virus influenza, “aunque esporádicamente se han registrado brotes en algunos refugios en Estados Unidos”.

Hay disponibles pruebas para confirmar la infección por el virus de influenza canina H3N8 y H3N2. Su veterinario puede decirle si es adecuado realizar la prueba.

El tratamiento consiste, en gran medida, en cuidados paliativos que evitan que el perro se deshidrate y lo mantienen tranquilo mientras su cuerpo prepara la respuesta inmunitaria a la infección para facilitar su recuperación. En la forma más leve de la enfermedad, este cuidado puede incluir medicación para que su perro se sienta más tranquilo y líquidos para asegurar que su perro se mantenga bien hidratado. Su veterinario puede recetar un antibiótico de amplio espectro si se sospecha de alguna infección bacteriana secundaria.

En Estados Unidos están disponibles las vacunas para proteger a los perros de ambos virus de la influenza canina, H3N8 y H3N2. Su veterinario puede brindarle información adicional sobre estas vacunas y aconsejarle si usted debe considerar vacunar a su perro.

Consulte a su veterinario para determinar si es necesaria una consulta para evaluar la salud de su perro y recomendarle el curso adecuado de tratamiento.