La principal recomendación de los médicos especialistas y de las autoridades de salud fue mirar el eclipse de sol con la protección adecuada: lentes para ver el eclipse o vidrio de máscara de soldador.
A pocas horas de terminado el eclipse, durante la tarde de ayer tres personas llegaron a Clínica Las Condes por daño en su visión. Ninguna de las tres había utilizado protección para mirar este evento.
El doctor Alejandro Lutz, oftalmólogo oftalmólogo del Centro de la Visión de Clínica Las Condes explica que lo más grave que sucede cuando uno mira directamente al sol o durante un eclipse parcial es la maculopatía fótica y consiste en un daño del centro de la retina del ojo (mácula).
La retina es una de las estructuras del ojo, la capa más interna que tiene como misión transformar la luz que recibe en impulsos nerviosos que llegan al cerebro para convertirse en las imágenes que vemos.
Este daño, dice Lutz, se produce porque al mirar directamente el sol se concentra la temperatura, se produce un estrés oxidativo que destruye las células de la retina y además, este aumento brusco de la temperatura provoca expansión del agua que contiene esa zona del ojo y se general miniexplosiones de burbuja.
"Los síntomas de la maculopatía fótica aparece inmediatamente, primero como un deslumbramiento y luego como un escotoma, una mancha gris o negra en el centro de la visión. Si es muy tenue, podría manifestarse a las horas o un día después, pero habitualmente es bastante rápido. No duele y no hay otra sensación además de la pérdida de visión", dice el especialsita.
¿Tratamiento? Hasta ahora, dice Lutz, no hay un tratamiento efectivo. El pronóstico, varía según la profundidad del daño. En los casos de personas que se dañaron viendo un eclipse, el 50% recupera total o parcialmente la visión, pero la otra mitad simplemente no la recupera.
Según explica el especialista en Oftalmología y académico de Tecnología Médica U. San Sebastián, Hugo Berríos, que "la córnea y el cristalino del ojo funcionan como una lupa, por lo que mirar directamente al sol es como enfocar con un lente de gran aumento y se produce una quemadura sobre la retina".
Además del escotoma, también se pueden producir varias manchitas (como si fueran mosquitos) que se mueven en el ojo (miodesopsias). "Son manchas oscuras que se mueven o bailan, no es un síntoma tan claro de daño porque puede ocurrir también en caso de otras enfermedades de la visión, pero de todas maneras es una señal para visitar al oftalmólogo", indica.
El Sol también puede causar daño en la córnea y sin necesidad de mirar directamente al Sol. "Se trata de una quemadura en los ojos, pero un daño externo y no aparece por mirarlo de frente sino solo por estar expuesto a luz, en la playa, en la nieve o en cualquier lugar sin la protección adecuada. Cuando ocurre, el ojo lagrimea, si siente ardor y la conjuntiva se puede inflamar.