Hoy día, si se sospecha de la presencia de fiebre Q en Osorno o de virus hanta en Temuco, la muestras debe ser enviada a las oficinas del Instituto de Salud Pública (ISP), acá en Santiago para su confirmación. Lo mismo ocurre con las muestras sospechosas de Dengue, Zika o fiebre amarilla en el norte del país.
Descentralizar este tipo de situaciones y llevar parte del trabajo de esta instituciones a las regiones, es una tarea en la que hoy están trabajando las autoridades del ISP y para eso, cuentan también con el apoyo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés) que también se han sumado al desarrollo de la vigilancia genómica en regiones y apoyo a las universidades.
El director del ISP, Heriberto García, explica que uno de los sueños es regionalizar la institución y potenciar la investigación y los análisis en regiones. “El mayor impacto es que lograremos armar nuevamente una red de laboratorios a nivel nacional que nos permitirá tener presencia del Instituto de Salud Pública no solo en Santiago sino tener institutos regionales que nos permita ampliar y ser más oportuno en los diagnóstico”, indica.
En el inicio de esta tarea, la autoridad firmó un convenio de colaboración con la Universidad de Antofagasta para fomentar investigación científica, una iniciativa que implica, en una primera etapa, reforzar la red de laboratorios para secuenciamiento genómico del virus Sars-CoV-2.
Según explica García, se trabajará como macrozona norte por lo que a la vigilancia e investigación también se sumarán las universidades de Tarapacá y Atacama. “La vigilancia genómica que vamos a iniciar en la macrozona norte nos va a permitir tener mayor certeza de la aparición de nuevas variantes en esta zona y tener confirmación de esta variantes para poder hacer mejor aislamiento y mejor investigación epidemiológica al respecto”, añade García.
Rol de CDC
Para los CDC de Estados Unidos, es importante conocer lo que ocurre en distintas regiones del planeta porque en un mundo globalizado, los patógenos no son exclusivos de una zona geográfica, tal como ha quedado demostrado en esta pandemia. “Nos ayuda a entender el panorama en la región, en el país. Para CDC, una amenaza de salud en un sitio es una amenaza de salud en todas partes. Nos interesa que cada país pueda hacer diagnóstico y pueda hacer secuenciación” señala Roberto Freire, epidemiólogo y parte de la Oficina Regional de CDC para Sudamérica con sede en Brasilia (Brasil).
La delegación de CDC ha visitado algunos laboratorios universitarios en el norte del país para identificar la capacidad instalada de cada uno de ellos en cuanto a la vigilancia genómica que pueden realizar y a partir de ello, apoyarlos en la construcción de un camino de crecimiento y fortalecimiento de sus capacidades.
“Este apoyo se traduce en equipamiento, entrenamiento de personas, conformación conjunta de protocolos, análisis de casos. Chile está siendo uno de los protagonistas de Latinoamérica en cuanto a secuenciación. Nuestra intención es fortalecer esta capacidad del país”, insiste Freire.
Por ahora, en la urgencia, el trabajo se centrará en el virus causante de Covid-19, pero más adelante se agregará vigilancia y análisis para la resistencia antimicrobiana y el estudio de otros patógenos que surjan en la región norte del país.
Leonard Peruski, jefe del Laboratorio de Detección Global de Enfermedades, de los CDC de Atlanta, trabajó antes en el país hace un tiempo en un proyecto similar, pero ahora, el objetivo es trabajar en genómica y que este trabajo se de interés para las universidades y el país.
La variante Gamma, por su prevalencia en el país y específicamente en el norte del país, es uno de los intereses de estudio, pero no el único. “Vamos a hablar de coronavirus pero no solo de una variante en específico sino que coronavirus en general. Nosotros quisiéramos poder predecir lo que podría ocurrir en el futuro y ver qué tan efectivas han sido las vacunas para poder prevenir futuras enfermedades que se pudieran dar”, dice Peruski.