A medida que continúa la pandemia mundial de Covid-19, aumenta también la comprensión del impacto a largo plazo del virus en quienes sobrevivieron a la infección. Hoy ya se sabe que en la infección aguda por el Sars-CoV-2 la mayoría de las personas se recuperan en pocos días o semanas.
No obstante, alrededor del 10% continúan presentando síntomas durante más tiempo. Eso es lo que se conoce como Covid-19 prolongado, una serie de síntomas que se desarrollan durante o después de la infección aguda.
“Pueden continuar durante más de 12 semanas y no se explican por un diagnóstico alternativo”, plantea Alberto García-Molina, Ph.D. neuropsicólogo clínico del Instituto Guttmann, Hospital de Neurorehabilitación, Barcelona, España, especialista que participó en la Semana de la Lesión Cerebral Adquirida realizada por el Centro de Estudios en Neurociencia Humana y Neuropsicología (CENHN) de la Universidad Diego Portales, oportunidad en la que expuso sobre las alteraciones neurocognitivas y rehabilitación neuropsicológica post Covid-19.
Este síndrome, explica García-Molina, suele presentarse en grupos de síntomas, a menudo superpuestos, “que pueden fluctuar y cambiar con el tiempo y afectar a múltiples sistemas del organismo”. Los más habituales son la fatiga, el dolor de cabeza, las dificultades respiratorias y las mialgias (dolor muscular).
Neurorrehabilitación
Pero junto a esos síntomas, también pueden experimentarse problemas de memoria, pérdida de concentración o alteraciones atencionales. A su vez, dice el especialista pueden ir acompañados de trastornos de ansiedad o del estado anímico, pacientes que van a requerir un tratamiento especial, conocido como neurorrehabilitación.
“Las alteraciones cognitivas y emocionales que algunas personas con Covid-19 prolongado presentan condicionan su capacidad para afrontar con éxito las demandas del entorno, ya sea a nivel familiar, social o laboral”, dice García-Molina.
En ese sentido, la rehabilitación neuropsicológica puede ayudarles a recuperar funciones cerebrales alteradas, mejorar su capacidad funcional y su bienestar emocional, agrega.
En junio de 2020 el Institut Guttmann puso en marcha un programa de neurorrehabilitación ambulatorio para personas con síndrome post-Covid-19. El programa, explica García-Molina incluye terapia respiratoria, fisioterapia y rehabilitación neuropsicológica. “Hasta el momento han recibido tratamiento más de 100 pacientes. Se trata de personas que antes de infectarse con el Sars-CoV-2 no tenían antecedentes neurológicos destacables, y que después de la infección no han presentado patologías graves del sistema nervioso, como pueden neuropatías o accidentes cerebrovasculares”, indica.
¿En la gravedad de esos síntomas influye el haber estado o no hospitalizado? García-Molina responde que a nivel demográfico han observado diferencias entre las personas que han requerido hospitalización tras Covid-19 aguda y aquellas que la han pasado en su domicilio: “mayoritariamente el paciente hospitalizado que ha participado en el programa es varón, con una edad comprendida entre 50 y 65 años”.
El Covid prolongado o síndrome post-Covid-19 no tendría relación entonces con la hospitalización, aclara el investigador. Al inicio del tratamiento neuropsicológico los niveles de afectación cognitiva e impacto emocional detectados en los pacientes hospitalizados y no hospitalizados, son similares. Al finalizar, añade García-Molina, tampoco constataron diferencias en función del lugar en el que la persona ha pasado la Covid-19 aguda: “En conjunto observamos una reducción de las alteraciones cognitivas y de la sintomatología emocional”.
Neurocovid
La experiencia de García-Molina en el hospital de neurorrehabilitación, que atiende a personas que presentan lesiones cerebrales como traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares o tumores cerebrales, entre otros, le ha demostrado que la rehabilitación neuropsicológica permite reducir la discapacidad y aumentar la participación en actividades que la persona considera de valor, ya sea a nivel familiar, social o laboral.
“Para lograr este propósito es fundamental utilizar enfoques individualizados mediante los cuales diseñar e implementar objetivos significativos –y alcanzables– según las necesidades y habilidades de cada persona”, advierte.
¿Podría el virus afectar el sistema nervioso central? El investigador plantea que todavía es muy pronto para saber qué consecuencias puede tener el SARS-CoV-2 sobre el sistema nervioso.
Pero el descubrimiento de sus implicancias está en proceso. Tal cómo García-Molina indica, a principios de 2020 pocos pensaban que este virus pudiera colapsar países y causar una pandemia global. “Meses después descubrimos que la Covid-19 podía generar síntomas más allá de su fase aguda, lo que actualmente conocemos como síndrome post-Covid-19. En el primer trimestre de 2021 se han propuesto diferentes clasificaciones, en base a los síntomas que presenta el afectado, con el objetivo de caracterizar subtipos de síndromes post-Covid-19. Paralelamente, se está comenzando a emplear el término Neurocovid para referirse a los síntomas neurológicos que ocasiona la infección por SARS-CoV-2″, explica.
La investigación aplicada, así como la investigación básica, han de permitirnos conocer mejor las consecuencias del Covid-19 en sus diferentes estadios evolutivos.
A nivel clínico, concretamente desde el ámbito de la rehabilitación, el equipo clínico-investigador del Instituto Guttmann está realizando un seguimiento de las personas que se han beneficiado del programa de rehabilitación neuropsicológica, con un doble objetivo, explica el investigador: “Estudiar y caracterizar su perfil cognitivo y emocional en diferentes momentos temporales y analizar si las mejoras logradas tras su participación en el programa se mantienen meses después de finalizar la intervención”.
Dentro del programa de Guttmann se consideran ejercicios de potenciación de la musculatura respiratoria, se trabajan la función motora para revertir la afectación de la fuerza y, según reporte de función neuropsicológica, se aborda la afectación de la memoria y la función ejecutiva.