Prometedora vacuna chilena contra el coronavirus inicia pruebas pre clínicas
Prototipo de inmunización desarrollado por el IMII y el Consorcio en Biomedicina BMRC comenzaría las pruebas en humanos el próximo año.
El avance de la "vacuna candidata” desarrollada en Chile para combatir el Covid-19 es un hecho. El proyecto convoca a investigadores de la Universidad Católica (UC), el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC, por sus siglas en inglés).
“Hemos completado ya la formulación de algunos de los prototipos y actualmente estamos desarrollando los ensayos preclínicos, que corresponden a las pruebas a nivel de laboratorio que demuestren seguridad y efectividad en modelos experimentales. A continuación, será necesario formular la vacuna en condiciones de buenas prácticas de manufactura para cumplir con las regulaciones nacionales e internacionales y posteriormente evaluar su seguridad e inmunogenicidad por medio de estudios clínicos”, señala el director del IMII e investigador de la UC, Alexis Kalergis.
De continuar trabajando de la misma forma, se podría iniciar la prueba en humanos el próximo año. Además, si todas las etapas son logradas exitosamente y -contando con el financiamiento requerido- demostrando seguridad, capacidad de inducir respuesta inmune y efectiva en su capacidad de proteger contra el Sars-CoV-2- podría estar disponible para producirla a gran escala en el plazo de al menos 2 años.
Recientemente el grupo de investigadores de la UC recibió un aporte financiero por parte de la Fundación Copec-UC para seguir avanzando en los ensayos de la vacuna.
De resultar exitosa, se deben producir las dosis en plantas de producción especializadas para este fin. “Existen varios países que poseen instalaciones para generar vacunas a escala mundial, con los cuales ya estamos en contacto y comunicación permanente. Es importante destacar el apoyo que hemos recibido de Cancillería y las Embajadas Chilenas en esos países para avanzar en esta etapa. Los costos de producción van a depender de la formulación que resulte exitosa, pues cada formulación necesita una tecnología diferente para ser producida a gran escala”, enfatiza el académico de la Universidad Católica.
Antígenos de Sars-CoV-2
La vacuna desarrollada por Kalergis y su equipo consiste en utilizar antígenos o fragmentos de antígenos de Sars-CoV-2, deducida desde su material genético.
“Elegimos este mecanismo de acuerdo a su capacidad de inducir una respuesta inmune favorable para la eliminación del virus en ausencia de inflamación excesiva. Nos encontramos desarrollando 4 estrategias de vacunación utilizando estas proteínas, que básicamente consisten en diferentes combinaciones de las proteínas seleccionadas junto a moléculas inductoras de la respuesta inmune”, detalla el director de IMII.
Agrega que “una de éstas consiste en una estrategia equivalente a la que usamos exitosamente para desarrollar una vacuna contra el virus respiratorio sincicial. Es importante tener muy claro que estos procesos toman tiempo y que requieren una serie de estudios preclíncos y clínicos, que deben cumplir con regulaciones bastante estrictas”.
Vacunas internacionales
Kalergis señala que son varias las casas de estudio internacionales que están enfocadas en el desarrollo de una vacuna, es el caso de la Universidad de Oxford, donde “se ha establecido un lineamiento para hacer disponibles los derechos de uso de la licencia de la potencial vacuna, de manera no exclusiva y libre de costo por el periodo de duración de la pandemia de acuerdo a lo definido por la Organización Mundial de Salud (OMS)”.
Por otra parte, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual en su declaración ‘Consideraciones en torno a la propiedad intelectual, la innovación, el acceso y la Covid-19’, indica que entre las medidas normativas previstas en la legislación internacional y nacional de propiedad intelectual para hacer frente y mitigar las situaciones de emergencia y catástrofe, figuran las licencias obligatorias y las licencias de pleno derecho de tecnologías patentadas, incorporadas en material médico y medicamentos vitales; y la aplicación de excepciones en relación con las obras culturales y educativas para garantizar la disponibilidad de datos, información y conocimientos vitales para combatir el virus y contener su difusión, atenuar el sufrimiento humano que está causando y permitir que las instituciones afectadas, como las escuelas y las universidades, sigan cumpliendo su cometido a distancia o de manera virtual.
Al aplicarse de manera selectiva y temporal, estas medidas pueden ser útiles o incluso fundamentales cuando sea evidente que existe una necesidad a la que se puede responder.
Colaboración científica nacional
Kalergis destaca que es muy importante trabajar en colaboración con la comunidad científica nacional e internacional y de manera también coordinada con los Ministerios de Ciencia y de Salud, así como con el sector privado nacional. “El apoyo de la ciudadanía también es muy importante, dada la naturaleza del problema que enfrentamos. Es evidente que en tiempos de pandemia la sinergia Ciencia-Estado-Empresa-Ciudadanía es más necesaria que nunca”.
“También es clave que existan en desarrollo una alta cantidad de iniciativas, para tener mucha mayor probabilidad de obtener pronto una o varias vacunas que protejan a la población. En esta pandemia tiene como causa fundamental la falta de inmunidad en la población mundial, por lo que una vacuna es una urgente necesidad. La colaboración de la comunidad científica ha sido clave para avanzar en la búsqueda de una alternativa que nos permita superar esta crisis de salud sin precedentes. Una de las formas de colaborar entre científicos es que la información y resultados de investigación sea abierta y disponible para toda la comunidad, sin restricciones”, sentencia el creador de la vacuna contra el virus sincicial.
“Es fundamental destacar el aporte que han hecho científicas y científicos jóvenes, como parte de sus programas de estudios de pregrado, doctorado y postdoctorado, quienes con gran entusiasmo, capacidad y dedicación han hecho posible que estemos pronto a contar con los resultados de I+D necesarios para escalar a la siguiente etapa”, indica Kalergis.
Dentro de los apoyos el investigador destaca a la Fundación COPEC-UC que recientemente ha realizado un aporte importante a esta investigación. “Este tipo de apoyos son ahora más importantes que nunca, dado que para encontrar una o varias soluciones para esta grave pandemia se requiere de la colaboración estrecha entre entre Ciencia-Estado-Sector Privado-Ciudadanía, y el aporte de la Fundación COPEC-UC sirve como catalizador de este proceso”.
“Es importante explorar múltiples caminos de acción para garantizar el acceso a una vacuna”, insiste el investigador. A su juicio, uno de éstos sin duda es el desarrollo en Chile de investigación científica para la generación de prototipos locales, algo que posiciona al país en el mapa de desarrolladores de vacunas. "La colaboración con grupos y organismos internacionales es clave, porque podemos conocer y acceder de primera fuente a los avances hechos por otros equipos”.
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