Provocó el “terremoto de los presidentes”: los desconocidos detalles de la falla geológica de Pichilemu
Si bien se creyó que el recordado temblor de 7.0 Mw del 11 de marzo de 2010 era una gran réplica del 27F, un reciente estudio demostró que fue producto de una falla oculta e independiente en la Región de O'Higgins, capaz de provocar terremotos tan intensos y destructivos como el ocurrido hace 14 años.
Llamó mundialmente la atención aquel temblor del 11 de marzo de 2010. Todo Chile era testigo del cambio de mando entre el primer gobierno de Michelle Bachelet y el primer mandato de Sebastián Piñera, cuando un enorme sismo marcó su presencia en la costa de la zona central del país. Muchos invitados a la ceremonia apresuraron sus retornos, por miedo a que otro terremoto, como el del reciente 27F se presentara nuevamente.
Precisamente, cuando ocurrió el “terremoto de los presidentes” se creyó que correspondía a una de las miles de réplicas que venía presenciando Chile después del terremoto ocurrido hace un par de semanas. Sin embargo, con el tiempo se determinó que, dadas las características del sismo, no correspondía a una réplica, sino que era un movimiento telúrico independiente y provocado por una extraña y silenciosa falla geográfica.
La magnitud de Mw 7.0 en la zona centro sur no se condecía con una réplica, sino más bien con un terremoto diferente al ocurrido. Es por eso que investigaciones posteriores dieron cuenta de la activación de una falla geológica “ciega”, en la zona de Pichilemu. Esto significa que estas fallas no son visibles en la superficie, pero que pueden crear sismos casi tan intensos como un terremoto.
Provocó el “terremoto de los presidentes”: los desconocidos detalles de la falla geológica de Pichilemu
Un grupo de investigadores del Núcleo Milenio de Ciclos Sísmicos en Zonas de Subducción (Cyclo) dio a conocer un estudio, publicado en la revista Nature, mostrando el grado de actividad de la falla de Pichilemu, que tuvo 15 sismos posteriores en las zonas de Navidad y Vichuquén. Para ello, los científicos observaron las terrazas marinas para calcular el deslizamiento de ella.
En este contexto, lo importante que revela este artículo científico es que si bien este tipo de fallas geológicas ubicadas al interior del continente se mueven de forma muy lenta con el correr de años y siglos, este tipo de fallas se activan durante o poco después de un terremoto interplaca, tal como el ocurrido el 27F de 2010.
Asimismo, el estudio menciona que entre Concepción y Valparaíso hay al menos otras 10 fallas del mismo tipo que podrían activarse durante un próximo terremoto. Las más peligrosas y probables de activarse en un futuro cercano serían las de Valparaíso, dado que ese segmento constituye una laguna sísmica desde el año 1730.
No fue réplica del 27F: los desconocidos detalles de la falla geológica de Pichilemu
¿Pero qué son estas llamadas “fallas ciegas”? Según cuenta el geógrafo y académico de la Universidad San Sebastián, Pablo Salucci, estas son las fallas donde no se ven en el relieve para reconocerlas visualmente. “No como el caso de la conocida Falla de Ramón, donde uno va hacia el lugar y se ve claramente el salto, el escarpe que indica que hay una figura que no corresponde mucho a la cordillera, y eso corresponde a la falla”, comenta.
Hay muchas fallas que se activan después de los terremotos, y muchas de ellas son estas fallas ciegas. Según agrega el experto en sismos, los terremotos permiten descubrir este tipo de fallas ocultas. “Este tipo de fallas se activan después de grandes terremotos”.
Aún queda mucho por entender para conocer a cabalidad cómo opera la geografía del territorio nacional. De la falla de Pichilemu, estudiada a propósito del terremoto del 11 de marzo de 2010, se determinó que entre Valparaíso y Concepción habría al menos mil fallas ciegas. “Es difícil cartografiarlas, porque son ciegas, y este estudio determina que podrían haber muchas fallas y probablemente en futuros terremotos, entendiendo que Valparaíso tiene un potencial sísmico muy grande, podría activarse fallas allí y en otras zonas aledañas”, añade Salucci.
Estas fallas ciegas pueden aparecer en varias partes, no solamente en zonas costeras. “Es parte de las características de un país como el nuestro, presionado por las placas tectónicas, que haga que la corteza se vaya rompiendo. En general, una falla es la ruptura de una corteza”, comenta el geógrafo.
Este tipo de fallas pueden estar en zonas costeras, andinas o en el valle central. Salucci incluso conjetura sobre los últimos sismos ocurridos en la zona de Pirque, lejos de la Falla de San Ramón, pero que tienen recurrencia. “Tal vez pueda ser una falla ciega”.
Además, gracias al estudio sobre la falla ciega que provocó el temblor del cambio de mando, sabemos que la falla de Pichilemu es una de características sismogenéticas. Es una falla capaz de generar sus propios temblores. “Si bien las fallas no pueden generar un megaterremoto, sí pueden crear movimientos sísmicos tan intensos como el de 2010. Son capaces de hacer movimientos bastante bruscos, que pueden generar daños a la infraestructura”, complementa el académico de la USS.
Según agrega, tipo de fallas puede generar sismos de hasta 7.5 Mw, pero puede ser tan intenso como un terremoto de 8.8 Mw. Esto, debido a que la aceleración del suelo es muy brusca, y eso genera un daño que la infraestructura no puede resistir, a pesar de todas las medidas tomadas.
“Terremoto de los presidentes”: los desconocidos detalles de la falla geológica de Pichilemu
“La fallas por definición siempre provocan sismos poco profundos, tienen ese impacto de movilización de ondas. No se generan más allá de 10 kilómetros de profundidad, lo que le da muy poco tiempo a las ondas para disiparse, por lo tanto la energía llega con bastante intensidad sobre la superficie del suelo”, destaca Salucci. Estos terremotos duran algunos segundos, y la agitación del suelo es muy rápida.
En el sitio web fallasactivas.cl es posible visualizar dónde están las principales fallas geológicas identificadas entre las regiones de Arica y Aisén. En la zona central destacan la falla de Valparaíso, del Quisco, Quintay, Laguna Verde y Marga Marga. Eso, además de la reconocida falla de San Ramón, ubicada en la precordillera al suroriente de la capital.
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