Tener conexiones significativas en el lugar de trabajo es esencial para el éxito personal y organizacional. La mayoría de nosotros formamos estos vínculos de forma natural, ya que pasamos una parte importante de nuestra vida en el trabajo.

Después de dejar la universidad, muchas personas de veintitantos años se mudan a nuevas ciudades en busca de oportunidades profesionales, donde se enfrentan a la tarea de crear un círculo social completamente nuevo desde cero. El lugar de trabajo se convierte en un lugar ideal para que las personas se conecten.

Actividades como tomar unas copas después del trabajo, practicar deportes de equipo o simplemente compartir comidas sirven como oportunidades para establecer conexiones con compañeros de trabajo. Estas interacciones no sólo ayudan a combatir los sentimientos de aislamiento, sino que también añaden una sensación de camaradería y apoyo a la rutina laboral diaria.

Sin embargo, a medida que las personas alcanzan hitos como casarse o formar una familia, sus prioridades en la vida cambian naturalmente. Las agradables reuniones después del trabajo y las reuniones informales comienzan a pasar a un segundo plano frente a los compromisos familiares y las responsabilidades del hogar.

En consecuencia, es posible que descubras que mantener tus amistades laborales se vuelve más difícil con el tiempo. Equilibrar el crecimiento profesional y la vida personal a menudo conduce a una disminución en la frecuencia y profundidad de estas relaciones, preservando al mismo tiempo las conexiones ya establecidas.

Hacer amigos en el trabajo

Existe una diferencia entre las relaciones típicas de compañeros de trabajo y las verdaderas amistades. En términos generales, las personas con las que trabajamos no son necesariamente amigos. En nuestra vida personal, a menudo se necesitan años para generar confianza para incorporar a alguien a nuestro círculo de amigos.

Sin embargo, muchos de nosotros desarrollamos amistades con colegas con los que hemos trabajado, a menudo durante años. Por ejemplo, he hecho amigos en el trabajo a quienes respeto y en quienes confío inmensamente; uno de mis mejores amigos es alguien que conocí en el trabajo. Nuestra amistad continuó prosperando mucho después de que dejé ese lugar de trabajo.

Dicho esto, ¿comparto mis secretos más profundos y oscuros con amigos del trabajo? No. Entonces, ¿vale la pena tener un amigo de trabajo? En resumen, sí: incluso las relaciones con vínculos más débiles pueden ser beneficiosas. Pero depende de la profundidad y la naturaleza de la relación.

Los beneficios de las amistades en el trabajo

Las amistades pueden resultar en beneficios sustanciales. Una encuesta de 2021 sobre amistades y felicidad en el lugar de trabajo encontró que el 57 por ciento de los trabajadores dijo que tener un amigo en el trabajo aumentaba significativamente la satisfacción laboral.

Además, el 22 por ciento de los participantes en la encuesta creía que las amistades en el lugar de trabajo mejoraban su eficiencia. Otro 21 por ciento pensó que estas conexiones estimulaban la innovación.

Cuando los empleados están felices, comprometidos y productivos, y la organización satisface sus necesidades individuales, es más probable que alcancen su máximo potencial.

La conexión y la comunidad son esenciales para el lugar de trabajo. Nos ayudan a crear un sentido de pertenencia, fortalecer nuestros contratos psicológicos con nuestros empleadores y ayudarnos a estar motivados y ser eficientes. Las relaciones sólidas pueden facilitar la comunicación y el intercambio de consejos entre compañeros de trabajo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las amistades en el lugar de trabajo pueden tener desventajas. Las amistades en el trabajo pueden ser problemáticas debido a rumores de relaciones, nepotismo y favoritismo, por nombrar algunos.

Los conceptos de “trabajo” y “juego” a menudo pueden entrar en conflicto cuando los objetivos profesionales se cruzan o, peor aún, cuando hay un conflicto. Dicho esto, muchos de estos problemas pueden mitigarse con una comunicación y límites claros.

Prevenir el agotamiento

Los empleados no son los únicos que se benefician de tener amigos en el lugar de trabajo: también existen importantes beneficios para los empleadores. Promover el compromiso de los empleados a través de una cultura laboral respetuosa e inclusiva, por ejemplo, reduce las tasas de rotación de empleados.

Los empleados que tienen amigos en el trabajo tienen el doble de probabilidades de sentir pasión por sus funciones. Estas personas también tienden a interactuar con los clientes, realizar un trabajo de alta calidad y expresar en general mayores grados de bienestar que quienes no tienen amigos en el trabajo.

Además de crear una atmósfera de apoyo, las amistades en el lugar de trabajo hacen que las personas estén menos dispuestas a buscar otras oportunidades laborales.

Este elemento de la cultura laboral se ha vuelto cada vez más importante a medida que las empresas enfrentan las consecuencias de la Gran Dimisión, donde 4,3 millones de estadounidenses dejaron sus trabajos solo en agosto de 2021.

Amistades intergeneracionales

Es importante cultivar las amistades intergeneracionales en el trabajo. Debería considerar ampliar sus redes para aprovechar al máximo estas relaciones significativas.

Sin embargo, entablar amistades con los supervisores puede resultar un desafío. Este tipo de relaciones conllevan el riesgo de amiguismo y nepotismo y pueden socavar la integridad y eficacia de un lugar de trabajo.

Un estudio en el sector de la salud encontró que los profesionales de la salud que se sentían tratados injustamente tenían más probabilidades de sentirse desmotivados, lo que afectaba su desempeño laboral.

Esto ilustra la lucha de las organizaciones para combatir las percepciones de nepotismo y al mismo tiempo fomentar la confianza y la camaradería entre los empleados. Las amistades con un superior pueden ir en contra de las relaciones personales y de la organización en su conjunto.

En cambio, las organizaciones deberían priorizar los programas de tutoría. Emparejar a empleados más jóvenes con empleados experimentados proporciona orientación, retroalimentación y apoyo, cerrando la brecha entre los individuos y la organización. La tutoría también es una excelente manera de cerrar cualquier brecha generacional.

Ya sea un programa tradicional entre pares o alguien que lo tome bajo su protección, las recompensas son significativas. Alrededor del 70 por ciento de las empresas Fortune 500 tienen algún programa de tutoría, lo que habla de su valor.

Normas de amistad en el trabajo

Para garantizar que las amistades en el lugar de trabajo sean positivas y no tengan consecuencias, existen algunas pautas y límites esenciales que los empleados deben considerar seguir.

  • Haga todo lo posible para saludar a sus compañeros de trabajo, celebrar sus logros e invitarlos a almorzar o al happy hour después del trabajo.
  • Mantenga su profesionalismo en el trabajo, incluso cuando pase tiempo con amigos. Recuerde que su supervisor podría estar mirando.
  • Sea amable con quienes lo rodean: evite comportamientos que puedan excluir a otros y manténgase alejado de los chismes. Si bien no todo el mundo puede formar amistades de forma natural, mantener una actitud respetuosa es clave.
  • Maneje los conflictos con madurez: si usted y su amigo del trabajo tienen dificultades en su relación, no les eche toda la culpa ni los engañe. Abordar los problemas con madurez y trabajar juntos para resolverlos.
  • Equilibre la socialización con el trabajo: si su amistad le quita demasiado tiempo o afecta su productividad, ajuste la forma en que interactúa en el trabajo.
  • No caiga en favoritismo: asegúrese de que su amistad no conduzca al amiguismo o nepotismo, lo que puede dañar la dinámica y la confianza del equipo.
  • Respete la privacidad: no comparta información personal sobre sus amigos del trabajo con otros colegas sin su permiso.
  • Comuníquese claramente y respete los límites con sus amigos del trabajo.

Tener amigos en el trabajo puede ser algo bueno: es bueno para la salud física y mental, previene la soledad y las organizaciones funcionan mejor. Pero, como todas las relaciones, es importante recordar y respetar siempre los límites.

*Jason Walker, director de programa y profesor asociado de Psicología Industrial, Organizacional y Aplicada, Universidad de Adler

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