Esta mañana el ministro de Salud, Jaime Mañalich, sorprendió a todos acuñando un término para referirse a las noticias falsas que inundan la redes sociales: “viroterrorismo”.
“Es cierto que vivimos una suerte de pánico ‘viroterrorista’, los días que vienen van a ser muy duros, fundamentalmente porque la noticia que nos van a llegar de países muy queridos para nosotros van a ser terribles”, señaló el ministro durante un punto de prensa en el aeropuerto para anunciar el arribo de una nueva partida de ventiladores mecánicos al país.
“Eso no debe llevarnos a pensar que nosotros estamos al borde de un colapso o catástrofe porque es no es correcto. Tenemos la cantidad insumos, de camas, de respiradores como fue planificado originalmente con el Presidente. Hacemos un llamado a la prudencia, a la calma”, añadió Mañalich.
Un poco más tarde, durante la entrega de nuevos casos de coronavirus en el país, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, consultada por la afirmación de Mañalich, explicó que el término hace mención a “aquella información que produce angustia, o dolor”.
Por eso, la autoridad dijo que lo más racional, es informarse de las vías oficiales. “Por eso todos los días damos información de personas contagiadas. Queremos transparentar esta información a la población”, señaló, advirtiendo que han constatado la presencia de mucha información que viene de otras partes que no es real.
Sin embargo, el vocablo “viroterrorismo” en estricto rigor no está descrito en la Real Academia de la Lengua y tampoco en términos científicos.
Nicolás Muena, investigador de la Fundación Ciencia y Vida, le parece “extremadamente grave que se use ese término”, pues a su juicio se confunde con el término bioterrorismo, “que básicamente son ataques terroristas usando agentes biológicos como virus y bacterias y eso no tienen nada que ver con las fake news”.
Mudena dice que el término cae en lo mismo que el ministro trata de combatir, que son las fake news.
Opina que no debería usar ese término "porque estamos en un contexto en el que se está acusando a China de haber liberado el virus de forma intencional o accidental y eso si se podría considerar como bioterrorismo.