Hace un tiempo se popularizó el término quiet quitting (renuncia silenciosa), muy utilizada por las nuevas generaciones, que básicamente se define como un comportamiento en el mundo laboral que se caracteriza por dedicar el mínimo de energía al trabajo, en el afán de no esforzarse más de lo necesario.
El trabajador hace solo lo justo, lo que estrictamente está definido en el contrato laboral. Algunos de sus características son cumplir el horario estipulado de forma estricta, no participar de reuniones que no sean obligatorias, falta de iniciativa personal, poca disposición y en general, muy poco identificación con la empresa y su ADN.
Ahora, psicólogos coinciden en que esta tendencia en el trabajo se ha trasladado al mundo de las relaciones de parejas. Parafraseando a su simil laboral, la han bautizado quiet dumping o quiet dumped, o ruptura silenciosa en español.
La han definido cuando uno o ambos pierden interés en la relación y hacen solo lo “mínimo” necesario para no terminar. La pregunta obvia es por qué mantener la relación, y aunque la respuesta es compleja, los psicólogos coinciden que normalmente se debe a que las personas no quieren enfrentar sus propias emociones y rehuyen el conflicto que implicar dar por finalizada una relación, especialmente cuando esta es de muchos años.
Muchas personas permanecen juntas también por “el bien de la familia”, sobre todo cuando hay hijos, aunque también se puede deber a razones socioeconómicas, en las que sobre todo entre las mujeres que dependen económicamente de sus parejas.
Las parejas que abandonan su relación en silencio pueden querer irse, pero es posible que se queden debido a limitaciones. ¿Qué perderían si rompieran la relación? Tal vez los costos son demasiado altos. Y siguiendo con el paralelo laboral, las personas pueden no querer su trabajo, pero se quedan porque lo necesitan.
Cómo saber si tu pareja te está “dejando en silencio” según un psicólogo: cinco señales
De acuerdo al psicólogo Marcos Travers, de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder y columnista de la revista Forbes, hay algunas formas en las que una persona puede percibir cuándo su pareja está conciente o inconcientemente aplicando es ruptura silenciosa.
Según detalló el experto en el sitio web de Forbes, estas son las cinco señales más reveladoras, que te dirán si tu pareja está utilizando esta estrategia:
- Disminución de la disponibilidad emocional. Esto puede tomar la forma de una capacidad de respuesta reducida a las necesidades emocionales y las señales de la pareja, haciendo que la pareja se sienta ignorada, desconectada, molesta y/o confundida.
- Desvinculación de la resolución de conflictos. Retirarse de las confrontaciones o evitar involucrarse en discusiones difíciles pero significativas contribuye a una creciente división en la relación.
- Disminución de la intimidad y el afecto. Una disminución en las muestras de afecto, los momentos íntimos y las experiencias compartidas conduce a una sensación de distancia física y emocional entre las parejas.
- Falta de esfuerzo en el mantenimiento de la relación. La reducción de la voluntad de invertir tiempo, energía y consideración para nutrir la conexión conduce a la erosión de la relación.
- Mayor enfoque en actividades egoístas. Priorizar metas, pasatiempos e intereses personales a menudo va de la mano con el aislamiento y la desconexión que está creciendo en la relación.
Los psicólogos han señalado que la pareja se va distanciando poco a poco sin buscar una conversación abierta, con la esperanza de que la otra persona se dé cuenta del problema por sí misma y, en el mejor de los casos, termine la relación por sí misma.
La revista Psychology Today incluso sugiere que “dejar que las cosas se acaben”, el abandono silencioso de una relación, es una forma de gaslighting (luz de gas en español, un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción o juicio), es decir, una manipulación deliberada que supone la desestabilización de una persona y de su percepción de la realidad.
O para decirlo de otra manera: cuando te “hacen luz de gas” te convencen de que los problemas solo están en tu cabeza. Aplicado a una relación, es el doble de cruel, dijo el artículo. Porque no sólo consiste en eludir la responsabilidad, sino que también persuade al otro miembro de la pareja de que sus sentimientos (celos, inquietud, preocupación) son infundados o incluso imaginarios. Esto puede causar daños emocionales.
La ruptura silenciosa es, por tanto, aún más dolorosa que el ya popular ghosting, en el que una persona simplemente desaparece sin previo aviso y no vuelve a ponerse en contacto. Aunque esto también duele, al menos pone un fin ala relación. Con este alejamiento silencioso, el final se alarga artificialmente.