“Se acerca la próxima gran pandemia. Ya está en el horizonte y podría ser mucho peor (matar a millones de personas más) que el anterior”, dijo Kate Bingham, jefa del Grupo de Trabajo sobre Vacunas del Reino Unido, y Tim Hames, en su libro de 2022 The Long Shot (La posibilidad remota, en español).
La comunidad científica alertó a los líderes mundiales sobre la posibilidad de una nueva pandemia que podría llegar a producirse en los próximos años, conocida como “Enfermedad X”.
La temible Enfermedad X, el desconocido patógeno que según la OMS causará la próxima pandemia
La Enfermedad X, un término utilizado por la OMS para describir una enfermedad infecciosa desconocida que podría causar una pandemia grave en el futuro. El término fue utilizado por primera vez en 2018 durante la Asamblea Mundial de la Salud, cuando la OMS incluyó la Enfermedad X en su lista de enfermedades prioritarias para la investigación y el desarrollo de vacunas.
Un virus que podría ser considerado candidato para provocar una pandemia es el virus Nipah, que mata a más de la mitad de las víctimas, y para el cual no existe cura. Hace unas semanas India encendió sus alarmas por un nuevo brote del virus en la región de Kerala, en donde ya ha matado a dos personas y los contagios superan el millar.
Este virus se considera un candidato para provocar una pandemia mundial, es por esto que preocupa mucho a la Organización Mundial de la Salud (OMS): con una mortalidad en humanos entre el 40% y 75%, el Nipah está considerado como un grave problema de salud pública.
En mayo de 2023, durante la Asamblea Mundial de la Salud, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que los Estados miembros de la organización deben estar preparados para enfrentar las siguientes pandemias.
“Cuando llegue la próxima pandemia -y lo hará- debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa”, dijo el director durante la edición 74° de la asamblea.
En su discurso, el director del organismo mencionó que a nivel mundial persiste la amenaza de que algún nuevo patógeno más letal aparezca, y Bingham, quien fue jefa del equipo encargado de adquirir vacunas para Reino Unido, y fue clave en el éxito de la vacunación en su país, escribió “debemos dar los primeros pasos para hacer frente a la próxima pandemia ahora mismo”.
En este contexto, la OMS explicó que el virus aún no se materializó, por lo que están trabajando con el objetivo de rastrear, predecir y evitar la falta de preparación que tuvo la crisis del Covid-19.
Los profesionales científicos de todo el mundo se unieron para tratar de anticiparse a la enfermedad, y advirtieron que el mundo moderno es propicio para la proliferación de nuevos virus. Primero, el mundo está cada vez más conectado por la globalización. Segundo, las personas se apiñan cada vez más en las ciudades.
Tercero, cada año se destruyen millones de acres de hábitat natural, razón importante, porque la pérdida de hábitat masiva hace que los animales se aproximen cada vez más a los humanos, y “alrededor de tres cuartas partes de las enfermedades infecciosas emergentes se originan en animales y luego saltan de especie en especie hasta que, en determinadas circunstancias, pueden infectar a los seres humanos”, escribió Bingham en su libro.
Según estudios internacionales, existe un 27,5% de posibilidades de que se produzca una pandemia tan mortal como la Covid-19 en la próxima década, ya que los virus surgen con mayor frecuencia, y la implementación rápida de vacunas es la clave para reducir las muertes.
El cambio climático, el aumento de los viajes internacionales, el aumento de la población y la amenaza que representan las enfermedades zoonóticas contribuyen al riesgo, según Airfinity Ltd, con sede en Londres. Pero si se implementan vacunas efectivas 100 días después del descubrimiento de un nuevo patógeno, la probabilidad de una pandemia mortal cae al 8,1%, según la modelización de la firma.
En julio de 2021, un total de 65 científicos expertos de 13 países participaron en la actualización de una plataforma que permite identificar los virus zoonóticos animales que potencialmente pueden “saltar” e infectar a los seres humanos, tal como lo hizo el virus Sars-CoV-2.
El resultado fue que Lassa, Ébola, Seúl, Nipah, Hepatitis E y Hanta son los virus que pueden convertirse en la próxima pandemia. Además, existen 887 virus que representan un mayor posibilidad de contagio al ser humano, 38 de ellos reconocidos como virus zoonóticos y los otros 849 con un potencial zoonótico aún desconocido, que constituyen un grupo de enfermedades de los animales que son transmitidas al hombre por contagio directo con el animal enfermo.
La investigación por la Enfermedad X está más latente que nunca, el 18 de noviembre de 2022, la OMS reunió apróximadamente a 300 científicos con el propósito de examinar y teorizar sobre el tema, así como analizar los posibles riesgos del patógeno X y determinar las líneas de acción en caso de una zoonosis.
Ahora, los científicos estudian el nuevo patógeno desconocido para evitar una crisis sanitaria en Porton Down, un centro de investigación científica en Reino Unido, conocido por sus controles de seguridad y su Centro de Evaluación y Desarrollo de Vacunas. Su trabajo está centrado en replicar de forma más rápida la respuesta al coronavirus, y así salvar vidas y minimizar la necesidad de futuros aislamientos.
Según Bingham, para hacer frente a la Enfermedad X, se necesitará una estrategia de cartera. “Debemos abordar las deficiencias de las vacunas actuales, que no todas son duraderas, fáciles de transportar o baratas”, escribió.
Siguiendo con sus consejos para evitar una nueva pandemia, escribió: “Se debe alentar a los investigadores a probar nuevas tecnologías y enfoques para el diseño de vacunas, lo que podría conducir a vacunas más efectivas y eficientes en el futuro. Por supuesto, las vacunas no son la única respuesta. Necesitamos invertir urgentemente en sistemas de última generación para la vigilancia internacional de posibles amenazas de virus”.
Por el momento, la Enfermedad X sigue siendo hipotética, sin embargo, la OMS la incluyó dentro de su listado mencionándola como “un patógeno actualmente desconocido que podría causar una epidemia internacional grave”.