El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. En Chile, 45 mil personas se enferman al año y más de la mitad fallecen por esta causa según declaró este año el Ministerio de Salud, una cifra preocupante que alcanza el 28% del total de defunciones al año. Sin embargo, una revolucionaria tecnología promete contrarrestar esta situación. Se trata de la inmunoterapia de células dendríticas, terapia de tercera generación que a la fecha ha ganado dos premios Nobel y que actualmente se exporta a México, Costa Rica, Panamá y España.
El doctor Ramón Gutiérrez, patógo y oncólogo molecular, y director del centro especialista en inmunoterapia para cáncer y enfermedades autoinmunes, ReCell, explica a Qué Pasa cómo funciona esta tecnología, que promete ser compatible con hasta un 70% de los pacientes, siendo cerca de cinco veces más barata que las terapias tradicionales contra la enfermedad.
¿Qué es la inmunoterapia biológica?
La inmunoterapia es una familia de tratamientos. A la fecha, hay varias opciones, pero básicamente están las farmacológicas, que se hacen a través de moléculas de fabricación sintética y las biológicas, en las que se aprovechan ciertas células del paciente. Dentro de este último tipo, hay una que destaca por sobre el resto: la de células dendríticas, especialmente llamativa por su bajo costo. Estamos hablando de una inmunoterapia que hoy bordea los $25.000 a $30.000 dólares, mientras que la farmacológica puede costar hasta $150.000 dólares, es decir, cinco veces más.
Ahora, a través de biotecnologías propias, hemos logrado abaratar aún más los costos, bajando esos $25.000 dólares prácticamente a la mitad, lo que marca un plus para muchos pacientes que hasta el momento sólo tenían como opción juntar mucho dinero y, además, tener que viajar al extranjero.
¿Cuál es el perfil de los pacientes que pueden optar a este paquete de tratamientos?
La inmunoterapia de células dendríticas tiene la ventaja de que sirve prácticamente a todo paciente. Sobre todo a aquellos que han hecho quimio, radio o cirugía, porque se encarga de programar su inmunidad para detectar cuando aparezcan las células tumorales residuales que quedan en el cuerpo y que explican por qué a los diez o 15 años después, el tumor vuelve
Otro grupo son aquellos pacientes que están para cuidados paliativos y que no tienen ninguna opción terapéutica con quimio o cirugía. Aquellos nos consultan como una especie de salvataje cuando no hay otra opción, sin embargo, hemos tenido algunos casos de tumores pulmonares, por ejemplo, que solamente con inmunoterapia han disminuido la actividad metabólica tumoral en un 70% a los 60 días, siendo que no tenían ninguna otra opción terapéutica.
¿Disminuye esta terapia la tendencia de los tumores a reaparecer?
Sin duda. La inmunoterapia se entiende como el ideal para erradicar un tumor, pero para lograr esto hay que juntarlo todo: quimio, radio, cirugía e inmuno. Cuando uno quiere evitar la reincidencia, la inmunoterapia de células dendríticas se luce, porque es la única que deja memoria a nivel de los linfocitos del paciente.
En esta terapia se aplican células en la piel del paciente que viajan a los ganglios linfáticos "programando" a los llamados linfocitos vírgenes contra el tumor. Puede que en un año o en cinco aparezca una célula tumoral, pero cuando eso suceda, los linfocitos se activarán y atacarán. Por eso es importante que los pacientes conozcan esta inmunoterapia dendrítica que, además, es de tercera generación. Lo que quiere decir que funciona en un 50 a un 70% de los pacientes.
Chile actualmente es considerado líder en el desarrollo de biotecnología para esta inmunoterapia contra el cáncer. ¿Por qué?
Hoy se sabe que un buen tratamiento de células dendríticas requiere células de la sangre del paciente y un conjunto de moléculas encargadas de producir esta "programación". Por el contrario, las células en vez de atacar el cáncer se esconden de él, volviéndose inmunosupresoras en lugar de inmunogénicas. Ese kit de moléculas es clave, porque para trabajar en dendrítica hay que considerar qué cantidad de moléculas se va a ocupar, en qué concentración, etc. Y producir ese nivel de estandarización demora años.
Nosotros postulamos a un proyecto años atrás, que diseñamos y después postulamos a Corfo. Con eso logramos demostrar que la fórmula con la que dimos estandariza el proceso permitiendo partir de una receta ya conocida para aplicarla en todos los tratamientos obteniendo un resultado similar. Comunicando esto a través de congresos e internet, nos dimos cuenta que había otros centros en México, Costa Rica, Panamá y España que estaban investigando lo mismo sin buenos resultados, por lo que vimos la posibilidad de venderles este kit.
Hoy en día se hacen ventas de kit a estos países a partir de esta fórmula que ya sabemos entrega parámetros conocidos en cuanto a la calidad de las células. Hasta antes del kit, un tratamiento era considerado bueno cuando tenía un 30 o 40% de células viables. Sin embargo, nosotros con el Kit llegamos al 90% y más, logrando un tratamiento muy efectivo que al mismo tiempo abarató los costos. Ahora los centros compran un kit para tratar a los pacientes y no tienen que comprar grandes cantidades de reactivos, que eventualmente vencen antes de que puedan ser ocupados.