La esperanza del amor por internet flaquea más de lo usual estos días. El pasado 25 de septiembre la Comisión Federal de Comercio (FTC, su sigla en inglés) de EE.UU. presentó una demanda a Match Group, el holding detrás de aplicaciones de citas como Tinder, OkCupid y Match. La causa radica en esta última propiedad.
La FTC argumenta que la empresa se ha valido de métodos de phishing (robo de información confidencial), extorsión, publicidad engañosa y fraude romántico, permitiendo que cuentas falsas se contactaran con usuarios reales para que estos contrataran una suscripción pagada al sitio web.
Usuarios gratuitos del sitio (que tal vez no lo admitan) pueden haber visto un indicio de esto en los correos que recibían del sitio web de tipo "una persona te ha visto" o "esta persona está interesada en ti". Quienes accedían al enlace del correo, se encontraban con que debían pagar una membresía premium para poder entrar en contacto con la persona. Una vez miembros, se daban cuenta de que el supuesto interesado era en realidad un bot o un estafador. El proceso para devolver el dinero, sin embargo, era casi imposible y llegaba incluso a prohibir a ciertos usuarios de volver a entrar al sitio.
Estas no son ocurrencias extrañas. Según la FTC, la empresa omite advertir a potenciales miembros que cada día se abren entre 25% y 30% de cuentas falsas. Entre 2013 y 2016, de hecho, más de la mitad de las comunicaciones ocurriendo en match.com involucraban cuentas que la compañía había identificado como fraudulentas. Sus propios análisis entre junio 2016 y mayo 2018 encontraron que alrededor de 499.691 usuarios habían mandado correos denunciando comunicaciones fraudulentas alrededor de 24 horas después de haberse inscrito a un plan pagado.
La FTC también dice que Match engañó a usuarios, prometiéndoles seis meses gratis de suscripción si es que no llegaban a conocer a nadie. La empresa, sin embargo no reveló cuáles eran los pasos específicos que había que tomar para adquirir dicha gratuidad.
"Por casi 25 años, match.com se ha enfocado en ayudar a que la gente encuentre el amor y en luchar contra los criminales que tratan de aprovecharse de los usuarios," responde Match a la demanda, agregando que cuentan con "Inteligencia Artificial que bloquea un 96% de bots y cuentas falsas de nuestro sitio en el transcurso de un día".
Si bien es la primera vez que el gigante del amor cibernético se enfrenta legalmente a una institución de magnitud federal otra de sus propiedades ya había protagonizado una controversia a inicios de este año. En marzo, Tinder accedió indemnizar con USD 17.3 millones a 230 mil personas después de que presentaran una demanda masiva por discriminación de edad. El servicio pagado de la aplicación, Tinder Plus, cobraba a USD 19.99 al mes a usuarios mayores de 29, mientras que los más jóvenes podían pagar hasta USD 9.99.
¿Bots entre nosotros?
Si bien la oficina central de match.com informó a Qué Pasa que no revelaban sus números de usuarios por país ni en total, basta con hacerse una cuenta y buscar un poco para tener una idea de la cantidad de miembros que podría haber en Chile. Es así como Qué Pasa se hizo miembro de match.com.
¿Cuántas potenciales parejas de 18 a 100 años encontramos en 4.300 kms a la redonda de Santiago? (Hay que tomar en cuenta que la distancia, que es una aproximación al tamaño de la frontera costera, arriesga incluir resultados de Argentina).
La búsqueda llevó a lo siguiente: Un hombre que busca a mujeres se encontrará con 768 potenciales parejas. Un hombre que busca hombres se encontrará con 42. Una mujer que busca hombres se encontrará con 523 potenciales parejas, mientras que una mujer que busca mujeres se encontrará con 8. ¿Cuál de ellos es un bot? ¿Cuál es un fraude? Tal vez sea necesario hablar con las 1.341 potenciales parejas para darse cuenta.
Cabe mencionar que, dado a que hicimos una cuenta sólo para tener una idea del número de miembros en match.com, pusimos una imagen de Mr. Bean como foto de perfil para evitar cortejos de cualquier tipo. Esta salvaguarda, sin embargo, fue inútil.
Mr. Bean resultó más atractivo de lo que pensábamos, ya que hemos recibido correos de match.com informándonos que le gustamos a siete usuarios hasta la fecha: jondoe89, Cristifirst, guille_good, geuc, Dniel42, Charly0509 y Heaven69. Si bien las fotos de perfil de estos usuarios están bajo un filtro borroso, se puede acceder a ellos solo a través de la membresía pagada, sus siluetas son todas iguales. ¿Bots o gemelos aficionados a Mr. Bean?
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Heaven69, una de las usuarias que respondió al perfil creado por Qué Pasa. Para acceder a él, se debe pagar.[/caption]
Match.com no es la única propiedad de Match Group utilizada en Chile, sin embargo. Tinder y OkCupid también son usadas, aunque en proporciones radicalmente distintas. El sociólogo Gabriel Olave y la estudiante Martina Morgado realizaron el año pasado un estudio para la organización IdeaPaís, donde analizaron el uso de cinco aplicaciones para citas entre los habitantes del Gran Santiago.
Olave señaló que Tinder lideraba la lista con 80,7% de personas que lo usaron en algún momento. Mientras tanto, OkCupid es la menos utilizada, con 1,4%. El poco éxito de esta última aplicación puede deberse, según el estudio, a que "esta plataforma exige responder una serie de preguntas antes de a los datos e intereses de cada uno, lo que podría desincentivar su uso".
¿Qué sabemos del amor en línea en Chile?
La investigación, que contó con una muestra de 440 participantes de 35 comunas en la Región Metropolitana, es uno de los pocos estudios en el país que tratan con el fenómeno de las aplicaciones para citas. Entre otros resultados, observaron que los hombres son los que más usan estas aplicaciones, con un 34,7% de los encuestado afirmando que las utilizan, mientras que un 29,2% de las mujeres encuestadas dijeron lo mismo. Entre los motivos comunes están "curiosidad" (51,4%), "entretenerme/ distraerme" (48,6%) y "tener citas" (42,9%).
Mientras menores eran los encuestados, mayor era su uso de estas aplicaciones. 57% de los jóvenes encuestados (18 y 29 años) la han utilizado. Un 41% le sigue en los adultos jóvenes (30 y 44 años,), un 20% entre adultos (45 y 59 años) y un 1% en adultos mayores.