Desde que surgió la pandemia de Sars-CoV-2, las poblaciones con envejecimiento y demencia son consideradas poblaciones de alto riesgo, y a lo largo de las investigaciones de los últimos años se comenzaron a descubrir múltiples vías por los cuales el Covid puede impactar tanto en el envejecimiento como en la demencia.
Más o menos 1/3 de los pacientes que tienen Covid tienen alguna experiencia neurológica, una complicación neurológica o alguna asociación con la enfermedad de demencia.
El 20% de sujetos que han tenido coronavirus, tienen problemas de memoria, 1/3 tiene problemas de funciones cognitivas y después efectos tardíos reportados a nivel cognitivo, ocupacional o funcional.
Sin embargo, actualmente, no existe una investigación sistemática global para estudiar los efectos a largo plazo del Covid, debido a lo reciente de la crisis sanitaria mundial, sumado a su vez el Covid tiene un efecto muy variable según la raza, población, los genes, niveles socioeconómicos, etc.
Se sabe, que más de un tercio de los pacientes con Covid-19 desarrollan problemas neurológicos durante la fase aguda de la enfermedad, incluida la pérdida del sentido del olfato o del gusto, convulsiones y accidentes cerebrovasculares, por eso un nuevo estudio de expertos internacionales en envejecimiento, sintetiza cómo el Covid-19 ha impactado en la salud cerebral.
El artículo describe lo que se sabe hasta ahora en términos de vínculos entre Covid, el cerebro, los síntomas neurológicos y la enfermedad de Alzheimer (EA) y las demencias relacionadas.
“Realmente hay una necesidad enorme de entender si existen (vínculos), cuáles son y cómo son los impactos del Covid a nivel de sistema nervioso central y asociado a demencias” comenta Agustín Ibáñez, parte del equipo de investigadores, y director del BrainLat de la Escuela de Psicología de la UAI.
Según la investigación, el daño o los cambios funcionales en el cerebro pueden provocar secuelas crónicas y el riesgo de complicaciones cognitivas y neuropsiquiátricas incidentes parece independiente de la gravedad de la enfermedad pulmonar original.
“Se ha empezado a ver información sistemática (sobre la conexión) y esto es parte de lo que nuestro grupo ha hecho, empezar a mostrar que hay déficit cognitivos asociados a la infección del coronavirus” añade el investigador.
¿Qué tienen en común?
Se sabe que muchos virus incrementan el riesgo de padecer demencia, pero en el caso del Covid-19, este se asocia a varios factores que también se asocian a demencia, como el envejecimiento, cierta vulnerabilidad genética y los mecanismo inflamatorios que suelen estar asociados a la enfermedad.
Por eso, los resultados que más llamaron la atención de los investigadores son los que tienen que ver con que las enfermedades neurodegenerativas y las demencias no parecen depender de un sólo factor. Dependen de factores genéticos, de factores ambientales como la desigualdad, la pobreza, la salud general, de factores cardio metabólicos, como el peso, la obesidad, pero también, la diabetes o enfermedades cardiovasculares.
“Todos estos procesos son específicamente asociados a incrementar el riesgo de desarrollar demencia, pero lo que más nos llamó la atención es que todos estos procesos son en sí mismos los que hacen a las enfermedad de Covid más severa” señala Ibáñez.
Lo que pareciera estar explicando el impacto que el Sars-CoV-2 puede tener a través de múltiples mecanismos para incrementar el riesgo de demencia o empeorar las condiciones de demencia.
Sin embargo, en Latinoamérica existe información bastante parcial, y todo apunta a que tiene un efecto grave, a los científicos les falta entender muchísimo más sobre los distintos mecanismos del Covid, las distintas comorbilidades y la demencia. Pero “lamentablemente en la región no tenemos base de datos publicas conectadas que nos permitan hacer todavía este tipo de investigación” señala el director de BrainLat.
En Inglaterra, se logró hacer este mapeo y se encontró que la demencia- es el principal factor que hace mucho más grave la enfermedad provocada por el Sars-CoV-2.
Respecto al factor en común, tiene que ver con la presencia de alguno de los factores y sobre todo la combinación, como por ejemplo tener vulnerabilidad genética, condiciones de salud inadecuadas o débiles, si perteneces a poblaciones más vulnerables, o si el organismo es más sensible a los procesos inflamatorios o virales por distintos factores, “tus riegos de que el Covid tenga un efecto mucho más grave en la demencia va a se mucho mayor” explica el investigador.
La investigación
Si bien inicialmente se pensaba al Covid como enfermedad respiratoria, pronto comenzó a surgir evidencia de que tenía manifestaciones a nivel de sistema nervioso central y las vías por las cuales esto ocurre son varias, como por ejemplo, a través de la inflamación que produce el virus, genera mecanismos inflamatorios en el cerebro que producen daño cerebral, entre otros.
Por eso, el grupo de investigadores internacionales identificó cuáles son los principales mecanismos de las enfermedades neurodegenerativas y luego desarrollaron un protocolo a nivel mundial que se está acogiendo en múltiples países incluido Chile que tiene como objetivo poder tomar medidas de los hospitales, clínicas, y datos preexistente de estudios poblacionales para poder identificar los distintos aspectos que se relacionan a la enfermedad.
Compararon a los sujetos que tuvieron infección por Covid ( 70% de miles sujetos) y un 25% de quienes no tuvieron, a través de evaluaciones clínicas, resonancias magnética, técnicas para medir la actividad cerebral y genómica, “y la idea es ir siguiéndolos por los años y así poder descubrir el impacto en todas las enfermedades que están asociadas” comenta Ibáñez.
¿Cómo prevenirlo?
La principal forma de prevenir esta condición o que empeore a causa del Covid-19, es la misma forma de prevenir la salud cerebral general, es decir, tener un organismo fuerte, hacer ejercicio, “el ejercicio no solo mejora lo músculos, sino mejora la resiliencia del cerebro, tener una buena alimentación y cuidar todos los aspectos cardiovasculares de las enfermedades como diabetes, problemas cardiacos, controlarlos, reducirlos” recomienda el investigador.
Asimismo, lograr que la desigualdad de acceso a la salud y calidad de vida en términos de alimentación y sueño se reduzca. “Esto es un factor estructural que hace que el Covid impacte de forma muy desigual no solo en la población general sino la población con riesgo de demencia o con demencia” añade Ibáñez.
En tanto, los resultados finales de esta investigación estarán dentro de aproximadamente 2 a 4 años más, ya que recién se están conociendo los efectos a corto plazo. Muchos mecanismos asociados a una enfermedad neurodegenerativa, en los cuales el Covid parece empeorarlos, están asociados a procesos que son bastante lentos y que son acumulativos a lo largo de los años.
“En rigor no sabemos cuál es el efecto a largo plazo que esto va a tener y es por esto que estamos haciendo este estudio porque existe la posibilidad de que los factores acumulados en el tiempo produzcan un riesgo mucho más grande para la demencia y esto es lo que creo que este estudio va a poder anticipar” concluye el coautor.