En Chile, la llamada comida rápida o comida chatarra, es de alta preferencia en la población. El consumo de esos alimentos, que suelen ser pobres en términos de nutrición, además de contener diversas sustancias que, por lo general, no son saludables, como un alto contenido de azúcar, sal, grasas saturadas o trans y muchos conservantes e ingredientes procesados, según diversos estudios en el país van en alza.

En la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) se consultó a las personas sí cumplían con la recomendación de las cinco porciones de frutas y verduras al día, y solo el 15% de la población de más de 15 años, la cumple.

Bajo consumo de frutas y verduras que la pandemia fue mucho más deficiente en favor de la comida rápida. El estudio “Cambios en los hábitos alimentarios, los patrones de actividad física y el estado nutricional durante el encierro por Covid-19: factores asociados en la población chilena”, de los docentes Mg. Daniela Reyes Olavarría y Dr. Pedro Delgado Floody del Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación de la Universidad de la Frontera, reveló en pandemia una ingesta de comida chatarra y frita 1 o 2 veces por semana (59,9%).

En Chile, la llamada comida rápida o comida chatarra, es de alta preferencia en la población. Foto: Reuters.

Días de comida rápida

La comida rápida se consume, probablemente, por su buen sabor. Al mismo tiempo hay otros factores que la hacen masiva, como una importante cuota de accesibilidad, fácil preparación, que su presentación o empaquetado facilita el consumo en cualquier lugar, y principalmente por su bajo costo económico.

Pero también “se caracteriza por tener un alto contenido calórico y bajo aporte de nutrientes. En general, “poseen alto aporte de energía, elevados niveles de grasas, hidratos de carbono, sodio y otros elementos que estimulan su sobre ingesta” explica Bárbara Castillo, nutricionista infantil de Clínica Universidad de los Andes

Diversos estudios indican que el alto consumo de este tipo de alimentos se asocia a muchas enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes tipo 2, hipertensión, aterosclerosis, entre otras.

Pero ¿Qué pasaría si una persona consume comida chatarra durante dos semanas seguidas? Un periodo de tiempo que equivale a un tiempo promedio de vacaciones o de desconexión de una persona.

Un estudio realizado por el Departamento de Nutrición Humana, Alimentos y Ejercicio, Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, EE.UU. a 12 hombres jóvenes sanos descubrió que comer comida chatarra durante solo cinco días redujo la capacidad de sus músculos para convertir la glucosa en energía, eso a pesar de que no comieron más calorías como parte del estudio.

El estudio publicado en la revista Obesity, señala que mientras el grupo de hombres comía macarrones con queso, galletas y comidas para microondas, sus músculos comenzaron a convertir la glucosa en energía con menor eficacia. Los efectos más graves fueron principalmente para el metabolismo. A largo plazo, este cambio podría provocar resistencia a la insulina y, finalmente, diabetes tipo 2, indica el estudio.

Otra investigación señala que después de nueve días de una dieta exclusiva de comida chatarra la concentración disminuye. En el estudio en ratas, realizado por científicos de la Universidad de Cambridge notaron que después de esos días con una dieta alta en grasas, los animales cometieron más errores al correr por un laberinto que aquellas ratas alimentadas con una dieta normal.

Efectos que también se ven en la piel. Un nuevo estudio publicado en Immunity sugiere que los alimentos ricos en grasas también dejan la piel hinchada. Cuando los científicos alimentaron a los ratones con una dieta rica en grasas comparable a la comida que los humanos obtendrían en el autoservicio, observaron cambios en las proteínas de la piel de los animales, lo que condujo a la inflamación.

Efectos en el cuerpo

De alguna u otra forma consumir comida rápida es cada vez más frecuente debido al ritmo de vida que llevamos, señala Andrea Valenzuela, nutricionista de Clínica Alemana. Consumo que no se supone, dice un gran peligro si se consume ocasionalmente. Lo que cambia cuando es una costumbre. “No cabe duda que es nociva para el organismo de manera regular a la dieta, por lo tanto, consumir por dos semanas seguidas la verdad es que sí puede tener varios efectos ya sea en una persona sana y peor aún en una persona que presente patologías asociada”

Además, al ser una alimentación muy rica en grasas saturadas, en azúcares refinados con un bajo nulo contenido de fibra, bajo aporte de micronutrientes de vitaminas y minerales, se pueden apreciar efectos de su consumo en periodos cortos.

Diversos estudios indican que el alto consumo de este tipo de alimentos se asocia a muchas enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes tipo 2, hipertensión, aterosclerosis, entre otras. Foto: Reuters.

Las consecuencias que pueden ir desde el aumento del peso corporal a estreñimiento por el nulo aporte de fibra de este tipo de alimentos. Todo dependerá de cada persona. “Esto se debe a que todas las personas son diferentes, con antecedentes distintos, diversas realidades, estilos de vida distintos. Es difícil poder establecer un resultado específico de la ingesta de comida chatarra cuando se tienen diversos factores involucrados” dice Castillo.

Por eso la recomendación principal es que cada persona, ya sea que se encuentren en su rutina laboral o en periodo de vacaciones, “puedan llevar una alimentación y estilo de vida saludable para no tener que enfrentarse a las consecuencias negativas que tiene el exceso de consumo de comida chatarra” agrega.

Además, alguien que presente patologías previas como diabetes, hipertensión o que tenga una depresión declarada, por mucho que tenga esa enfermedad controlada “no es bueno que se someta a hacer este tipo de experimento de consumir de una dos semanas comida rápida todos los días porque claramente las consecuencias para esas personas van a ser mucho más dañinas” señala Valenzuela.

Peor escenario sería en una persona con alguna enfermedad mal controlada, porque además no adherir a su tratamiento médico “estás consecuencia podrían ser fatales” deja en claro la especialista de Clínica Alemana.

Por mucho que un individuo se mantenga activo (andar en bicicleta, hacer ejercicio constante), considerando que estas dos semanas de consumo de comida rápida pueden ser dos semanas de vacaciones, que se alimente mal va a tener si o si cambios perjudiciales.

“Sólo una hamburguesa te aporta 1.500 calorías, que es el 75% más o menos del requerimiento de una persona promedio o el 100% en algunas mujeres, entonces si estoy comiendo 3 veces al día eso, por más que me corra un maratón quizás no voy a estar supliendo el gasto energético” advierte Valenzuela.

Los efectos se relacionan con cambios en la piel. Puede parecer que alguien tiene una piel hidratada, pero no lo está. Esta alimentación “hace una piel de contenido más graso, si bien no espinillas, es una piel que se pone mucho más grasosa sobre todo en la cara”.

Disminuye además la masa muscular y aumenta considerablemente la grasa corporal. “Digamos este 2% de grasa que subió en una semana o un 5% en dos semanas, después cuesta harto más bajarlo, un aumento de 2% de grasa corporal, fácil cuesta dos tres meses bajarlo y es lo que subimos en una o dos semanas, entonces en general este cambio de composición corporal, si es una grasa que se deposita más hacia el abdomen es una grasa que se va a asociar más al desarrollo de hígado graso, de diabetes, de enfermedad coronaria”.

También causa daño inmediato a las arterias. Mientras que el colesterol se acumula con el tiempo para estrechar las paredes de las arterias, según muestra un estudio canadiense que se realizó a individuos totalmente sanos y que consumieron comida alta en grasas saturadas, las paredes de las arterias de los sujetos se estrecharon en un 24 % 2 horas después de consumir este tipo de alimento. Lo que significa que el paciente tendrá una presión arterial alta y, potencialmente, problemas cardíacos en el futuro.

Mala digestión, muchas comidas de comida rápida son extremadamente bajas en fibra, por lo que seguir este régimen de alimentos chatarra está asociado con el estreñimiento y la enfermedad diverticular, así como reducciones en las bacterias intestinales saludables.

Salud Mental

Comer mucha comida rápida también podría afectar la salud mental de una persona y hacerla más propensa a la depresión y la ansiedad .

Consumir comida chatarra durante un periodo corto de tiempo, se asocia bastante a bajar el ánimo, a tener niveles de energía mucho más bajo, a pesar de consumir un “menú saludable de las comidas rápida, que en general no tienen nada de sano, igualmente se ve este efecto de baja energía dado el escaso aporte de vitaminas y de minerales” señala Valenzuela.

También, se siente más fatiga y más sueño, la persona se pone más impaciente y más irritable.

Si quieres dormir de mejor manera, apagar la televisión será una buena decisión.

¿Cómo revertir las consecuencias?

Ambas especialistas concuerdan en que para revertir las consecuencias del consumo excesivo de comida chatarra, se debe volver a una alimentación equilibrada y eliminar completamente estos alimentos de los hábitos alimenticios.

Se debe “establecer al menos cuatro tiempos de comida que incluyan frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescados, frutos secos entre otros. También, se recomienda que se incorpore la actividad física dentro de la rutina diaria y que esta perdure en el tiempo. Y no menos importante, aumentar el consumo de agua” comenta Castillo.

En tanto, la nutricionista de Clínica Alemana, recalca que no existe algún tip para evitar las consecuencias por una mala alimentación. “Si yo me voy a alimentar con base de alimentación comida chatarra no saco nada con tomarme un polivitamínico, hacerme un batido de superalimentos en la mañana -que no existen por lo demás- y alimentarme todo el día a base de comida rápida, ya que digamos que hacer estos pequeños cambios o hacer ejercicio no va a modificar mucho el deterioro que yo produzco en la salud”.

Respecto al tiempo, “no basta con una o dos semanas de ingesta de ensaladas para revertir los efectos que la comida chatarra pueda estar provocando en el organismo” agrega. Por lo que la recomendación es no consumir comida chatarra o que su consumo sea mínimo.

Lea también en Qué Pasa: