Se trata de una enfermedad infecciosa causada por el agente Orientia tsutsugamushi, que se transmite a través de la picadura de ácaros que habitan en la naturaleza y se encuentran principalmente en el sur de Chile en zonas rurales o boscosas.

Ante el alza de casos reportados en la región de Los Lagos, las autoridades sanitarias declararon una alerta epidemiológica el 4 de febrero. En ese entonces los casos eran 12 a principios de 2023, a la fecha son 28 las personas afectadas por la enfermedad.

En detalle, la Seremi de Salud informó que han ingresado 38 casos a vigilancia epidemiológica de los cuales 28 han sido confirmados, nueve descartados y uno está en espera. Cifra alarmante si se compara con el año pasado, donde fueron apenas cinco los casos en todo el 2022.

Según la información de la Seremi, la forma de trasmisión es en “actividades que son rutinarias en nuestra gente”, por ejemplo en acopios de leña, camping, trekking, senderismo o contacto laboral, recreacional con leña o vegetación en zonas rurales.

El infectólogo de Red Salud, Michael Serri, afirma que los “ácaros quedan en el ambiente, entre los matorrales de zonas húmedas y es en esa área donde pueden entrar en contacto con el humano, mediante una picadura que deriva en el contagio”.

El seremi de Salud Karin Solís explicó a La Estrella de Chiloé que “la mayor cantidad de casos están en Calbuco y en segundo lugar Ancud y está asociada también a dos grandes focos: la recolección y tratamiento de la leña y actividades recreativas relacionadas con el verano”, explicó.

Los síntomas se pueden presentar después de unos días de la picadura, que es indolora y por lo general pasa desapercibida. Los casos se han presentado con mayor fuerza en los meses de verano, y su presentación clínica incluye fiebre, exantema (manchas en la piel) y una mancha negra en el sitio de picadura. Otros hallazgos frecuentes han sido cefalea intensa, sudoración nocturna, escalofríos, fatiga, tos, náuseas, dolor muscular e inflamación de los ganglios linfáticos.

Las claves de la prevención están en usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo durante el contacto con la naturaleza, y evitar transitar por zonas de riesgo como matorrales o zonas húmedas.

La encargada regional de Epidemiología de la Seremi de Salud, Jacqueline Cáceres, informó que “hasta el momento la enfermedad solo se ha identificado en la región de Los Lagos y por eso se está estudiando, a través de un trabajo coordinado entre Minsal y la Universidad Católica. En general los casos que hemos tenido han sido ambulatorios y no han requerido hospitalización, donde se les indica un tratamiento puntual. Por eso es importante la consulta oportuna”.

En caso de sospecha de la enfermedad o reportar síntomas, las autoridades locales de Los Lagos han recomendado “acercarse al centro de salud más cercano, comentar al médico que se sospecha del tifus, hacer tomas de muestra de sangre y esperar para confirmar, además de explicar la actividad o el lugar de exposición donde se pudo contraer la enfermedad”.

Respecto al tratamiento, no existen vacunas específicas para la infección, pero existen antibióticos efectivos para mejorar la salud del paciente. Por su parte, el Ministerio de Salud comunicó que los centros de salud de toda la región se encuentran preparados y alertas para recibir a pacientes que presenten síntomas atribuibles a la enfermedad.