¿Quién es Sam Altman? De desertor universitario a creador de ChatGPT, ícono de la inteligencia artificial

Steve Jobs tenía una fe infinita en la pequeña placa diseñada por su amigo Steve Wozniak y que terminaría dando vida a Apple I, el éxito impulsor de la compañía. Tras su repentino y veloz exitoso, la ambiciosa empresa necesitaba imperiosamente de inversores para sostener monetariamente todos los proyectos que Jobs dibujaba en su mente y en su mesa de trabajo.

En ese fulminante trayecto, Jobs terminó fichando a John Sculley, el CEO más joven en la historia de Pepsi. “¿Quieres vender bebidas el resto de tu vida o quieres tener una oportunidad para cambiar el mundo?”, fue la frase con la que Jobs convenció al ejecutivo. Pero fue el mismo Scully, ya lider de la junta directiva de Apple, quien terminó destituyendo a Jobs de la empresa que había fundado.

No es el primero ni el único gurú tenológico que es obligado a abandonar la empresa que fundó. La bitácora ahora sumó a Sam Altman, creador de OpenAI y de su producto estrella ChatGPT, quien fue destituido el viernes, pese a la rebelión de los empledos de la empresa. Más del 90% firmó una carta amenazando con abandonar OpenAI si la junta no renunciaba y reincorporaba a Altman, quien desde entonces aparentemente fue contratado furtivamente por Microsoft, junto con otros exempleados clave.

Altman, el ahora exdirector ejecutivo de OpenAI, se ha convertido en una especie de oráculo de la revolución de la IA. Su nombre alcanzó una repentina notoriedad este fin de semana en todo el mundo, después de su dramático despido de la empresa que fundó, OpenAI.

El revuelo se entiende en gran medida, porque en 2022 Altman creó ChatGPT, que se convirtió en la cara más popular en el mundo de la inteligencia artificial o IA.

Pese a su repentina notoriedad, su nombre no es nuevo en las calles de Silicon Valley. Llegó a la famosa ciudadela después -tal como muchos profetas tecnológicos-abandonar la universidad en 2005. Tal como Jobs, Bill Gates y Mark Zuckerberg, el hombre de entonces 20 años abandonó su título en Ciencias de la Computación de la Universidad de Stanford para iniciar una empresa que le permitió usuarios para compartir su geolocalización llamada Loopt, la que más tarde se alió con Y Combinator (YC), una aceleradora de nuevas empresas tecnológicas, que también ayudó a lanzar empresas como Airbnb, Reddit y Dropbox, lo que cimentó su éxito.

Looptd logró recaudar más de 30 millones de dólares en capital de riesgo antes de ser el programa estándar de empresas como Apple y Blackberry. Pese a que después de siete años, Loopt no logró prosperar y la empresa terminó vendiéndose en modo liquidación, el desplome de Loopt no impidió que el nombre de Altman ya estuviera tatuado en Silicon Valley.

Tres años después, Altman se unió al jefe de Tesla, Elon Musk, al cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y a otros patrocinadores en 2015 para cofundar OpenAI, una empresa de investigación e implementación de Inteligencia Artificial que tenía como objetivo promover y desarrollar “IA amigable en de una manera que beneficie a toda la humanidad”.

En 2016, Altman anunció por primera vez que OpenAI estaba construyendo una Inteligencia Artificial General (GAI, su sigla en inglés), una IA que coincide con el intelecto humano, conocida como GPT-1.

El 5 de enero de 2021, OpenAI lanzó DALL-E, una IA capaz de generar una imagen basada en la descripción de un usuario. En noviembre de 2022, OpenAI lanzó, para sorpresa de sus propios empleados, ChatGPT, uno de los modelos de IA más avanzados hasta la fecha: un chatbot capaz de generar texto bajo demanda utilizando IA avanzada, escenarios, letras, historias y presentaciones.

El lanzamiento de ChatGPT, que ha fascinado pero al mismo tiempo ha aterrorizado a millones de personas, elevó a Altman a un primer plano y generó verdadera coaliciones de políticos y legisladores para limitar los alcances de la IA.

OpenAI nombró al exjefe de Twitch, Emmett Shear, como director ejecutivo interino, mientras que el jefe saliente, Sam Altman, pasó a respaldar a Microsoft, en un giro sorprendente de los acontecimientos que nublaron el futuro de la startup en el corazón del auge de la inteligencia artificial.

Los nombramientos, acordados a última hora del domingo, siguieron al abrupto despido de Altman apenas unos días antes como director ejecutivo del fabricante ChatGPT y pusieron fin a las especulaciones de que podría regresar.

El lunes, casi todos los más de 700 empleados de OpenAI amenazaron con renunciar en una carta exigiendo la renuncia de la junta y el reintegro de Altman y el ex presidente Greg Brockman, según una copia vista por Reuters y una persona familiarizada con el asunto. El documento fue firmado por empleados, incluido el científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever, el miembro de la junta que despidió a Altman.

“Lamento profundamente mi participación en las acciones de la junta. Nunca tuve la intención de dañar a OpenAI. Amo todo lo que hemos construido juntos y haré todo lo que pueda para reunir la empresa”, dijo Sutskever en una publicación en la plataforma de redes sociales X, el lunes.

Horas más tarde, Altman y el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, intentaron calmar los temores de un colapso en OpenAI. Altman escribió en X que su principal prioridad “sigue siendo garantizar que OpenAI siga prosperando” y dijo que estaba “comprometido a proporcionar plenamente la continuidad de las operaciones”.

Nadella, durante una entrevista con CNBC, dijo que estaba abierto a que el personal se quedara en OpenAI o viniera a Microsoft. Dijo que la gobernanza en el fabricante de ChatGPT debía cambiar sin importar dónde terminara Altman.

Microsoft se ha apresurado a atraer a algunos de los nombres más importantes que abandonaron OpenAI, incluido el cofundador Brockman, para mantener talentos clave fuera del alcance de rivales como Google de Alphabet y Amazon.com, mientras busca estabilizar la startup en la que invirtió miles de millones de dólares.

El recién nombrado director interino de OpenAI actuó rápidamente para descartar las especulaciones de que su junta directiva destituyó a Altman debido a una disputa sobre la seguridad de potentes modelos de IA. Shear prometió abrir una investigación sobre el despido, considerar una nueva gobernanza para OpenAI y continuar su camino de hacer disponible tecnología como su chatbot viral.

“No estoy tan loco como para aceptar este trabajo sin el apoyo de la junta directiva para comercializar nuestros increíbles modelos”, dijo Shear.

La startup despidió a Altman el viernes después de una “ruptura en las comunicaciones”, según un memorando interno visto por la agencia Reuters.

Entre varios llamados reportados para encontrar un sucesor, la junta directiva de OpenAI se acercó al CEO de su rival Anthropic para reemplazar a Altman y potencialmente fusionar las dos nuevas empresas de IA, dijeron a la agencia Reuters dos personas informadas sobre el asunto. El director general de Anthropic, Dario Amodei, se negó.

La organización que gobierna OpenAI es una organización sin fines de lucro. Su junta directiva de cuatro personas hasta el viernes estaba formada por tres directores independientes que no tenían acciones en OpenAI, así como por el científico jefe Sutskever.

En la carta pidiendo la dimisión de la junta, los empleados también exigieron el nombramiento de dos nuevos directores independientes, como el ex director ejecutivo de Salesforce, Bret Taylor, y Will Hurd, exrepresentante de Estados Unidos.

“Sus acciones han dejado claro que es incapaz de supervisar OpenAI”, dijeron los empleados en la carta. “Microsoft nos ha asegurado que hay puestos para todos los empleados de OpenAI en esta nueva filial en caso de que decidamos unirnos”, agregaron.

Un portavoz de OpenAI remitió a Reuters al comentario de Altman sobre el objetivo de hacer prosperar la startup.

Durante años, los empleados de OpenAI se han dividido entre diferentes ideales, según dos personas familiarizadas con el asunto.

Algunos, incluidos muchos que se unieron antes de 2022, se centran en construir inteligencia artificial general (AGI) de forma segura con suficientes barandillas, mientras que otros reclutados después del éxito de ChatGPT están más interesados en construir y lanzar rápidamente productos siguiendo la tradición de las nuevas empresas de Silicon Valley, dijo una de las fuentes.

Shear dijo antes de su nombramiento como director ejecutivo interino que estaba “a favor de frenar” el rápido desarrollo de la IA. El analista Richard Windsor, de Radio Free Mobile, dijo en una nota: “Este fin de semana fue simplemente la detonación de una bomba que estaba esperando a estallar”.

Altman se convertirá en director ejecutivo de un nuevo grupo de investigación dentro de Microsoft y se le unirán otros colegas salientes de OpenAI que renunciaron tras su destitución, dijo Nadella en publicaciones en X.

Microsoft ha apostado fuertemente por la startup, lanzando lo que llamó copilotos de IA a clientes empresariales basados en la tecnología OpenAI. Los investigadores de OpenAI han considerado que las vastas reservas de potencia informática de Microsoft son esenciales para el desarrollo de máquinas superinteligentes.