¿Quién recibirá la vacuna para el Covid-19 primero?

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Cuando se dé luz verde a la vacuna covid-19 el suministro será limitado. ¿Cuánto habrá que esperar para recibir la vacuna? Acá algunos de los criterios estipulados por la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, sobre qué tomar en cuenta a la hora de definir qué grupos van primero y cuáles después en la lista de espera para una dosis.


Hasta que el anuncio de una vacuna llegó. Esperada por meses, el Instituto de Salud Pública se aprobó en Chile el uso de la desarrollada por Pfizer-BioNTech. Con la noticia, las siguientes preguntas son quién recibirá esas primeras dosis y cuánto tiempo tendrá que esperar cada persona para vacunarse.

Algo es claro. No todos los habitantes en Chile las recibirán a la vez. Algunos criterios estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en EE.UU., dan algunas ideas sobre qué tomar en cuenta a la hora de definir qué grupos van primero y cuáles después en la lista de espera para una dosis.

Lorena Tapia, del Instituto de Ciencias Biomédicas ICBM de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e integrante del Comité Asesor de Vacunas, señala que los sistemas de jerarquización sobre quiénes se vacunan están definidos desde la OMS y eso ha orientado los primeros lineamientos del Ministerio de Salud (Minsal). “De acuerdo con la emergencia que se tiene, desde Minsal están trabajando en esa priorización. Especialmente en un periodo en que el número de dosis no es absoluto, es importante ver cómo priorizar”, indica.

El número de vacunas que llegarían aún no es claro. Pero será un número limitado, añade Mario Rosemblatt, director ejecutivo de Fundación Ciencia y Vida. Por eso, al inicio serán las personas más expuestas, como, por ejemplo, “quienes residan en hogares de personas mayores, internos y presos, porque es una población en alto riesgo por el hacinamiento”.

En ese mismo sentido, dice Tapia, se ha hablado que los primeros serán los integrantes del personal de salud que atiende a pacientes Covid-19 y luego todo el grupo de personal crítico para un país, “aquellos claves para que el país funcione y luego los pacientes con antecedentes de riesgo”. Todas determinaciones que el Minsal tomará según el número de dosis.

Existe bastante consenso en que los trabajadores de la salud en atención directa por el mayor riesgo de contagio que enfrentan, son los primeros, dice Juan Pablo Torres, pediatra infectólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. En ese grupo están sin duda las y los trabajadores de la salud que participarán en la entrega de inmunización y el personal necesario para la producción de vacunas y de laboratorio de alto riesgo.

Quienes trabajan en la industria de alimentos, manufacturas, educación, transportes, entre muchos otros (ver infografía), que proporcionan los bienes y servicios básicos que necesitamos para sobrevivir, están considerados por la OMS como relevantes. La mayoría no puede trabajar desde casa y muchos trabajos requieren interactuar con público. Si se protegen contra el Covid-19, eso tendría un importante efecto en todo el país y al mismo tiempo reduciría las interrupciones críticas del servicio.

Junto a ellos los grupos de alto riesgo son también, dice Torres, los con enfermedades severas, personas mayores de 80 años y menores con patologías crónicas asociadas. Por eso se considera a residentes en hogares de ancianos y sus cuidadores, por ejemplo.

Tapia añade que los niños, niñas y adolescentes en Sename son poblaciones que podrían entrar dentro de los grupos prioritarios. Pero insiste en que cuáles son los que entran y el orden, depende del número de dosis, “porque es desde Minsal que tienen conocimiento de cuantas personas están en riesgo”.

También están consideradas como grupo preferentes pacientes con diabetes, hipertensión, obesidad. ¿Y los que no tenga hipertensión, por ejemplo, pero que tenga menos de 64 años? Quienes no estén en esos grupos “van a quedar de seguro para el segundo semestre del próximo año”, dice Rosemblatt.

La planificación, añade, dependerá del número de dosis: “Hoy hay una competencia muy grande en todo el planeta por vacunas, con la aprobación del ISP es probable que llegue antes de fin de año, pero será número limitado y en los primeros meses de 2021 se continuará el proceso”.

Siguientes en la lista

Luego de los grupos descritos, los especialistas coinciden en que la lista avanzara a sujetos más jóvenes y sanos.

Otro punto importante, indica Torres, es la vacunación de las y los profesores y todos quienes son relevantes en comunidades educativas.

Los profesores, añade Tapia, sin duda deberían estar. “Ellos son quienes deben mantener la educación funcionando, porque si bien los niños con los que trabajan no se ven tan afectados, sí los adultos, pero todo eso se vería después de considerar los primeros grupos prioritarios”.

¿Los niños? No hay datos para incluirlos, explica Torres, porque en general presentan infecciones leves o asintomáticas por Covid-19. Pero sí necesitan volver a clases “y el hecho de proteger a los profesores es importante”, resalta.

Algo similar ocurre con las mujeres embarazadas. La evidencia indica que tienen un riesgo elevado de enfermedad, aún más si tienen comorbilidades preexistentes. Sin embargo, dice Torres, “no está claro cuándo vacunar a mujeres embarazadas y niños porque no hay datos disponibles, pero es importante ver en qué momento se incluyen cuando haya datos de seguridad”.

La OMS recomienda además considerar como relevantes a personas encarceladas por el elevado riesgo de infección asociado con el encarcelamiento. Lo mismo en el caso de población en extrema pobreza y personas sin hogar.

¿Y los sobrevivientes de Covid-19? En EE.UU. el comité asesor de los CDC en esta materia ha sugerido que deberían estar al final del proceso.

Algo sí es seguro, el proceso será gradual. “Será imposible vacunar a todos”, aclara Torres. Pero luego de los grupos prioritarios, por ejemplo, podría venir un paciente inmunodeprimido menor de 65 años. “Necesitamos un 70% a 80% de la población con la vacuna para que disminuya la transmisión del virus”, advierte.

Cuánto se extienda el proceso, asegura Torres, dependerá de varios factores, “pero puede tomar todo el 2021 para completarlo”.

Todos los grupos prioritarios, son además dice Rosemblatt, extensos. “Solamente los adultos mayores de 65 somos alrededor de 5 millones de personas en Chile, si se habla de la vacuna de Pfizer-BioNTech hay que considerar entonces 10 millones de vacunas porque son 2 dosis”, aclara.

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