Son muchas las personas que a causa de la infección del virus Sars-CoV-2 han perdido tanto el sentido del gusto como del olfato, y a pesar de que con las últimas olas ya no es tan común, sigue siendo un misterio de quiénes son más propensos a tener este síntoma, por cuánto tiempo y el por qué.

Esto debido a que ha afectado tanto a personas con Covid grave como quienes tuvieron síntomas leves, y su duración y gravedad varía de un caso a otro, y puede ir desde pérdida parcial del gusto hasta una pérdida total, al igual que su duración.

Por eso, para tener mayor conocimiento de esta pérdida de los sabores, y una mejor idea de la tasa de casos real de este tipo de síntomas, Mackenzie Hannum , PhD, becaria postdoctoral en el Monell Chemical Senses Center, Filadelfia, Estados Unidos, junto a sus colegas revisaron 241 estudios previos que han analizado la pérdida del gusto durante los dos años de pandemia, que analizaron personas entre 18 y 65 años.

La investigación publicada en la revista Chemical Senses se centró en este síntoma porque “hay una noción común de que la pérdida del gusto no es tan ‘real’ como la pérdida del olfato”, escribieron Hannum y sus coautores en el artículo.

“Gran parte de la atención se ha centrado en la pérdida del olfato. Y muchas veces, las preguntas sobre los síntomas de Covid-19 han sido sobre la ‘pérdida del olfato y/o del gusto’”, dijo Hannum al medio Healthline. “Pero estos son dos sentidos completamente diferentes, por lo que debemos tratarlos como síntomas separados” agregó.

Los investigadores usaron métodos estadísticos para combinar los resultados de los estudios anteriores, en lo que se conoce como metaanálisis, y sus resultados estimaron que el 37% de las personas, o sea casi 4 de cada 10 personas, tienen algún tipo de pérdida del gusto después de una infección por coronavirus.

La gente desayuna en el centro de la ciudad mientras las restricciones por Covid-19 empiezan a remitir, en Dublín, Irlanda, el 22 de enero de 2022. REUTERS/Clodagh Kilcoyne

¿Quién se ve más afectado?

Los investigadores encontraron que los hombres tenían una probabilidad un poco menor de perder el gusto, en comparación con las mujeres. “Las mujeres pueden ser más susceptibles a la pérdida del gusto porque, en general, son más sensibles que los hombres y tienen más capacidad sensorial que perder”, escribieron en el artículo.

La pérdida del gusto también fue más común entre personas de 36 a 50 años, en comparación con personas más jóvenes y adultos mayores. “Actualmente no se sabe por qué los grupos más jóvenes y mayores reportan menos pérdida del gusto que los adultos de mediana edad”, señalaron.

“Observamos un poco los efectos de la edad y el sexo para ver si afectan la pérdida del gusto”, dijo Hannum a Healthline. “Pero no tenemos resultados dramáticos que sugieran que tal vez ciertas personas estén en mayor riesgo”.

Causas

Algunos científicos están tratando de llenar este vacío investigando los mecanismos involucrados en la pérdida del sentido del gusto y el olfato después de una infección por coronavirus.

Una investigación dirigida por la Universidad de Trieste en Italia se propuso descubrir qué proporción de personas que dicen tener problemas con la sensación del gusto básico después del Covid-19 tienen un posible daño en sus papilas gustativas.

Estudiaron a pacientes que sufrieron pérdida del gusto más de 3 meses después de la infección por Sars-CoV-2, y más de la mitad de los participantes que reportaron problemas con la percepción del gusto básico en realidad tenían una gustación típica.

Sin embargo, la prueba Taste Strips (Tiras de sabor) confirmó la hipogeusia, una pérdida de los gustos básicos, en el 42 % de estas personas. Es posible que las papilas gustativas de algunos participantes ya hayan perdido parte de su capacidad para discriminar entre sabores básicos simplemente debido al envejecimiento normal.

“Los trastornos del gusto y el olfato aumentan en incidencia con el envejecimiento y, por lo tanto, los ajustes de edad nos permiten compararlos mejor con la función ‘normal’”, dijo Claire Hopkins , profesora de rinología en el Guy’s Hospital de Londres, y una de las autoras al medio Medical News Today.

Sin embargo, “el mecanismo no está claro, pero podría implicar daño directo a las papilas gustativas, reducción de la producción de saliva (comúnmente se reporta una nariz y boca secas después del Covid-19), o un proceso más central (aunque esto es menos probable)”, dijo Hopkins.

Otro estudio analizó posibles vínculos genéticos, donde se identificaron dos genes que pueden desempeñar un papel en estos síntomas. Ambos genes están involucrados en el metabolismo de las moléculas de olor en las fosas nasales.

Sin embargo, hasta ahora, los investigadores no han podido identificar a las personas con mayor riesgo de perder el sentido del olfato o del gusto después de una infección por coronavirus.

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