Radiactivo, incoloro e inodoro: estudio mide zonas con mayor presencia del letal gas radón en Chile

A worker inspects a Radon monitor at the closed entrance to Chamber 5 of the Asse waste disposal centre
Un inspector mide la concentración de gas radón en una mina en Alemania. Foto: Reuters

Investigación del Instituto Milenio de Física Subatómica en la Frontera de Altas Energía, analizó su presencia en el norte y centro de Chile, el que en altas concentraciones puede producir cáncer de pulmón.


Radiactivo, incoloro, inodoro e insípido. Así es catalogado el gas radón, el que en altas concentraciones puede producir graves enfermedades como cáncer de pulmón.

De hecho, este gas es la segunda causa de cáncer de pulmón después del cigarrillo y puede encontrarse en casi cualquier parte.

Por ello, una investigación a cargo del Instituto Milenio de Física Subatómica en la Frontera de Altas Energías (SAPHIR), un centro de investigación científica financiado por la Iniciativa Científica Milenio (ICM) y albergado por la Universidad Católica, la Universidad Andrés Bello, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad de La Serena y la Universidad de Tarapacá, analiza los lugares donde existen mayores emisiones de este peligroso gas en el país.

El objetivo final del análisis es generar un mapeo a nivel nacional, para así disminuir el riesgo de enfermedades.

Liderado por Jilberto Zamora, investigador asociado y académico de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Andrés Bello, el grupo de trabajo ha monitoreado a través de sensores, determinados lugares del norte y centro de nuestro país que presentan emisiones de gas radón: Arica, Iquique y Santa María, está última ubicada en el valle del Aconcagua.

Si bien el primer análisis se realizó en el norte del país, los investigadores aún deben replicar el método en el sur, para así evaluar finalmente los lugares “más peligrosos”.

Según la investigación, hay zonas que son más susceptibles de tener altas concentraciones lo cual es inevitable, sin embargo, al conocer la cantidad de gas radón presente, se pueden tomar ciertas medidas de mitigación que contribuirían a disminuir la exposición, y por lo tanto, también sus consecuencias para la salud.

Por ejemplo, sobre ciertas concentraciones es suficiente con ventilar y si eso no es suficiente, se usan ventiladores. Si la concentración en la tierra es mucha, se usan materiales para aislar las construcciones, que es un tema más técnico. Por ejemplo, en República Checa, hay un detector en cada casa y cada propietario van viendo las mediciones y así saben cuándo necesitan ventilar más.

En países desarrollados existen políticas públicas para regular estas emanaciones, establece el análisis, las cuales se podrían implementar en nuestro país si se conociera con certeza la cantidad a la que se está expuesto. Es el objetivo final de la investigación, la que aún se encuentra en desarrollo.

“Partimos por algunas localidades del norte del país y en la zona central, y si bien, aún hay camino que recorrer para establecer patrones o poder decir con certeza donde la concentración es más alta, tenemos claro que en lugares como subterráneos, hemos encontrado una concentración de 1300 Bq/m3, que está muy por sobre el límite recomendado en Europa. Esperamos este año poder tener ya valores claros para poder presentárselos a las autoridades sanitarias”, indica Zamora.

REGIONES : Turismo 18 Septiembre
Arica, una de las ciudades analizadas. Crédito: Agenciauno

Zamora, también ingeniero mecánico de la Universidad Técnica Federico Santa María y doctor en Ciencias, en los últimos años se ha involucrado en la física de partículas experimentales, particularmente en simulaciones computacionales del paso de partículas a través de la materia. En este contexto, participa en los experimentos Atlas, NA-64 y SND@LHC, todos albergados en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

Las consecuecias que el letal gas radón puede provocar

Todos en el planeta estamos expuestos, en mayor o menor medida al gas radón, señala Zamora. Dice que aunque es un elemento desconocido para el general de las personas, puede afectar directamente nuestra salud.

El gas radón es la segunda causa conocida de cáncer de pulmón, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo cual hay países que poseen normativa especificas que regulan la exposición a éste, de manera de proteger a los ciudadanos de las concentraciones que pueden resultar nocivas.

“La idea es medir la concentración en todo el territorio nacional y poder generar desde ahí una política pública para evitar la exposición a concentraciones peligrosas”, dice Zamora.

El gas radón es un gas radiactivo natural que se puede encontrar en el suelo, las rocas y el agua. Se forma por la desintegración del uranio, elemento que está presente en cantidades variables en la corteza terrestre, y a medida que se desintegra, se convierte en radón, el cual debido a su naturaleza gaseosa se puede respirar, y posteriormente desintegrarse dentro de los pulmones por medio de la emisión de una partícula de radiación alfa”, explica.

Imagen referencial. El norte de Chile es uno de los lugares donde se ha realizado la muestra. Fotos Patricio Banda/Aton Chile

Si bien el radón está presente en todas partes, se convierte en una preocupación cuando su concentración alcanza niveles altos (más de 300 Bq/m3). “El principal peligro del gas radón es su potencial para causar cáncer de pulmón. Cuando se inhala, se desintegra liberando diminutas partículas radiactivas. Estas partículas pueden quedar atrapadas en los pulmones y emitir radiación, dañando el tejido pulmonar, aumentando el riesgo de cáncer”, explica Zamora.

Consecuencias del gas radón en Chile

En los países desarrollados la ley establece limites máximos para la concentración de gas radón, sin embargo, en Chile es un asunto bastante desconocido, y no existe una legislación al respecto. “Entregar los antecedentes para poder normar la exposición a este gas es parte de nuestros objetivos. La idea no es generar alarma, sino tener claro que hay factores que inciden en la generación de enfermedades que se podrían controlar de una manera relativamente simple si conociéramos las concentraciones a las que estamos expuestos diariamente”, establece el investigador.

Si un fumador habitual está expuesto a niveles altos de radón la historia se complica, por ejemplo. El cáncer es multifactorial, pero la alta exposición puede cambiar un pronóstico agravando la enfermedad. El cáncer ya es un problema de salud pública en nuestro país, tomar algunas medidas para bajar su incidencia nos parece es una contribución importante”, señala.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.