Infernales, agobiantes pero útiles: Regresan los WhatsApp de apoderados
El regreso del año escolar trajo consigo también el regreso de los grupos de WhatsApp de padres. Los ames o los odies, son fuente de información, chismes y desahogo durante todo el año.
Los chats de apoderados creados en plataformas como WhatsApp se han transformado en un problema tan complejo, que el tema incluso ha escalado a la Unesco, que sostiene que mucho del comportamientos de los padres en estas instancias, puede ser visto como un ejemplo a seguir en los hijos, que más tarde replican malas prácticas y pueden generar ciberbullying.
Por ello, James O’Higgins Norman presidente de la Unesco, ha dicho que una de las formas de evitar el acoso escolar es que los padres deben tener especial cuidado con la forma en que se comportan.
“Aquí hay un problema social más amplio. Todo esto es muy nuevo para nosotros los adultos. Debemos reflexionar sobre el ejemplo que estamos dando. Hablamos de lo que hacen nuestros hijos en línea, pero no reflexionamos sobre nuestro propio comportamiento; no tenemos una etiqueta acordada”, dijo recientemente.
Un estudio realizado por International Journal of Learning, Teaching and Educational Research publicado en 2022 sobre los grupos escolares de WhatsApp, que también incluía a docentes, descubrió que los padres se involucraban demasiado en temas escolares, mientras que la informalidad del canal hacía que la relación fuera demasiado estrecha y provocaba una sobrecarga de mensajes y malentendidos.
Otro estudio de 2022, realizado por la consultora GoStudent para conocer cuál es la percepción que tienen los adultos con respecto a los chats grupales creados con fines informativos en el ámbito escolar, realizó más de 2.000 entrevistas a padres y tutores con menores de entre 6 y 18 años a su cargo, recopiladas en una encuesta de las que ha sacado opiniones diversas.
Por ejemplo, el 47,5% de ellos considera que estos son informativos, mientras que un 31% cree que son agobiantes y un 15% los califica como “un infierno”. Esto último sucede, en la mayoría de los casos, por una mala gestión de los grupos.
Malas prácticas
Entre algunas de las prácticas negativas para la efectividad de estos grupos están, por ejemplo, la de dar los ‘buenos días’ o las ‘buenas noches’ a diario, el envío de chistes y memes o los padres que piden todos los días los deberes por esta vía.
Para hacer de WhatsApp una vía de comunicación efectiva y agradable, GoStudent ha hecho un listado de todo aquello que no se debe hacer como, por ejemplo, contestar en cadena. Esto es algo muy habitual cuando un niño está enfermo y su progenitor lo comunica en el grupo.
Responder con mensajes como “que se mejore” solo fomenta el ruido en el chat y genera una serie de notificaciones innecesarias, porque se sobreentiende que todos los presentes esperan que el menor se recupere.
Tampoco conviene expresar ideas u opiniones políticas o religiosas, que son ajenas al propósito principal del grupo. Los adultos deben saber que en estos grupos existe una variedad de ideologías que no han de tener lugar al tratarse de un chat creado con fines escolares.
Para evitar un entorno negativo, es recomendable no hacer críticas a profesores, a padres o a otros niños, ya que estas generan ciberbulling y no solucionan los problemas que sí se puedan abordar en un ambiente de confianza y de respeto.
Finalmente, desde la plataforma aconsejan que los padres no pidan las tareas de los niños, a excepción de que no hayan podido acudir a clase por enfermedad. Es una actitud que molesta y que, además, no favorece el aprendizaje de los menores.
Sí es pertinente, en cambio, compartir a través de estos grupos buenas experiencias con actividades extraescolares o clases de apoyo, que pueden ser de utilidad para otros padres que necesiten reforzar ciertas cualidades de sus hijos.
Discursos y párrafos interminables
Para expresar dudas, también es importante hacerlo de forma clara y concisa, sin necesidad de discursos o párrafos interminables, puesto que el objetivo principal de estos chats grupales no es el de convencer a nadie, sino exponer un problema o una solución.
También se debe cooperar con otros padres para, en caso de no haber podido acudir a una reunión, por ejemplo, hacerles un resumen de lo que no han podido escuchar y sí les concierne. Además, es relevante contestar dudas por privado, en lugar de favorecer la exposición frente a otros contactos que puede no interesarles un tema en particular.
Finalmente, GoStudent recuerda que estas conversaciones grupales cumplen su función cuando se informa de enfermedades como el Covid o de plagas como los piojos. A través de ellas se puede informar de que se ha dado un caso para que el resto de padres puedan proteger y observar a sus hijos.
Otro estudio internacional concluyó que tanto los profesores como administrativos escolares expresaron en su mayoría opiniones negativas sobre estos grupos. De acuerdo con las opiniones de los participantes, mientras los grupos escolares de WhatsApp brindan una ventaja en términos de comunicación instantánea, ahorro de papelería y tiempo, rápida toma de decisiones e implementación, también son desfavorables en cuanto al mal uso, conflictos debido a malentendidos, participar fuera de horas, dañar el clima y la cultura escolar y minimizar la comunicación cara a cara.
En este contexto, los participantes realizaron sugerencias tales como determinar las reglas del grupo y asegurar su observancia,
informar a los miembros del grupo sobre los objetivos del grupo, solo los administradores del grupo envían mensajes de texto
el grupo y no abandonar la comunicación cara a cara.
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