La Torre Costanera es, con sus 300 metros de altura, el edificio más alto de Sudamérica. Poder sostener esta colosal estructura requirió de un intrincado trabajo estructural, que fue posible gracias al trabajo del ingeniero civil de la U. de Chile, René Lagos Contreras.

Su impresionante registro incluye también los diseños de varios edificios de gran altura, como el de Telefónica, Territoria 3.000, el Centro de Justicia de Santiago; la Cruz del Tercer Milenio, en Coquimbo e importantes edificios de altura en Perú y países de latinoamérica.

El ingeniero civil estructural falleció este sábado, víctima de un agresivo cáncer- enfermedad que lo obligó a alejarse, hace varios meses, de la pasión que lo hizo destacar en Chile y el mundo: la ingeniería civil estructural.

Su currículo no solo se circunscribe al país: su experiencia alcanzó otros continentes, participando en destacados proyectos como Sky Fort (201 m de altura), en Sofía, Bulgaria; el Al Raha Beach Development, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos y el DYL Complex en Miami, Estados Unidos, participando en más de 100 proyectos en 14 países y tres continentes.

“Durante estos años como ingeniero me he dedicado con pasión al ejercicio de la ingeniería estructural y siento que el tiempo ha pasado muy rápido. Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que he recorrido un largo camino, lleno de interesantes desafíos, con muchos logros y alegrías, pero también no exento de dificultades. Sumando y restando, el saldo es positivo: en el trayecto he podido acumular experiencias y aprender lecciones”, reflexionó René Lagos durante la ceremonia de premiación de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (Aice), en 2015.

Reconocido diseñador y su trabajo con la sismorresistencia

Uno de sus principales aportes técnicos fue internacionalizar la experiencia chilena en diseño sismorresistente y aportando así al reconocimiento a nivel mundial a través de sus obras.

“Empujó el límite lo que la ingeniería estructural puede ofrecer en un país altamente sísmico como Chile”, resume Luis de la Fuente, socio y director de proyecto René Lagos Engineers.

De la Fuente dice que esto se ha visto reflejado en que varias de sus obras han marcado hitos en su momento, como por ejemplo, ser el edificio más alto de Chile (Edificio Telefónica en la década de los 90), el edificio más alto de Sudamérica (Torre Costanera, vigente hasta la actualidad con 300 m de altura) y el edificio residencial con aislación sísmica más alto de América (Ñuñoa Capital).

Además, dice, “siempre empujó al gremio de la ingeniería estructural chilena, desde su rol de presidente y posterior director de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (Aice) a abrirse a nuevas fronteras y a la implementación de nuevas tecnologías y metodologías de primer nivel mundial en su área”.

Después de un año de intercambio en Nueva York, a fines de los 60, René Lagos recibió en 2013 el “Premio al Ingeniero por Acciones Distinguidas ”, otorgado por el Instituto de Ingenieros de Chile.

Dos años más tarde, también fue reconocido por la Aice, de la cual fue presidente en dos períodos (2011- 2014), con el “Premio Ingeniero del Año”. Y desde 2017, también se desempeñaba como miembro del Consejo Asesor del Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), con sede en Chicago, Estados Unidos. Asimismo, fue director de la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y socio fundador de BIM Forum Chile.

Oriundo de Talca, René Lagos contribuyó en la formación de varios ingenieros, mientras fue profesor part time de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, donde estudió y conoció a grandes mentores como Tomás Guendelman: “Mi gran maestro y ahora asesor”, según dijo, hace unos años.

En vida, hizo ver también lo bien que lo pasaron haciendo lo que les gustaba. “La pasión es la energía que nos mueve”, explicó.

A finales de los 70, fue uno de los fundadores de la oficina de cálculo que dio origen a la actual René Lagos Engineers, donde formó a varios colaboradores y aportó desde su expertise al desarrollo del país, la sociedad y la profesión.

Como presidente de la Aice, impulsó con fuerza el diseño por desempeño, metodología que se enfoca en proteger el contenido de las estructuras; los sistemas de protección sísmica y a Chile como un laboratorio natural, sobre todo luego del terremoto del 27 de febrero de 2010.

“Los ingenieros calculistas tenemos una responsabilidad muy grande cuando tenemos que diseñar edificios, porque estos tienen que soportar terremotos fuertes”, afirmó en una entrevista, en 2012.

Pese a que reconocía que el buen desempeño de la ingeniería estructural chilena, dado que luego del terremoto del 27F, el nivel de daños, o de edificios colapsados o para demolición fue inferior al 2% del total de edificios construidos, dejó claro que los terremotos “siempre nos enseñan lecciones, que hay algo que pudimos haber hecho mejor”.

Por eso, durante los años en que fue parte del directorio de la Aice lideró cambios normativos, como los producidos después del terremoto de 2010, que hicieron más estricta la norma sísmica de edificios, a través de los decretos supremos 60 y 61.

De la Fuente agrega que René Lagos hace más de 15 años fue uno de los primeros impulsores de la metodología BIM aplicada en la ingeniería estructural, “viendo en ella una oportunidad multidisciplinaria en favor del proyecto, siendo recientemente un estándar nacional en los proyectos”.