El lunes 30 octubre de 2023, en la maternidad del Hospital Juaneda Miramar de Palma, España, nació Derek Eloy, quien fue gestado por sus dos madres. Se trata del primer bebé de Europa gestado por una pareja formada por dos mujeres gracias a un dispositivo llamado INVOcell, desarrollado en esta clínica.

El INVOcell es un dispositivo que funciona como una pequeña incubadora, pero que a diferencia de las existentes en el laboratorio, se coloca debajo del cuello uterino de una de las dos mujeres, lo que permite que durante los primeros días el desarrollo del embrión tenga lugar dentro del cuerpo en lugar del laboratorio.

Una vez desarrollado el embrión, se extrae INVOcell con este en su interior, embrión que luego se transfiere al útero de la otra mujer.

Azahara, de 27 años y Estefanía, de 30, se pusieron en contacto con la clínica en marzo de 2023, hace nueve meses, y eligieron este sistema que les ha convertido en las primeras mujeres de Europa que han gestado simultáneamente a su bebé. Desde la clínica aseguraron, en un comunicado, que este procedimiento aporta un gran valor emocional por el hecho de haber compartido ambas mujeres la gestación del embrión.

¿Cómo funciona este revolucionario dispositivo que permitió el nacimiento de bebé gestado por dos mujeres?

El Dr. Jorge Geraldo, ginecólogo de Clínica Las Condes, miembro de la Unidad de Medicina Reproductiva de CLC, explica que en este nacimiento se utilizó un sistema de cultivo intravaginal llamado INVOcell, dispositivo que en términos muy simples corresponde a una mini incubadora de gametos y embriones.

“La primera etapa del proceso es igual a una fecundación in vitro convencional”, dice Geraldo, en la cual se realiza una estimulación controlada de los ovarios, se extraen los ovocitos en pabellón y luego estos se depositan en este sistema INVOcell junto con los espermatozoides.

“También es posible inseminar los ovocitos con la técnica de ICSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides) y luego depositar los ovocitos inseminados en este dispositivo”, explica el especialista de CLC.

Luego, este aparato se introduce en la vagina de la persona por un periodo de cinco días, que corresponde al desarrollo de un embrión hasta su etapa de blastocisto. Después, se extrae de la vagina, y el embriólogo revisa si se produjo la fecundación y cuántos embriones se formaron. “Uno de estos embriones se transfiere entonces al útero de la otra mujer quien es la que se embaraza”, agrega el médico, quien añade que si se formaron más embriones estos se pueden vitrificar (congelar).

“Cuando me ofrecieron tenerlo cinco días en el cuello del útero fue como si yo también lo hubiera tenido dentro”, aseguró Azahara en unas declaraciones recogidas por IB3 Televisió. Las dos mujeres reconocen que este sistema es más satisfactorio para ambas desde el punto de vista emocional.

Las dos mujeres que participaron de la gestión junto al grupo d médicos que dirigió el procedimiento.

Felipe Gallego, biólogo y director del laboratorio de la clínica Juaneda Fertility Center, detalló en una nota que “a la paciente número uno le extrajimos los ovocitos y los juntamos con espermatozoides que hemos obtenido de bancos de semen de Sevilla y el País Vasco”.

Sin embargo, el Dr. Ricardo Pommer, Past President de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (SOCMER), comenta que esta técnica no es tan nueva, “debe de tener más de 20 años”, y se ideó porque en esa época no existían incubadoras dónde manejar el embrión humano desde el día 1 al 5 de forma controlada.

Gallego aseguró que esta técnica es hasta un 40% más barata que una fecundación in vitro convencional por la menor cantidad de horas de trabajo que requiere por parte de los profesionales que participan en ella.

Pommer, concuerda que este método “se ideó como una forma barata de realizar este procedimiento”, y que es una tecnología que se utilizaba cuando " era difícil tener laboratorios de in vitro con condiciones que pudiesen ser buena”.

Asimismo, diferenció esta técnica de otra también utilizada con parejas del mismo sexo y que responde al nombre de método ROPA, siglas de Recepción de Ovocitos de la Pareja.

“Es otra técnica para gestantes del mismo sexo. Pero a diferencia de la usada en Invocell, de la pareja 1 se extraen los ovocitos que son fecundados con los espermatozoides en el laboratorio y, una vez conseguido el embrión, se transfiere a la otra pareja. Con nuestra técnica, ambas gestantes han llevado el embrión en su interior”, defendió su método Gallego.

“Aquí entonces lo innovador es que el desarrollo del embrión durante su primera etapa no fue en una incubadora dentro de un laboratorio, sino que fue en una mini incubadora dentro de la vagina de la mujer”, dijo el Dr. Geraldo.

¿Podría este revolucionario dispositivo llegar a Chile?

INVOcell ya se utiliza en EEUU hace varios años, y hay reportes desde Brasil, pero en general es poca la data publicada respecto a su uso en Latinoamérica.

¿Podría esta técnica llegar alguna vez a Chile? Es probable, pero por el momento no es una técnica masificada, ya que del punto de vista médico no ofrece mayores beneficios que las técnicas utilizadas actualmente”, enfatiza el doctor Geraldo.

En cuanto a la eficiencia, Pommer, señala que este método más bien aporta la experiencia de que la fecundación se haga dentro de un cuerpo, pero “sería para un grupo de personas que quiere vivir algo especial en la concepción”.

De hecho, sus resultados intentan equiparar a la fecundación in vitro convencional pero no son mejores, ya que tiene algunas limitaciones importantes como por ejemplo:

  • El número de ovocitos que se pueden fecundar es menor.
  • No es posible evaluar si la fecundación se produjo de manera correcta.
  • No es posible observar el desarrollo de los embriones durante estos primeros cinco días. “Cosa que sí es posible con las incubadoras actuales o con los sistemas Time Lapse que permiten observar al embrión durante todo su desarrollo”, explica el ginecólogo.

Por lo que en cuanto a mayores beneficios en los resultados, “por el momento no podría”, aunque, podría tener ciertas ventajas del punto de vista que la mujer se pueda sentir más involucrada en el proceso o si la fertilización in vitro convencional no es aceptada por motivos éticos o religiosos, señala Geraldo.

Método “ROPA”

En Chile se usa ampliamente el método “ROPA”, este concepto viene de sus siglas en inglés que significa “Recepción de Óvulos de la Pareja” y es la técnica de elección hoy en el mundo para parejas de mujeres.

Consiste en que una de las mujeres se realiza una estimulación controlada de sus ovarios, se extraen sus ovocitos y se fecundan con semen de donante. Luego, el embrión formado se transfiere al útero de la otra mujer, por lo tanto, ambas mujeres participan activamente del proceso.

“Una de ellas es la que aporta la genética del óvulo y la otra es quien se embaraza y tiene el parto; además hoy existe muchísima evidencia de que la madre gestante determina la expresión de los genes de ese futuro hijo a través de la Epigenética”, explica el ginecólogo.

Lo ideal es que tenga una evaluación con un ginecólogo especialista en Medicina Reproductiva, quien solicitará los exámenes necesarios para determinar en conjunto cual es el mejor tratamiento para esa mujer o esa pareja. Es sumamente importante que sea de manera personalizada y en una clínica debidamente acreditada para estos tratamientos.