El rover Yutu-2 ha estado explorando el lado oscuro de la luna desde principios de 2019 como parte de la misión de aterrizaje lunar Chang’e-4 de China.
Esta misión es la primera en explorar el desconocido lado oculto de la Luna. La misión incluye un explorador, o rover lunar, llamado Yutu-2, que está equipado con un espectrómetro de radio de baja frecuencia para ayudar a los científicos a comprender “cómo se encendieron las primeras estrellas y cómo nuestro cosmos emergió de la oscuridad después del Big Bang”, según la agencia de noticias oficial de China, Xinhua.
El pasado 6 de diciembre, el rover tomó una fotografía de un extraño objeto, al que bautizaron como “una extraña cabaña”.
El equipo chino del rover anunció entonces que se dirigiría a la zona para asó observar más de cerca el objeto, algo que logró esta semana, terminando así con el enigma.
Tras llegar al lugar, el rover reveló que el objeto era en realidad solo una roca en el borde de un cráter.
La aclaración se produjo cuando el vehículo lunar se acercó a la formación, alguna vez sindicada como tan grande como el Arco del Triunfo de París, según una publicación publicada en “Nuestro espacio”, un canal de medios chino afiliado a la Administración Nacional del Espacio de China.
Ahora, la misión realizó otro fascinante descubrimiento en el lado oscuro de la Luna. Brillando en medio del polvo seco y gris, la cámara panorámica del rover detectó dos pequeñas esferas intactas de vidrio translúcido.
Aunque puede parecer un objeto extraño, el vidrio no es poco común en la Luna. El material se forma cuando el material de silicato se somete a altas temperaturas, y ambos ingredientes están fácilmente disponibles en nuestro satélite.
Los científicos chinos detallaron el descubrimiento en un artículo publicado en la revista Science Bulletin.
De acuerdo al estudio, estas esferas pueden registrar información sobre la historia de la Luna, incluida la composición de su manto y los eventos de impacto. Yutu-2 no pudo obtener datos de composición, pero estos mármoles lunares naturales podrían ser importantes objetivos de investigación en el futuro.
De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, en el pasado lunar, hubo un extenso vulcanismo que condujo a la formación de vidrio volcánico; y los impactos de objetos más pequeños, como los meteoritos, también generan un calor intenso, lo que da como resultado la formación de vidrio.
Esto último es lo que podría estar detrás de las esférulas observadas por Yutu-2, según un equipo de científicos dirigido por el geólogo planetario Zhiyong Xiao de la Universidad Sun Yat-sen y la Academia de Ciencias de China.
Sin embargo, es difícil saberlo con certeza, porque la mayoría del vidrio encontrado en la Luna hasta la fecha se ve diferente de las esférulas descubiertas por Yutu-2. Hay esférulas en abundancia, pero tienden a tener menos de un milímetro de tamaño.
De acuedo al artículo de Science Alert, en la Tierra, estas diminutas esferas de vidrio se crean durante un impacto, generando un calor tan intenso que la corteza se derrite y se rocía en el aire. El material fundido se endurece y vuelve a caer en forma de diminutas perlas de vidrio.
Las esférulas de Yutu-2 son mucho más grandes, de 15 a 25 milímetros de ancho. Eso por sí solo no los hace únicos: se recuperaron bolas de vidrio de hasta 40 milímetros de diámetro del lado cercano de la Luna durante la misión Apolo 16. Estos se rastrearon hasta un cráter cercano y se cree que también son esférulas de impacto.
Pero hay diferencias entre los dos descubrimientos. De acuerdo a Xiao y los científicos chinos, las esferas del otro lado parecen ser translúcidas o semitransparentes y tienen un brillo vítreo. Además de las dos que parecen translúcidas, encontraron cuatro esférulas más que tienen un brillo similar, pero no se pudo confirmar su translucidez.
Estas esférulas se encontraron cerca de cráteres de impacto recientes, lo que podría sugerir que se formaron durante impactos de meteoritos lunares, aunque es posible que ya estuvieran presentes, enterradas bajo la superficie y simplemente excavadas por impactos.
Sin embargo, el equipo cree que la explicación más probable es que se formaron a partir de un vidrio volcánico llamado anortosita que se derritió nuevamente con el impacto, volviéndose a formar en globos redondos translúcidos.
“En conjunto, la morfología peculiar, la geometría y el contexto local de los glóbulos de vidrio son consistentes con los vidrios de impacto anortosíticos”, señalaron los investigadores en su artículo.
Esto podría convertir a los objetos en el equivalente lunar de las formaciones terrestres llamadas tectitas: objetos vítreos del tamaño de un guijarro que se forman cuando el material de la Tierra se derrite, se rocía en el aire y se endurece y se convierte en una bola a medida que vuelve a caer, como una versión más grande de estas pequeñas esférulas.
Según los científicos chinos, no se puede estar seguros de esta conclusión sin antes estudiar su composición, pero si son tectitas lunares, podrían ser bastante comunes en la superficie lunar. Y esto ofrece algunas posibilidades tentadoras para futuras investigaciones, dice el equipo.
“Como el primer descubrimiento de glóbulos de vidrio macroscópicos y translúcidos en la Luna, este estudio predice que dichos glóbulos deberían ser abundantes en las tierras altas lunares, proporcionando objetivos de muestreo prometedores para revelar la historia de impacto temprano de la Luna”, señalaron en su artículo científico.