¿Son saludables las dietas rápidas o que ofrecen bajar muchos kilos en poco tiempo?

Estas dietas rápidas, tienen repercusión en el compartimento muscular. Nuestro sistema de compensación comienza a echar mano de nuestra propia musculatura al existir a una ingesta de energía y proteínas por debajo de los requerimientos mínimos.


Hoy en día el conocimiento está a disposición de quién lo quiera encontrar, pero no todo lo que se lee es totalmente cierto. La alimentación al ser de interés común (todos tenemos la necesidad de comer) es un tema recurrente de búsqueda por internet.

En la actualidad, muchas personas recomiendan o simplemente cuentan sus experiencias personales, sin embargo éstas no necesariamente funcionan en todos por igual. Asimismo, se pueden encontrar un sin fin de dietas, reportajes, tips o recomendaciones de combinaciones de alimentos específicos que prometen bajar de peso en pocos días y sin mucho sacrificio.

En este sentido, es importante destacar que estas dietas restrictivas no son factibles de seguir en el tiempo y al volver a la alimentación habitual se recuperaran estos kilos falsamente perdidos. Dietas que promuevan una gran pérdida de peso, por ejemplo de 10 kilos en pocos días, incluso si es en un mes, son excesivas y poco saludables.

Las consecuencias pueden ser graves; generan estados de hipoglicemia, desconcentración y confusión ya que nuestro cerebro no está recibiendo la glucosa necesaria para su funcionamiento (100 gr diarios). Además, el hígado se ve obligado a liberar un sustrato de emergencia que aporte la energía necesaria para órganos vitales, como el cerebro y el corazón, y que mantenidos en el tiempo pueden llegar a ser tóxico.

A lo anterior hay que agregar que generalmente hay mayor irritabilidad, baja tolerancia al frío, angustia y ansiedad que pueden llevar a desencadenar en episodios de comer compulsivo. Incluso, existe un mayor riesgo de obesidad en aquellas personas que pasan de una dieta a otra ya que comienzan un espiral de baja y aumento de peso que genera ansiedad y mayor riesgo de atracones u otro tipo de trastornos alimentarios.

Estas dietas rápidas, que promueven perder peso en poco tiempo, tienen repercusión en el compartimento muscular. Nuestro sistema de compensación comienza a echar mano de nuestra propia musculatura al existir a una ingesta de energía y proteínas por debajo de los requerimientos mínimos.

Dicho de otro modo, lo que se ve reflejado en la balanza no es solo pérdida de grasa, sino también, pérdida de musculatura y que se traduce en una disminución de la tasa metabólica basal.

Es importante que una dieta para bajar de peso sea supervisada y orientada por un profesional nutricionista, muchas veces con apoyo psicológico, para que guíe estos cambios de estilo de vida. Hay que ser realistas frente a las expectativas del paciente, cuántos kilos quiere perder y en cuánto tiempo, para que no se frustre y abandone el tratamiento. El modificar hábitos alimentarios además es un proceso que involucra también a la familia y que traerá, sin duda, muchos beneficios.

* Nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad Red de Salud UC CHRISTUS

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