Santiago bate 4 récords climáticos: uno figuraba desde mediados del siglo pasado
El lluvioso inicio de agosto ha permitido batir varias marcas climatológica en la capital.
Luego de más de una década marcada por la megasequía, los últimos dos años en Santiago, la Región Metropolitana y parte importante de la zona central han estado caracterizados por abundantes precipitaciones.
Junio, por ejemplo, se ubicó entre los “junio” más lluviosos desde que existe registro, permitiendo junto a las lluvias de los últimos días dejar un superávit de 85,3% en la capital.
No son los únicos récords que ha dejado la temporada invernal. Mayo fue el “mayo” más frío jamás registrado en la capital, rompiendo un récord de 26 años impuesto en 1988. Además, ese mes estuvo marcado por dos olas de frío que sumaron un total de 12 días, incluyendo cuatro jornadas con temperaturas bajo cero.
Santiago bate 4 récords climáticos: uno figuraba desde mediados del siglo pasado
Si bien julio se ubicó en la vereda opuesta, ya que por primera vez desde que existen registros, no anotó precipitaciones en la capital, agosto comenzó como los meses anteriores.
El último sistema frontal que azotó a parte importante del país, además de vientos superiores a 120 km/h, anotó importantes cifras de agua caída, transformándose así al inicio de agosto en el inicio más lluvioso para este mes desde que existe registro.
La estadística de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) indica que la capital anotó 55,2 mm durante los primeros dos días del mes, la mayor cifra desde 1967, primer año estudiado por el organismo. Los años que lo siguen son 2008 con 36 mm y 2004 con 33,6 mm.
Y eso no es todo, ya que el agua caída en Santiago en 2024 lo elevan entre los seis años más lluviosos desde 1950 y el con de más agua caída desde 2002, es decir, en los últimos 22 años.
Años más lluviosos a la fecha | MM |
---|---|
1982 | 512,8 |
2002 | 501,5 |
1987 | 465,2 |
1997 | 495,3 |
1972 | 379,8 |
2024 | 378,7 |
1992 | 377,8 |
1984 | 371,5 |
1974 | 368,1 |
2000 | 342 |
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que hemos tenido en muchos aspectos una temporada otoño-invierno récord. “Por ejemplo, tuvimos la tormenta de viento más intensa jamás registrada en la capital. Llevamos además, a la fecha, tres intensas olas de frío en la zona central”.
Santiago registra el año más lluvioso en más de dos décadas: olas de frío
Las similitudes entre el invierno 2024 y el invierno 2002 probablemente no sean coincidencia, añade Cordero. “Ambos inviernos han estado marcados por un débil vórtice popular y un evento de calentamiento estratosférico súbito que ha debilitado aún más los vientos en la parte alta de la atmósfera antártica”.
Un débil vórtice polar suele permitir que escapen de la Antártica masas de frío que pueden causar intensas olas de frío en latitudes medias. “También un débil vórtice polar, puede permitir que escapen hacia latitudes medias (incluido Chile central) algunas de las tormentas que abundan en el océano Austral, el que rodea el continente blanco”, sostiene Cordero.
Aunque El Niño y La Niña suelen tener gran importancia en la variabilidad interanual del clima en Chile, “pareciera que es la debilidad del vórtice polar antártico el factor que ha predominado y marcado la actual temporada otoño-invierno en Chile y el hemisferio sur”, considera el climatólogo.
Probablemente, adiciona, “la debilidad del vórtice polar explique porque el índice de la oscilación antártica, que caracteriza la intensidad de los vientos en superficie que soplan en torno al continente blanco, alcanzó el pasado 3 de agosto, el valor (-4,41) más bajo jamás registrado durante una temporada otoño-invierno. La debilidad extraordinaria de los vientos en torno al continente antártico ayuda a entender por qué esta temporada ha sido tan lluviosa”.
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