La infraestructura es clave para dar soporte al transporte. La nueva Ley de Convivencia Vial indica que los scooters "deben circular por las ciclovías y no por las veredas", lo que significa que pueden transitar por los cerca de 350 kms existentes de ciclovías y en el caso de que no haya "se debe utilizar la calzada, siempre por la derecha, a no ser que haya vías exclusivas o se quiera virar a la izquierda".
Actualmente, tanto bicicletas como scooters no cumplen con la normativa y circulan por la vereda, pues la red de ciclovías no es continua, presentando tramos cortos y sin la seguridad correspondiente en todo el tramo, pues en muchas calles vemos que se ha quitado un margen de espacio a la pista del automóvil para pintar franjas poco claras, donde ahí sí pueden circular scooters, afectando la seguridad de quien los conduce.
De esta forma, a mi juicio, no existe una planificación del transporte. Los scooters fueron lanzados al mercado sin el debido análisis de la infraestructura, por tanto existen muchas zonas donde no debieran estar permitida su circulación. Asimismo, es importante revisar y normar las especificaciones técnicas de las máquinas y que tengan revisión especializada cada cierto tiempo, pues al circular por las calles pueden ser dañadas. También es importante tener en cuenta que muchas calles de Santiago poseen malos índices de rugosidad, comparadas con el estándar internacional.
La infraestructura vial es creada en función del tipo de vehículo que circula por tal o cual lugar. Por ello, creo que los scooters no debieran circular por las calles, pues los automóviles livianos soportan el mal estado de las calles, pero estos vehículos no. El diseño de las calles incluyen las rejillas de los colectores de aguas lluvia, entonces si la normativa permite que las scooters puedan utilizar la derecha de la calzada, ¿qué sucede si pasar por la rejilla para evitar chocar con un auto que sigue su curso y el conductor de la scooter sufre lesiones? ¿Quién se hace cargo?.
El scooter no puede disputar la calle con el auto. Es necesario que se regule pronto y se corrijan diseños en caso de aceptarlos. De lo contrario, habría que repensar su utilización en las calles.
* Gerardo Ureta, académico de la Universidad Mayor