Ante el notable aumento de chinches de arce que se ha registrado en distintas comunas de la capital durante el último tiempo, han surgido reclamos y temores frente a lo que podría considerarse una especie invasora. La alcaldesa de Las Condes es la primera que ha solicitado públicamente que el SAG se pronuncie y declare la invasión como una plaga con el objeto de combatir la situación de forma estandarizada.
El director del Instituto de entomología de la UMCE, único en Chile en esa materia, Luis Flores, llama a la calma, ya que explica que para considerarlo como una plaga se tienen que hacer una serie de estudios previos de qué tan dañina o no, es esta especie, potencialmente invasora.
“Cuando los insectos se declaran plaga, el SAG, controla y eventualmente la elimina, pero para poder declararla lo que los especialistas sugieren es primero que se hagan los estudios científicos del caso, en términos de ver el potencial daño que le puede ocasionar a los árboles de los cuales se está alimentando y efectuar un monitoreo para ver cómo son sus dinámicas geográficas, si se han ido incrementando o adaptando las poblaciones y después de esto, se podría declarar como una plaga que tiene un peligro importante, ya sea de carácter fitosanitario o salud humana o de animales y ahí recién se toma esa medida de declararlo plaga”, señaló el investigador.
Asimismo el entomólogo dijo que “esta es una especie que tiene un comportamiento gregario y la gente ve estas agrupaciones en árboles en plazas y calles entonces se empieza a asustar. Lo que hay que dejar en claro es que no es una especie que genere graves consecuencias nocivas para las personas, podría eventualmente picarte, pero sin consecuencias graves como en otros insectos”.
El entomólogo de la UMCE, descarta que el insecto sea una amenaza para las personas ya que se trataría de una especia fitófaga y no hematófaga. “Los chinches de arce recurren a ciertas especies particulares de árboles para succionar las hojas y adquirir los nutrientes para vivir. Como son fitófagos, no hematófogos, osea no se alimentan de sangre humana, tampoco son depredadores, no atacan a las personas, no es parte su sistema natural de alimentación”.
“El peligro del chinche, radica en el daño que le pueden hacer a los árboles, el árbol va a intentar defenderse, va a incurrir en gasto energético, entonces las consecuencias negativas se las lleva fundamentalmente el árbol. Además, como son gregarios, no es un chinche sino cientos que pueden estar alimentándose, entonces los árboles pueden morir o quedar lesionados”
Preocupación por entrada al interior de casas
La situación está generando mucha alerta y preocupación a los vecinos, ya que se teme que con la llegada de las bajas temperaturas estos bichos van a buscar el calor al interior de las casas, y eso podría, sin duda, ser un problema masivo de higiene.
El investigador señala que si bien efectivamente estos insectos pueden desplazarse a ambientes intradomiciliarios “hay que tener claro que ellos no son xilófagos, que consumen materia vegetal muerta como las termitas por ejemplo, por lo tanto, si están dentro de una casa no van a dañar estructuras de madera. Entonces si bien su presencia es molesta, es inofensivo”.
El científico UMCE explica que si llegan a entrar a tu casa lo que se debe hacer es sacarlos. “Hacer una remoción con palo y escoba, sacarlos en una bolsa sellada y por supuesto después, eliminarlos”.
Ante la pregunta si los pesticidas pueden ser una solución el investigador señala que pueden usarse “si es aislado y tomando todas las medidas del caso, si la fumigación se hace como un plan de mayor alcance espacial, como tirar insecticida en los distintos árboles de una plaza, por ejemplo, no debe hacerse puesto que no solo estas matando a esta especie sino que puedes estar dañando a una serie de otras especies que son beneficiosas para el ecosistema”.